Sin duda es, en la actualidad, uno de los valores en alza del sello Novamute. Con “A Shocking Hobby” su obra acaba de consolidarse, borrando cualquier resquicio de duda sobre una creatividad ya demostrada hace tres años en su anterior trabajo, “Public Energy No.1”.
Jochem Paap ha sabido combinar como muy pocos saben hacer, el ambient con cariz shopenhaueriano con la rítmica maquinal propia del Detroit techno; un cóctel con desafortunadas consecuencias para los inclinados a seguir conductas de tipo chill out. “A Shocking Hobby” es, por fin, una nueva aplicación del lenguaje industrial, otorgándole un mayor valor descriptivo. Es una sucesión de parajes inhóspitos donde domina el color gris metalizado. Paad ha conseguido conferir a sus canciones la sutilidad que le falta a Richie Hawtin y la corporeidad que le falta a Autechre, perfilando, en algún caso, un producto más cercano a la banda sonora de una película de robots asesinos del espacio exterior. “Terre Zippy” nos da la bienvenida y nos indica la posología que seguirá el resto del disco: la desesperación, el hermetismo o incluso la post (o la pre)-existencia. Con “Borax” los breaks secos sobresalen por encima del desconcierto sonoro de continuas desarmonías. El resto es una continua oscilación entre la debacle ambient como en “Sabina Seat” y el desenfreno taquicárdico que desprende “Actor Nine”.
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