Siempre habrá luces en otro lugar

Viva Belgrado, Boneflower, Bananas, Svdestada, Tenue, Shibuya, Crossed, Ànteros o los propios Altair son algunos de los grupos estatales que en los últimos años han contribuido para reavivar la escena underground de screamo y post-hardcore española. El recién estrenado “Siempre habrá luces en otro lugar” constituye una pieza notable más de esa especie de puzzle que todos estos artistas que acuden muy frecuentemente a los gritos poéticos y existencialistas bajo el asilo del post-rock y caos controlado han levantado.

Con la ayuda de Borja Pérez (Cal Pau) en la grabación y la dupla de los legendarios Santi y Víctor García de Ultramarinos Costa Brava a cargo de mezcla y masterización los madrileños, que cuentan con poco más de un lustro de vida, vienen a suceder “Nuestro enemigo” (19) con su tercer trabajo de nueve piezas.

En este personal e introspectivo “Siempre habrá luces en otro lugar”, Salva (voz), Jaime (guitarra), Diego (batería), Rodri (guitarra y coros) y el reciente fichaje Franco (bajo) transitan la frustración generacional e incertidumbre vital del presente con canciones potentes y crudas como "Medias verdades", rendida al caos y tralla en sus últimos segundos, la variopinta, saturada y finalmente acústica “Divino tesoro” o la medio discursiva y post-rockera "Réplica (nadie por quien llorar)".

En todo el álbum hay cabida tanto para esas características voces terciadas hacia el spoken word como para los gritos descarnados, tal y como se muestra en la inicial “Catábasis” o en el interludio “Fuera de estas paredes” –narrado y escrito por Pilar García–, que hace de prefacio a la potente y derrotista “Lluna” y para las voces melódicas, que enriquecen todavía más el producto final.

Este nuevo capítulo de Altair sigue lo emocional, corrosivo y potente a lo que ya nos tenían acostumbrados. Es un clamor impregnado de inseguridades y preguntas existenciales casi íntimas que muchas veces no tienen respuesta y que cualquier persona se puede hacer a lo largo de su vida, cuestionándose cuál es su papel en este mundo y cuál es el fin del “yo” en la sociedad injusta y dispersa que nos rodea.