Tanned Tin 2007

Jueves 1 de noviembre

The Ex
Ya se sabía de la solvencia de un directo que había llegado a España meses atrás tras una buena temporada sin hacerlo, pero su concierto en el Auditori i Palau de Congresos de Castellón fue uno de esos que marcan historia. Los holandeses demostraron que el verdadero post punk sigue vivo gracias a la única formación de carácter experimental que podrías pinchar en un club de baile.

Deerhunter
Si el directo de Deerhunter hubiera estado a la altura de “Cryptograms” el suyo hubiera sido uno de los nombres destacados del festival, pero desgraciadamente para ellos y sobre todo para nosotros, no fue así. Al final algunos nos quedamos con la sensación de que, al perderse en la psicodelia, The Brian Jonestown Massacre, por poner un ejemplo, suenan más intensos.

Acid Mothers Temple
¿Broma pesada? ¿Genios incomprendidos? Lo de estos cuatros músicos japoneses colgados por el rock más triposo de los setenta siempre nos dejará con la duda. Su concierto en Tanned Tin fue una acumulación de tópicos rockeros (la mayoría risibles) que apenas se salían de la norma por la extravagante actitud de unos músicos muy pagados de si mismos. A muchos no nos hicieron nada de gracia.

Viernes 2 de noviembre

Dirty Projectors
Venían con uno de los discos de versiones más singulares de la historia del pop reciente donde reinventan el “Rise Above” de Black Flag, y no acabaron de convencer en un concierto donde su art rock de armonías vocales trabajadas (a veces algo pasadas de vueltas y muy desajustadas, más propias de The Manhattan Transfer que de un grupo indie) se mostró muy disperso.

The Sean And Cake
The Sea And Cake, además de uno de los grandes supergrupos surgidos de la escena independiente de Chicago, es un sinónimo de calidad, pero también de discreción. Sin los más mínimos aspavientos, Sam Prekop, Archer Prewitt y Eric Claridge desarrollaron un repertorio que, sobre un escenario, no sería lo mismo si no fuese por la precisión microcentesimal de John McEntire.

Wolf Eyes
Podríamos considerar a Wolf Eyes culpables de la aceptación del ruidismo entre buena parte de la nueva generación indie, lástima que vista su actuación en el Tanned Tin no estuviese a la altura del respeto que les profesábamos hasta el momento. Por primera vez, algo (quizás fue ese saxo, quién sabe) nos hizo dudar de que lo suyo sea tan serio como pensábamos.

Sábado 3 de noviembre

Tarentel
La puesta en escena efectista de Tarentel podría no significar nada si no fuese porque se convierte en la ambientación ideal para un post-rock ambiental que va de la calma a la crispación sin sorpresas, pero con una inteligencia a tener muy en cuenta. Es fácil imaginar por que motivo han encajado tan bien en Neurot como en Temporary Residence.

Damien Jurado
Pocos conciertos tan emotivos y epidérmicos han pasado por el Tanned Tin como el que Damien Jurado ofreció en el Teatre Principal con la única ayuda de su guitarra y de su garganta. Los sentimientos fluyeron gracias a su privilegiada voz entre Nick Drake y Neil Young, dejando muy a la vista la tristeza que siempre parece llevar a cuestas y llevándole a derramar (si mal no recuerdo en la pieza que da título a su último largo) unas lágrimas muy reales.

Dolorean
Fue uno de los momentos más destacados de este Tanned Tin, ya que a pesar de ser uno de los grupos más “convencionales” del festival, entregaron un concierto emocionante, de una ejecución formal de lujo (ojo a la cálida voz de Al James), que hizo vibrar gracias a su sabia reinterpretación del legado de The Band o Neil Young.

Lisabö
Quienes nunca decepcionan son los vascos Lisabö. Su forma de manejar la tensión, de levantar torres sobre ella y destruirlas a continuación siempre ha merecido elogios. Su actuación en el festival de Castellón no los mereció ni más ni menos que en otras ocasiones, lo cual tiene mucho mérito.