Pues parece que Javier Corcobado se nos ha puesto romántico. Romántico a su estilo, eso sí, pero romántico a fin de cuentas; y tan capaz de cantar a boca llena y sin (apenas) sonrojarse declaraciones de amor tan brutales como “por favor, mi amor, nunca te vayas”, como de sacar afuera todas las distorsiones y las agrias entrañas que “muerden el gusano” y “recrean recuerdos amargamente”.
Se nota que la madurez en algunos artistas es un estado de gracia, y Corcobado la está explotando con exuberantes alardes de creatividad. Siguiendo el camino inverso de todos aquellos que van girando hacia la oscuridad con el paso de los años, Corcobado ha ido ganando en luz y en poesía. Ahora, por su repertorio aparecen por igual clásicos de la canción melódica que sambas, rancheras, temas en portugués o destellos de la chanson francesa, aunque enmascarados entre un mar de distorsión y electricidad. Un universo propio tan crudo como real.
Corcobado llegó anoche a su cita con el Festival Tendencias de Salobreña (los dos son más que viejos amigos) arropado por la “pequeña orquesta” que integran Juan Pérez Marina a la guitarra, Sergio Devece al bajo, Jesús Alonso a la batería y Josu Urkidi al saxo. En épocas de recortes en las que los músicos se acoplan al formato acústico y recorren la geografía a solas y con su guitarra a cuestas, es un gustazo comprobar que sigue habiendo quienes apuestan por la magia que sucede cuando hay electricidad en el escenario.
Abrió la noche a bocajarro la versión del tema de Manuel Alejandro "Te estoy queriendo tanto" que también da nombre a su último EP, y que continúa esa primera tentativa a las versiones que fue "Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad". Y es que desde hace un tiempo ya, el músico ha dejado claro que su camino es ir hacia la esencia y buscar allí el punto de partida donde nacen las grandes canciones y los grandes poemas (o al revés), hasta darse cuenta de que todos terminan confluyendo en el amor. En esa búsqueda se encontró con perlas tan dispares a las que dar cobijo como "The partisan" (según la versión que hizo Leonard Cohen), "El camino de la noche" de José Alfredo Jiménez, "Le poinçonneur des lilas" de Serge Gainsgbourg, "Coraçao vagabundo" de Caetano Veloso y Gal Costa, "Losing touch with my mind" de Spacemen 3 y hasta la mismísima "Amigo" de Roberto Carlos. A todas ellas le ha puesto el punto justo de vísceras, teatralidad y crudeza para que resulten más suyas que de quienes las cantaron antes que él. También sonaron algunas de los primeros años del universo de Corcobado, como la preciosa "Nieve roja" o "Dientes de mezcal".
Tras la noche de amor con Corcobado, aún queda vida para el Tendencias. El crooner malagueño Zenet tomará hoy el relevo en el escenario con las entradas ya agotadas, mientras que Dorantes hará mañana el estreno absoluto de su nuevo espectáculo con la música de las dos orillas que cabe en su piano.
jantoniog. Disfruté y mucho con Corcobado y su banda.
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