Sónar 07
Conciertos

Sónar 07

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14-06-2007
Empresa — Advanced Music
Fotografía — Archivo

Si algo cabe destacar de las propuestas del festival de música avanzada en su primera jornada fue decepción que generó entre prensa y público la performance de FM3 con sus Buddha Machines. Más tarde, Blixa Bargeld le dio un poco de gracia al asunto, pero en su primera aparición no hubo quien escuchara –ni siquiera ellos- nada. Entre las mayores sorpresas, la acogida por parte de algunos de la actuación de Dorian y la sutileza de Piana. Por la noche, Beastie Boys ofrecieron la primera de sus dos actuaciones. Aunque prometieron un show instrumental, pocas diferencias hubo con respecto al repertorio de la segunda noche, así que hablaremos de ellos más adelante. El viernes amaneció al mediodía con Carlos Hollers a ritmo de dubstep, acid house e incluso hip hop, en una sesión que reunió en el Village a un buen grupo de maños seguidores del de Fuentes de Ebro, que evidenció el porqué de su estado de gracia. Y es que es capaz de mezclarlo todo. Ya en el Dôme, el andaluz Brunetto repartió electrónica horizontal, downtempo y hip hop avantgarde tanto en formato de sesión como en directo, demostrando que su fichaje por Regular no es casualidad. Sin movernos de ahí, Dj Rupture nos mostró su proyecto Nettle, una aventura sonora a medio camino entre la electrónica menos conformista y los banghra beats, sin hacer ascos a sus añorados ruidos. Tres instrumentistas le acompañaron en un directo tan intenso como emotivo. Tras ellos, Dj Muerto seleccionó ritmos cercanos a Autechre o Black Dog en un set más que interesante. Un poco más abajo, en el Hall, Sunn 0))) desplegaron su asfixiante drone metal ante un público atónito que no parecía entender una propuesta tan experimental como podrían serlo las de Coil o Merzbow en ediciones anteriores. Stephen O’Malley, su líder, repetiría el sábado con KTL. A continuación, Chris Clark nos enseño las exquisiteces de su último largo, “Body Riddle”, comenzando con IDM y acabando con una contundencia propia del mejor Aphex Twin. En el Sónar Village, la mujer de Jimi Tenor, Nicole Willis, ofreció una actuación de soul demasiado ortodoxo y acomodado junto a sus Soul Investigators. Con la tarde cayendo, y de nuevo en el Dôme, Facto Delafé y Las Flores Azules ponían el punto y final a la tarde con sus bonitas melodías hip pop. La noche en la Fira comenzó con Undo seleccionando techno cósmico y milimétrico en el Park, arrancando así los primeros bailes de un público deseoso de mover los pies al ritmo de Beastie Boys. Mike D y los suyos, todavía en forma (sobre todo Mixmaster Mike), ofrecieron ya en el escenario Club un show por todo lo alto, que se vio empañado por los bruscos cambios de ritmo entre sus hits de siempre, léanse “Sabotage” o “Intergallactic”, el hardcore primitivo y los temas de su nuevo álbum instrumental. En el Lab, mientras tanto, Kode 9 resaltaban de entre todos los artistas dubstep del showcase BBC1 con un directo más que certero. Aunque para eficaces los chicos de Ed Banger, sobre todo Dj Mehdi, valiente al pinchar el “Good Life” de Inner City y unos Justice entregados a la fiesta en el Sónar Pub con cruces de fans en el foso y despidiéndose con un “Killing In The Name” de Rage Against The Machine que descubrió el background de la mayoría de los allí presentes. Lástima que el directo de Uffie se quedará más en un pequeño amago que en un live hecho y derecho. Modeselektor también le daban a los Technics metros más allá, pero repartiendo techno de alto voltaje, más incluso que el mismísimo Richie Hawtin, que cumplió sin demasiados alardes. Simian Mobile Disco le siguieron dando carpetazo a la noche, quizá demasiado lineales y tirando de maximal si así lo requería el respetable (ese “Bar Of Figs” de Marc Houle). Suerte que en el Park tanto Dizzie Rascal como Digitalism nos los hicieron pasar en grande, el primero con temas tan redondos como ese “I Love You”, lo mejor que ha dado el UK garage inglés en años y los segundos haciendo arder la pista con su “Zdarlight” y versiones de New Order o Daft Punk. El sábado comenzó con mucho público gafas de sol en ristre buscando refugio en el hip hop de Ricky aka, en el Village, o los miembros de Úrsula, que no se cortaban en repartir baile en el Döme. Los franceses C2C, de vuelta al Village, nos regalaron un brillante set de turntablismo donde tuvieron cabida desde Franz Ferdinand a IAM pasando por Rage Against The Machine. No menos genial fue la tarde temática de Modern Love, con la sesionaza de Miles y los directazos de Claro Intelecto y Andy Stott, con el techno dub de Basic Channel y el sonido Detroit entre ceja y ceja. Un sello a tener en cuenta. En el Sónar Complex, fue una sorpresa la abrasiva actuación de Wolf Eyes, potentes y unos maestros combinando rítmica y ruido brutal. Junior Boys remataron la faena con su pop preciosista de matices electrónicos, aunque el público presente pareció tener la mente ya puesta en una noche que comenzó con Ángel Molina pinchando a Siouxsie and The Banshees en el Club. Un buen warm up para unos Devo que a pesar de la edad y los kilos de más mantienen el tipo con hits del calibre de “Pek-A-Boo”, “Freedom Of Choice”, “Whip It” o “That’s Good”. Niños y mayores fueron uno al grito de “We Are Not Men, We Are Devo”. Grandes. Fangoria convencieron a sus acólitos a base de “bacalao”, acelerando parte de sus composiciones conscientes del campo en el que jugaban y dividiendo su set en dos partes diferenciadas. En el Sónar Park, Mogwai reunían a bastante más gente que Devo (a quienes homenajearon fugazmente) en su presentación “Zidane”. Su post-rock encajó a la perfección en una noche de sabores diversos, tan diversos como los de Mala Rodríguez, que se desenvolvió bien y que contó con, por ejemplo, el propio Raimundo Amador para echarle una mano. En el Pub, Matthew Dear y su directo con su nueva banda, que adoleció cierta falta de rodaje, a pesar de concluir con dos temas más que interesantes, “Deserter”, primer sencillo de su nuevo disco, “Asa Breed”, y el bien conocido “Dog Days”, en una versión “quasi” indietrónica. Turno más tarde en ese mismo lugar para el showcase de Innervisions, con un Dixon en estado de gracia firmando la mejor sesión del festival y arrancando bailes y lágrimas en el foso. Lástima que tanto Chateau Flight como Âme en su faceta de Dj no rindieran a su nivel, si bien no desentonaron. El house vuelve. Y por último, mención especial para un Jeff Mills que nos recordó al de antaño. Sí, sonó “The Bells”, pero verle ahí detrás de la Roland deformando techno oscuro y minimalista no tuvo precio. Del resto de noche, apenas los ravers Altern8, divertido, y Radio Slave, nos invitaron a los últimos bailes del Sónar más danzatorio de los últimos años.

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