Economía de medios y emoción
ConciertosValerie June

Economía de medios y emoción

7 / 10
Jon Bilbao — 20-11-2025
Fecha — 19 noviembre, 2025
Sala — Bilborock, Bilbao
Fotografía — Eider Iturriaga

Personalmente me enamoré de la música de la compositora, cantante e instrumentista de Tennessee como tantos otros, con la aparición en 2013 de su tercer álbum, el muy recomendable “Pushin’ Against a Stone”, producido por Dan Auerbach y el primero lanzado al abrigo de sello discográfico. Para su siguiente disco el mismísimo Bob Dylan elogió la música de June, y fue entonces cuando el gran público fue siendo consciente de que había una chica provista de unas enormes y atractivas rastas que en su personal música aunaba folk, blues, soul y bluegrass con algo de rock y pop.

Hace unos seis meses publicó su sexto trabajo, “Owls, Omen and Oracles”, y era eso lo que venía a presentar a la sala bilbaína durante la lluviosa noche del miércoles. Vimos a los músicos tomando unas cervezas en el bar de al lado, hasta donde les acompañó la anfitriona antes de volver al Bilborock, suponemos que a prepararse y ponerse en situación. Vino muy bien acompañada aunque con los músicos justos: un bajista y un batería que llenaba muy bien con sugerentes coros. Aparte de la protagonista, que se puso delante banjos, ukeleles, guitarras acústicas y eléctricas, cuando la canción así lo demandaba. Abrieron con “Man Done Wrong” en una sala a medio llenar pero entregada, y de ahí pasaron a desgranar buena parte de su disco más reciente a través de canciones como la dulce “All I Really Wanna Do”, “Endless Tree” y su mensaje social, la positivista “Joy Joy” o “Love And Let Go”.

Enseguida cayó una de las composiciones más grandes y souleras de la de Tennessee, que en disco había grabado junto a la leyenda del soul Carla Thomas además de con la colaboración de más de una docena de músicos, y que quizá por eso en directo sonó como un esqueleto de la grabación, aunque la base y la emoción sin duda estaban ahí. Y es que su voz supone un instrumento más, el que maneja todo el cotarro.

En realidad, y vista la economía de medios que emplearon, la pregunta quedaba en el aire: ¿estaba limitada por la falta de instrumentos o precisamente por esa circunstancia se potenciaba la esencia misma de la canción? Pues ocurría un poco de ambas, según la canción que interpretasen. Sonó el blues “Rollin’ and Tumblin’” (tema tradicional popularizado por Muddy Waters y el más reciente single de Valerie June), con la cantante a la guitarra eléctrica, sin llegar a despuntar nunca en este instrumento. Personalmente sí que me convencía más cuando agarraba el banjo, caso de la esperada “Somebody to Love”, que arrancó en solitario y a la que se fueron sumando sus compañeros a medida que avanzaba, creando uno de los momentos más destacables del show. Cerraron con “Honey Bee” y tras la clásica petición de vuelta, ella misma nos regaló, guitarra en mano, una personal y emocionante versión del “What a Wonderful World” del risueño Louis Armstrong.

Después, y sólo durante unos segundos, la base rítmica tocó unos compases que sonaron como a Massive Attack, y poco después de aquello se despidieron ya con la aplaudida “Workin’ Woman Blues”, una canción con la que algunos la conocimos, cuando empezaba a despuntar. Lo dicho, buen concierto, osado tocar en ese formato y acertado e íntimo por momentos, pero ahí quedan las ganas de poder verla con un par de músicos más, donde ella se pueda relajar y fluir a través del caudaloso río que supone su rico cancionero.

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