La mezcla (im)perfecta

Un soulman y una súperbanda de rock, heavy y psicodelia. A priori, la combinación sonaba algo aleatoria y ese fue el resultado del cierre del Outono Códax Festival en la edición de este 2025, la que hacía la (nada más y nada menos) número quince en su casillero. Sin queja, por otra parte. Podría resumirse en que Quinn DeVeaux caldeó el ambiente de una Sala Capitol que acabó rendida hasta por parte de los más escépticos... o sobre todo por parte de los más escépticos, en protagonismo compartido con la locura controlada de Komodrag & The Mounodor (en la foto).

Así que, por partes. En primer lugar, DeVeaux, ese tipo alto y elegante que apareció en Santiago de Compostela arropado por el cuarteto de soul, funk y R&B Mandota. Ambas partes funcionaron en conjunto y por separado. Costaría decir, de hecho, a cuál de los dos se vio más a gusto sobre el escenario, si a los madrileños o al de Indiana. Y eso redundó en un sonido potente y ajustado. Del rock al R&B, Quinn DeVeaux interpretó canciones de su último disco, “Leisure” (24), intercaladas con otras de álbumes anteriores. Su música es fácilmente disfrutable, tan sencillo como parece para él entonar esa magnífica voz, a la que, con todo, le faltó un punto para meterse a la audiencia en el bolsillo al 100%. Aunque eso es para gustos, mención especial para los temas en que dejó a un lado su guitarra eléctrica, para mostrar su faceta más soul.

Por su parte, Komodrag & The Mounodor nacen de la unión en 2019 de dos grupos: Komodor y Moundrag, y llegaron a Galicia desde la Bretaña francesa, como bien se encargó de indicar, sentado frente a su órgano Hammond, uno de los líderes de esta banda llena de líderes, guitarras, cantantes y baterías (dos, en concreto). Su carta de presentación fue “Ready For The Boogie”, y el recital fue, desde es punto, creciendo hasta alcanzar picos tan destacables como ese “It Could Be You” entonado por uno de los percusionistas. Mucho show, avalado en todo momento por lo engrasado de este mix que, ejerciendo como última noche de esta sobresaliente edición del Outono de este año, terminó por ser la mezcla (im)perfecta.