La historia del pop ha estado siempre llena de lolitas. La lista es larga: Jane Birkin, Alizée, Vanessa Paradis, Charlotte Gainsbourg, France Gall… Pues bien, toca inscribir un nuevo nombre en este ilustre elenco. Amanda Mair edita su primer disco con tan solo diecisiete años. ¿Quién es el padrino? Philip Ekström de The Mary Onettes. El debut homónimo de la sueca es todo lo que podemos esperar de una niña de su edad, canciones de amor y de días sola en la habitación de casa de sus padres preguntándose sobre su triste existencia. Ahora bien, en lo musical, el disco es un festival de referencias bien digeridas que apunta muchas maneras. Rabiosamente pop, en “Amanda Mair” hay un poco de todo. La inmediatez y los arreglos de ABBA en “It's Gonna Be Long” y “Sense”, los aires del folk de duermevela a lo Keren Ann en las cándidas “Skinnarviksberget” y “You've Been Here Before”, y sobre todo, la sombra alargada de Kate Bush en canciones como “Doubt”, “Before” y “Leaving Early”.
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