A doble presentación de nuevos trabajos, doble cartel. Y, a pesar del “pero” que le ponían Ella y los Neumáticos, doble ración de pop. Con el Trashcan Music Club recién inaugurado y oliendo todavía a nuevo (¡Larga vida a estas iniciativas a la contra!), surgían Juvenilia de las profundidades de la Línea 5 para regalarnos su homónimo estreno en Pretty Olivia Records. El que aquí suscribe hacía tiempo que no quedaba colgado de canciones como “Tu esqueleto”, “Atrapados” o “Extraños”. Con el respetable buscando de inicio su sitio en la sala y ajustando el sonido en los primeros acordes, Juvenilia abren la noche con “Solaris”, de su anterior Ep. Las teclas del Nord de Patri, que parece tocar por dos, quieren aportar la elegancia y la divisa a las canciones del quinteto. Tras un repertorio que hubiéramos deseado mucho más extenso, que lo bueno, si breve, es lo peor, suena de despedida, tras “El final”, “La reina del sol”, aquella que nos prohíbe marchar.
Este es el motivo de que nos quedemos. Por esto y para escuchar a Los Ginkas y las cosas que encierra “Maratón de baile” (Chin Chin Records, 16), su tercer larga duración. Más anfetamínicos que Juvenilia, la troika “Ambientador emocional”, “Rita Redbull” y “Cocos fríos” inicia el repertorio de esta noche. Entre la parroquia de los ya experimentados en los conciertos de los pamplonicas, algunos comentan que tal vez no esté siendo su mejor bolo. Aun con la rotura de cuerdas casi en los albores del concierto, o un sonido que, a ratos, parecía ofuscado, la alegría no se diluye. Con “Montaña Fiji”, “Al revés” o “Retumbarama”, de su primer trabajo, imposible deprimirse. Por si acaso, aparecen el pingüino aviador de Mario Gil y su teclado a elevar el nivel del fiestómetro. “Dame entretenimiento”, que de eso se trata, aunque tu madre siga sin verlo claro.
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