Había expectación, mucha expectación. En los últimos meses León Benavente han sido ese grupo del que todos hablan, pero casi nadie ha visto en directo. El lleno en el Teatro Lara fue tan sólo un indicio; los buenos comentarios a la salida, la confirmación.
Pocas veces la batería se convierte en instrumento protagonista en un concierto, pero César Verdú (Schwarz) no sólo acompaña sino que construye, junto a Edu Baos, una sección rítmica a la altura de los grandes y ambos llevaron el concierto a su terreno. Tras un introducción instrumental, abrieron con "Las ruinas". Concisa como un metrónomo, fue un aperitivo de una actuación sólida y envolvente en la que tal vez la única pega fue la voz de Abraham Boba, no siempre a la altura de lo que hemos podido escuchar en su disco de debut.
Con un sonido impecable y un Farfisa dando luz a unos temas oscuros y penetrantes, temas como "Estado provisional", "El Rey Ricardo" y la hipnótica "Ser brigada" sonaron especialmente intensos. Sobrios sobre el escenario, no dejaron demasiado espacio para irse por las ramas. Directos al corazón, pero con la mandíbula bien apretada e instrumentalmente impecables, tocaron dos temas nuevos (tal vez descartes del disco) y, ya en el bis, una versión de Ilegales: "Europa ha muerto".
Al terminar, confirmación de que no son un grupo que descubra la pólvora, pero si la dignifican. Y mucho. En estos días de reciclaje "ad nauseam", una banda que simplemente hace grandes canciones es un soplo de aire fresco que aviva las llamas de lo que realmente importa: disfrutar de la música en lugar de analizarla hasta el aburrimiento.
I am totally wowed and prapreed to take the next step now.