“Party is officially over” En su paso por Subway Takes, Yung Lean dejó caer de manera contundente esta frase para promocionar su álbum "Jonatan". Desde su lanzamiento, todo lo que le ha rodeado a su disco de 2025 ha desprendido un aire de despedida, de final, de su propia swang song, que mismamente compone el corte número once de su tracklist. Pero no lloremos por ello, no es un final triste, ni amargado, sino todo lo contrario. Es una celebración de una carrera que podría haberse torcido en cualquier momento, y ahora, con los ojos llenos de orgullo, puede decir que lo ha logrado. Y aunque algunos dudaron en su momento, el cabecilla de los sadboys 2001 siempre estuvo destinado al éxito.
Por eso la gira "Forever Yung" de Yung Lean era una peregrinación obligatoria para todos aquellos que han hecho del sound cloud rap parte de la banda sonora de sus vidas. El 17 de noviembre Lean hacía parada en Barcelona como una de las pocas fechas europeas en ruta. Un hecho que hizo que no solo los locales, y los expats, se reportaran en la pista, sinó que una buena masa de guiris y habitantes de los trenes peninsulares, llegaron el primer lunes de frío de la ciudad condal. El lugar elegido fue L’Hivernacle de el Poble Espanyol. Para los que habéis estado, no hace falta que os describa el que es posiblemente el espacio liminal más exagerado de Barcelona, y para los que no, solo os diré que se trata de una pista de baile situada en lo que parece el decorado de un parque temático con la carpa de una boda americana de presupuesto medio y muchas pretensiones. Pero aunque el venue escogido no estaba a la altura, del mismo modo que tampoco lo estuvo el volumen del sonido, el sueco que sacudió internet en 2012 dio más que la talla.
La noche empezó sobre las ocho de la noche de la mano de su amigo desde los principios y productor Yung Sherman, mientras que una manera de pantalones anchos y chaquetas adidas iban amontonándose alrededor de las vallas del escenario. Poco después de la hora señalada, y con todos los móviles en el aire cuando se apagaron las luces, la historia de Lean dio comienzo. Una lona blanca móvil de fondo con algunas proyecciones, un micrófono de alas metalizadas y un look sacado del la mismísima "Black Parade" de My Chemical Romance fueron todo lo que necesitó Yung Lean para hacer enloquecer al público. Smirnoff Ice a lo bestia y un síndrome de Estocolmo más que justificado.
Como en esta temporada la narración está de moda, el concierto se dividió en cuatro actos. Lean se movía entre ellos con actitud firme y una voz inquebrantable. De sus últimos hits, más pop, comerciales y aptos para que escuche hasta tu madre, como "Forever Yung" -que lleva implícito este sentimiento de nostalgia feliz de créditos finales-, su colaboración con FKA Twigs, "Bliss, I'm Your Dirt", "I'm Your Love", "Babyface Maniac"s o "Pikachu" a las canciones de su otro alter ego musical, jonatan leandoer96. Con estos nuevos temas, que tienen un enfoque mucho menos DIY, tenía todo el sentido que encima del escenario apareciera una banda acompañándole, la cual aparecía y desaparecía a su antojo detrás de la lona. Un nuevo crooner post internet. Pero los momentos que desataron una auténtica locura, tenían más que ver con un tiempo pasado en el que todo era más intenso que en el riguroso presente.
Durante los últimos años, Lean ha dejado las drogas y el alcohol. Ha decidido combatir sus problemas mentales con una vida más sana, contemplativa y menos autodestructiva. Pero cada vez que entonaba uno de los viejos hits, el torbellino de emociones y energía de esos días se apoderaban del escenario, y de los imparables pogos de la pista. El suelo rebotó con "Kyoto", "Yoshi" "City, Hoover", o "Miami Ultras". Pero el dolor de sus temas más sentidos también tuvo lugar gracias a "Red Bottom Sky", pero sobre todo, y sin duda, a "Agony". En esta Yung Lean se sentó en un taburete en medio del escenario, calmado, seguro y absolutamente entregado a la canción que tanto ha logrado romantizar cualquier momento mínimamente decadente de sus fans, para dar tres vueltas a la canción esperando a que el coro creciera entre el público.

La noche acabó justo como empezaba esta historia. "Bitches come and go", "BRO", "but you know I’ll stay". "Ginseng Strip 2002" ha trascendido, internet, el nicho y se ha convertido en uno de esos temas angulares para contar el internet de libre creación, cuando todo era fácil, burbujeante y nuevo. Da igual si eso era algo que los presentes tuvieran en cuenta en el momento o solo se dejaran llevar, el público cantaba tan fuerte que prácticamente era imposible escuchar el sample de "LOOP 61" - DÉ DÉ MOUSE.
Una noche de grandes éxitos de Yung Lean. Lo grabas, editas, y empacas y te forras vendiendolo el resto de tu vida. El caos de la mala gestión de los estupefacientes y el teenage angst han dado lugar a una estrella del pop que ya se ha convertido en leyenda. Nadie sabe que pasará después de esta gira. Si era una despedida, una celebración o ambas. Swang song no estaba en el setlist lo cual alberga una cierta esperanza. Quizás no es que la fiesta acabe, sino que se va con ella a otra parte. A un lugar donde llevar banda tiene sentido, donde está presente hasta el final del concierto, donde el dolor ya no lo entumece, y los 30 se presentan como el futuro posible de los sad boys que sobrevivieron. Pero lo que queda claro, es que ante su público Yung Lean es para siempre.

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