El nuevo punk está aquí

Cuando La Élite decidieron titular “Nuevo punk” a su nuevo trabajo, muchos pensaron que se trataba de una broma o de una provocación. Pues nada más lejos de la realidad, el título es una declaración de intenciones que refleja a la perfección lo que nos vamos a encontrar al escuchar a este dúo de Tàrrega, sin duda la última gran esperanza del género, herederos de los clásicos (La Polla, Eskorbuto, Cicatriz, Parálisis Permanente, RIP…) pero actualizados a los nuevos tiempos y con una simplicidad pasmosa en la ejecución.

Nil y Diosito llegaban a Bilbao en la segunda parada de lo que han denominado “Apretaditos tour”, una mini gira de cinco bolos en locales pequeños (100 personas), para celebrar la publicación de su nuevo trabajo. Las entradas de El Muelle estaban agotadas días antes del bolo, ya que cada vez que los catalanes han pasado por aquí han dejado muy buen sabor de boca, e incluso la última que estuvieron en el Antzoki, como parte del BIME Live, mucha gente se quedó fuera del recinto. Así que, las ganas de verles eran muchas y los y las que acudieron al concierto no salieron decepcionadas en absoluto, entre otras cosas porque sabían, de sobra, lo que iban a ver.

Rabiosa sonó “Nuit folle”, tema con el que comenzaba la fiesta que se alargó tres cuartos de hora (“rápido y sucio”, como decían los Obligaciones y como debe ser el punk), en los que la banda no dio ni un segundo de respiro a unos y unas fans entregadísimas a lo largo de todo el bolo. A continuación, “Mata a tu jefe”, culminado con un “Jefe muerto, abono pa mi huerto”, encendía los ánimos, y comenzaban los primeros pogos con “Todos me miran mal”, canción que reivindica la libertad individual de cada cual, a la par que sirve como declaración de intenciones: “Soy el Diosito, el rey del nuevo punk”.

El poso callejero de “Sixpack”, precedía a “A 180 con mi monopatín”, donde se hizo evidente la comunión entre banda y público, antes de abordar uno de los temas más salvajes de La Élite: “Transpotting”, que grabaron junto a The Parrots, y cuyo videoclip, por cierto, han presentado recientemente. A continuación, sonaba el punk melódico de “Pintando en un CD”, que el propio Diosito confesó que es una de sus favoritas, seguida por “Contento de ser feo”, un tema que, en mi opinión, contiene una de las letras más brillantes del disco: “Con 28 he gastado seis vidas / Un gato negro con zapatos Adidas / Si pudiera pedir un deseo, sería un "te quiero"”

Estaba claro que La Élite habían venido a presentar su último trabajo, pero tampoco faltaron temas antiguos como la irónica (a lo mejor no tanto) “Neo hippie”, con aires ska y la muy punk “Niño Rata”, una de mis favoritas y que bien podrían haber escrito los mismísimos Eskorbuto a finales de los 80… no en vano, se les escapa un “Mucha policía, poca diversión” en la letra, a modo de homenaje a la banda de Santurtzi. A continuación, sale a escena Hofe como invitado en dos temas, demostrando la evidente sintonía existente entre la banda y el músico euskaldun, quien también acompañó a Nil y Diosito en la revisión del inmortal “Autosuficiencia”, de Parálisis Permanente.

Nil anunció que entrábamos en la última parte del concierto con “Bailando”, futuro himno de la banda, con otra letra acojonante y muy reveladora del, por desgracia, insignificante papel de la cultura y el arte en esta sociedad: “¿Por qué no buscas un trabajo? / Todo el mundo tiene uno / ¿Por qué no dejas ese grupo? / No sabes cantar”… en fin, esa es la visión que tantos y tantas tienen de la gente que se dedica a esto, una pena.

Traca final con dos temazos: “Voy a quemar”, canción de amor y (mucha) rabia y “Marlburro”, con la que finalizaba un bolo en el que La Élite demostró el porqué de todo lo que se está hablando sobre ellos, y que tuvo lo que se espera de un concierto punk: música trepidante y directa, mucha rabia y letras potentes.

A ver qué dicen ahora los nostálgicos del género, pero a lo mejor hay que empezar a entender que ya estamos en 2023 y que, por suerte, todo evoluciona ¿no? Pues eso… abramos la mente y disfrutemos del nuevo punk, que llevábamos décadas esperándolo, y por fin está aquí.