Nervio punk
ConciertosThe Rezillos

Nervio punk

8 / 10
Fernando O. Paíno — 20-11-2016
Empresa — Wurlitzer Ballroom
Fecha — 17 noviembre, 2016
Sala — Wurlitzer Ballroom, Madrid
Fotografía — vi-Twins (http://vi-twins.com/wordpress/)

La mítica sala madrileña Wurlitzer Ballroom acogió en su seno a los pioneros del new wave beat, The Rezillos. Esta formación escocesa, surgida en plena eclosión punk durante el año 1976, se ha caracterizado por sus ritmos frenéticos, accesibles y conciliadores, que beben de un cóctel formado por el nervio punk primigenio en el que se gestaron, el rock and roll de mediados del siglo pasado y el positivismo glam. Sin embargo, en esta ocasión la banda venía desbocada, ofreciendo un set visceral, rebosante de agresividad y potencia.

El evento dio comienzo con la actuación de la banda telonera Furies, el trío madrileño ofreció un repertorio tan ecléctico como sugestivo, muy influido por la esencia hard rock. Elaboraron un sonido convincente y sólido que logró convencer a los asistentes. Tras media hora de actuación, este conjunto dejó paso a la banda estrella. Eugene Reynolds salió con ganas de devorar el escenario, y, sin lugar a dudas, cumplió su cometido. Su melódica voz se vistió de agresividad y alaridos, tintando las canciones de rabia y dinamita. El quinteto deleitó al respetable con un repertorio ardoroso y contundente en el que se engarzaron temas de su clásico disco “Can't Stand The Rezillos” con otros del recientemente editado “Zero”, que, para nuestra sorpresa ocasional y a pesar del paso del tiempo, ha sabido mantener el primer sabor de esta banda de genes punks. Abrieron con su clásico "Can’t Stand My Baby", tema que les catapultó a la fama en 1977, y dejaron caer joyas como "Bad Guy Reaction" o "Cold Wars" para eclosionar con el siempre irresistible "Tops Of The Pops". El público estaba totalmente entregado a la causa, la sala hasta la bandera, y el grupo supo corresponder en su justa medida.

Rezillos dio sobrada muestra de seguir en plena forma, ofreciendo un set de aproximadamente una hora que nos hizo retroceder a los años de la tierna adolescencia, aquellos en los que lo que menos te importaba era llegar a fin de mes. Una experiencia vibrante que nos vuelve a demostrar que un grupo nacido en la primera oleada del punk jamás pierde su esencia. Sencillamente genial.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.