El Navarra Arena fue el lugar elegido para celebrar la edición de 2025 del festival En Vivo, un reflejo de la diversa escena musical de nuestro país actualmente. Una quinta edición que llegaba 12 años después de la última, en donde estilos como el rock, el metal o el rap se mezclaban en carteles que incluían desde bandas internacionales hasta un amplio espectro de propuestas estatales. En la vuelta del festival, el rap ha sido el protagonista, con Kase.O en todo lo alto celebrando su trayectoria de tres décadas.
Una pena no haber podido disfrutar de este despliegue musical al aire libre, aprovechando los últimos coletazos del verano, más aún teniendo en cuenta las políticas de acceso al festival, que impedían la salida al exterior una vez accedías al recinto. En cualquier caso, el espacio navarro cumplió sobradamente con las necesidades de un evento de este nivel.
A las 18.00 comenzaban los conciertos con la rapera navarra Nerea Lorón, también conocida como La Furia, la cual nos hizo entrar rápidamente en calor con unas incendiarias letras en contra del machismo. Apoyándose sobre potentes bases de sampleos clásicos, influencias trap e incluso la electrónica más bailable, La Furia sacudió al público durante 30 minutos con sus contundentes temas y coreografías.
Le siguió Huda, una joven promesa que ya captó nuestra atención en el Barranco Fest de Fitero hace un par de años. Evoluciona notablemente ofreciéndonos una propuesta totalmente relacionada con la escena Hip-Hop actual, pero con matices importantes, provenientes de su origen magrebí y las influencias del Rap francés. Recalcó su clara posición sobre el genocidio en Palestina, reivindicación que fue recurrente durante varias actuaciones del festival.

La siguiente en escena fue Laura Sam. Una ecléctica mezcla de estilos musicales confeccionaban las bases sobre las que esta artista murciana fue recitando cada una de sus obras. Destacaría especialmente el tema “Scroll” y su EP “Amor y Plomo”. Fusionando poesía oral, rap y música electrónica, se aleja del canon del rap más habitual y capta tu atención con sus letras con crítica social y preocupaciones existenciales.

Con una afluencia de público notablemente superior, Juancho Marqués, entró al escenario con el carisma y energía que lo caracterizan. El Navarra Arena le estaba esperando con ganas y nada más comenzar se hizo palpable la conexión entre el artista y el público, que coreó canciones como “Desde el Parnaso”, “Si volviera yo a nacer” o la colaboración con Antony Z “Y aun así nos queramos igual” entre otras. El sevillano supo satisfacer a su público con una selecta revisión de su discografía, pero la puesta en escena no hubiera sido la misma sin la compañía de la impecable banda que le acompaña en directo, ya que aporta un toque de frescura determinante para la interpretación del repertorio.

Estábamos ya cerca del plato fuerte de la noche cuando Delaossa entró en el escenario con una energía arrolladora. El artista malagueño interpretó temas de su álbum “La Madrugá” y de “Un Perro Andaluz” dando un puñetazo en la mesa, dejando claros sus orígenes, toda la herencia del colectivo “Space Hammurabi” y apuntando hacia un futuro prometedor. El público desde el primer minuto correspondió la actitud y entrega del malagueño, se levantaron los brazos y corearon el repertorio sin descanso.
Una parada prolongada entre artistas y el ajuste del sistema de proyección de video fueron los preámbulos de lo inminente. Las luces se desvanecieron, y entre ráfagas de antiguos videos VHS de sus inicios y con un reconocible corte de Miles Davis de fondo, la silueta de Javier Ibarra, alias Javat, se vislumbró en el escenario, venía a mostrarnos “Un gran plan” y lo era, ya que lleva 33 años en la cumbre del panorama del rap en castellano. Empezaba muy fuerte y con “Vicios y Virtudes” seguía más, por lo que a partir de ahí al público se le dibujó una amplia sonrisa, la cual permaneció indeleble durante el repaso por sus más de 30 años de carrera, tanto de su etapa de Violadores del Verso, como ya en solitario como Kase.O.
El espectáculo se convirtió en una montaña rusa de sensaciones, en las que se hilaban desde un tema en exclusiva, hasta anécdotas del pasado, como la de la mochila que le acompañaba a todas partes en sus primeros pasos como MC, y pasando por temas mucho más íntimos o guiños como la colaboración con Najwa Nimri “Mitad y Mitad”. Todo esto, acompañado de sus colaboradores habituales; Fuethefirst, Hazhe y El Momom, a los que se sumaron el imprescindible RdeRumba, y los ya míticos Sho-Hai y Xhelazz, que terminaron de convertir este concierto en una celebración en toda regla.

La verdad es que no se nos ocurre mejor forma de cerrar esta edición del festival En Vivo. Diversidad, reivindicaciones más que necesarias, relevo generacional en la escena y grandes dosis del buen rollo y el ego que caracterizan las voces del rap, fueron los principales actores de esta jornada musical en la capital navarra.
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