Festimad 05

Podríamos malgastar tiempo y espacio relatando los incidentes que acontecieron tras los increíbles retrasos en las actuaciones del segundo día de festival (debido a unos problemas en el escenario principal), pero para eso ya habrá otras secciones en esta revista. Vamos entonces a centrarnos en la parte musical, que es por la que nosotros nos desplazamos hasta el nuevo recinto del Parque de La Cantueña. Uno de los primeros grupos en subir al escenario Carpa de Festimad Sur fue The Naives, que veía cumplido su sueño de tocar en el festival tras proclamarse como uno de los vencedores del concurso Lanzadera Sur. Su puesta en escena vivaracha y sus canciones rockeras influenciadas por un millar de estilos diferentes refrescó el oído del numeroso público que se apretaba en los aledaños del escenario. Los cordobeses Estirpe, arropados por una multitud de encendidos seguidores, no tuvieron problema alguno para presentar en vivo las nuevas canciones que forman parte de su próximo trabajo “Inventarse el mundo”, donde el rock duro cantado en castellano es el protagonista. Wednesday 13 fue una de las grandes sorpresas del festival, un soplo de aire fresco que mezcla el rock-metal con los disfraces de la noche de Halloween y la actitud punk (no en vano se trata de la banda del vocalista de Murderdolls). Una pena que el horario de actuación no ayudase. Dillinger Escape Plan salieron a escena con el furibundo Greg Puciato lanzando el pie de micro a varios metros como saludo olímpico. Si las competiciones atléticas del 2012 van a ser así, yo también me pondría esa pulsera roja tan hortera. Entre temas como “Sugar Coated Sour” o las recientes “Panasonic Youth”, “Baby´s First Coffin” y “Sunshine The Werewolf”, el torbellino iba tomando cuerpo a medida que el sonido mejoraba y la masa creciendo para ver a los suecos más irreverentes del rock. Pelle Almqvist y los suyos (es decir, The Hives) se autoproclamaron mejor banda del mundo una vez más y, a diferencia de otros, argumentos no les faltan. “Walk Idiot Walk, “A Little More For Little You”, “Diabolic Scheme” y todos sus clásicos son temas redondos y tocados con gracia y actitud, irresistibles para un público metido de antemano en el bolsillo. Unos metros más allá recogieron el testigo Turbonegro con una puesta en escena que anunciaba el aluvión del rock más canalla. Y así fue, nosotros nos congratulamos por la vuelta de los noruegos y ellos por seguir escribiendo la Historia con letras de oro y cuero. Chapeau por un directo incontestable. La impresionante conjunción de técnica y potencia que es Mastodon volvía a nuestro país para dejar claro quien manda a partir de “Leviathan” en los terrenos más abruptos. Los de Atlanta ahogaron a la masa con cada nota en connivencia con un polvo ya en estado de rebelión pero que nada pudo hacer ante la épica de “Blood And Thunder” o un final con tributo a Melvins. La linealidad y monotonía del repertorio de Slayer luchó a brazo partido contra una técnica exquisita y un sonido demoledor. Como si de un motor cogiendo velocidad y temperatura se tratara, Araya, Lombardo y compañía no hicieron concesiones en un concierto que fue de menos a más e hicieron que algunos pensásemos firmar el estar igual que ellos a su edad.Por lo que respecta al sábado, podemos empezar por Peluze, otro de los grupos que representaba a los municipios del sur de Madrid. Su sonido, mezcla del pop de Placebo y el rock de Muse, lejos estaba de sintonizar con un público que pedía en su mayoría rock duro y metal a bocajarro. Aún así las canciones vitamínicas que ya forman parte de su disco debut “?!.” dejaron alto el listón y las formas. Para los siete chicos de Nchi2 la ocasión de actuar en Festimad Sur se presentaba más que apetitosa. Su descarga de rock-metal cantado en castellano fue poderosa y ferviente. El grupo al completo mostraba su entusiasmo y energía mientras desarrollaban las canciones de su primer disco “Transparencia”. Otro de los momentos durante el que los tímpanos dejaron de escuchar rock duro y metal en el escenario grande fue la actuación de Five Horse Jonson. Los de Ohio hicieron alarde de su clase ejecutando la personalísima visión que tienen del rock con influencia de las raíces sureñas americanas. Hedtrip, el secreto a voces cada vez menos guardado del emocore patrio volvió a dar una lección de tablas y dedicación a las melodías. Los barceloneses se sacaron de la manga otro de sus vibrantes conciertos y nada pudo hacer la cámara de gas en que se había convertido la carpa para estropear la belleza de temas como “Excuse Me”. Gran concierto el de Electra, dejándose la piel por agradar y con los temas de su último trabajo rindiendo a un nivel encomiable para alegría de los numerosos fans que asistieron a su ratificación como garantes del nu-metal oscuro por estos pagos, con la colaboración de Germán (Skunk DF) incluida. Después del paripé de Incubus (cincuenta minutos de actuación tras cuatro horas de espera, sección rítmica sobresaliente, actitud y garra muy deficiente) ocuparon el escenario System Of A Down. Tras otra hora de espera, claro está, pero esta vez mereció la pena poder ver el arrollador nuevo set, incorporando cada vez más temas de “Mezmerize” y abusando quizá de su laureado segundo disco y con una versión de Wham como guinda, aunque se echase en falta alguna joya como “Spiders”. Potencia y personalidad desbordante que ridiculizó a la boyband de Brandon Boyd a pesar de los vaivenes de sonido. A las cinco y media de la mañana y simultáneamente al humo negro proveniente de uno de los coches ardiendo, aparecieron Prodigy para que rockeros, metaleros y punkis que se habían colado en el recinto diesen rienda suelta al androide que llevan dentro. Tras disfrutar con “Poison”, “Firestarter” o “Spitfire” abandonaron La Cantueña ya a la luz del día y con la sensación de haber vivido algo que iba a traer cola en días venideros. Las consecuencias, el año que viene