En busca de espacio

Se palpaba en el ambiente la importancia de la cita. Júlia Colom presentaba por primera vez en Barcelona las canciones de “Paradís", segundo álbum en el que la cantante mallorquina ha depositado muchas esperanzas de cara al futuro. Sobre todo a la hora de romper con la imagen de cantante aseada y arraigada en el lenguaje musical más tradicional de su amada isla, para dotarle a su música de un barniz de pop electrónico que la lleve a nuevas cotas; a otros públicos.

Por eso resultó algo extraño el lugar elegido para la presentación del disco, dada la nueva senda que desea encaminar la artista. Y es que la puesta en escena, en la sala 3 de L’Auditori de Barcelona, le confería al concierto de ese ambiente formal del que en cierta medida quiere escapar con sus nuevas composiciones. Y es justo por eso que los temas más reposados y desnudos de su primer álbum como “Olivera” o la más oscura y doliente “Tonada de collir figues” sobrevolaron muy por encima de los temas de su último trabajo que, como las iniciales “Una illa per tu i per jo” o “T’he cercat”, tienen un componente electrónico que las desubicaba de la tranquila solemnidad del espacio.

Una sensación de desajuste espacial que se fue disipando a medida que la propia Júlia Colom se iba asentando sobre el escenario, y ganaba en aplomo con esas baladas que, tal y como nos confeso antes de entonar “Sa nit i es dia” es, si fuera por ella, lo único que cantaría. Temas reposados como “Sa Madona” donde nos llevamos una de las sorpresas de la velada al hacerse acompañar, al igual que en el disco, por las dos componentes de Tarta Relena, con las que confirmó también sobre las tablas, lo bien que empastan las diferentes tonalidades de sus voces. Momento álgido del show que confirmó con una “Gelosies” en la que el final electrónico esta vez sí me convenció, y una contagiosa “Necessit” encaminada a darle una mayor proyección en busca de otros públicos.

Sin embargo, el momento que más y mejor disfruté de todo su set fue cuando encadenó “Juntes dins s’aigua” con esa maravilla titulada “Mes avall”, con la que cierra su último álbum, capaz de generar una atmósfera de emoción que debería ir a más en el futuro. A medida que la banda integrada por Martin Leiton (guitarra, laúd), Roger Calduch (batería), Marina Tomás (guitarra) y un esporádico cuarteto de cuerdas, vaya ganando en una complicidad y empaque que la eleve a cotas más altas. Se notan los mimbres, pero también se palpó que están al principio de algo que puede y debe ir mucho más allá.

Júlia Colom - Foto: Gustaff Choos

Y así con un tema tan infalible como “Camí amunt” nos fuimos a casa con la sensación de que todo había pasado como un suspiro, y el convencimiento de que esto es tan solo el principio del despliegue de un nuevo trabajo en el que, el encaje de los temas más rítmicos y electrónicos acabará produciéndose. Aunque, en el fondo, la Júlia que más me gusta es también la que se pasaría toda la vida cantando baladas.