Dejen paso a las nuevas generaciones. Llega un momento en toda carrera de artista en la que tienes que asimilar que la juventud te pisa los talones y toca ceder el trono a las caras más frescas. No es el caso del paso de Madee por Moby Dick la pasada noche, pero podría haber sido. La banda demostró que aunque ellos se vean unos abuelos, para el género, sobre el escenario, tienen batería para rato. Sin embargo, al degustar primero la caña con la que Mourn abrió la noche nos pasó por la cabeza un instante la posibilidad de que las niñas se comieran a papá.
“Deberíamos haber tocado nosotros en primera posición”, decía Ramón nada más coger la guitarra.
Fue una noche de comunión, de fieles a Madee y vecinos que se acercaban a ‘modernear’ con la apuesta nacional teen del momento. A través de agresivas guitarras, actitud y una batería espectacular, para la corta edad del componente. Mourn demostró por qué son el centro de atención en el extranjero y van a seguir siéndolo una larga temporadita. “Oye sois muy majos, me lo estoy pasando muy bien. Madrid se nota”, comentaba Jazz. Todas vestidas con camisetas de rallas y el valor masculino con camiseta sin mangas para la ocasión. Presentaron su álbum debut y algunas nuevas canciones. Entre ellas, destacaron un tema en catalán con referencias a Salvador Dalí y otros que incluirán en un nuevo Ep que lanzarán en “primavera”.
“Ahora vamos con la última, ‘Silver Gold’, que es la más ‘hevieta’. Gritamos mucho y eso me gusta”. La energía de Mourn, su honestidad y la ilusión sobre el escenario les convirtieron en el centro de atención de la sala y en el aperitivo perfecto para dar paso al gran atracón. “Os dejamos con Madee, que menudo bolazo van a hacer esta noche, buaah”. Y así fue, Ramón volvió a colocarse el chip cañero, a darle a la guitarra y quebrar la voz como en tiempos pasados. Y nosotros, por nuestra parte, recuperamos muchos recuerdos olvidados que nos pusieron algo melancólicos. “Venimos aquí a tocar lo que hacíamos antes. ¿Qué tal suena?¿Suena Igual? Estamos más viejos y más calvos eso sí”.
Con el “Orion’s Belt” como protagonista de la noche, repasaron una gran cantera de hits. Y es que aún quedan secuelas del aniversario de uno de los discos más queridos tanto por la banda, como por los fans. Los chicos ya tienen la cabeza en otros proyectos, sobre todo Ramón que se encuentra en plena promo de su “Oh Rompehielos”. Pero, cuando vuelve Madee, lo hace con todas sus letras y en mayúscula. “Esto es como en ‘Arma Letal 1’,’Arma Letal 2’, Arma Letal 3’ o ‘Arma Letal 4’. I’m too old for this shit, como dice Danny Glover. Pero bueno, Glover la que nos vamos a pillar después”.
Enganchan, cada vez que vuelven a reunirse para un concierto suplicas que no se vayan nunca más. Y es que sus guitarras te acaban atravesando el estómago y dándote placer. Hasta “Age Of Ruin” el nuevo single de la banda, aunque realmente es de 2008, sonaba bien sobre las tablas. “Vamos a tocar nuestro gran hit, se llama ‘Transference #2’ y salió en la MTV. ¡Mamá que he salido en la MTV!¿Y eso qué es?”. Se iba acabando la noche y Ramón preguntaba al público qué quería que hicieran. “¡Tocad 12 temas más!”, decía uno de ellos. “Aún nos quedan unos cuantos, pero vamos a dejarnos de bis, que Luis se tome su whisky tranquilamente, y continuamos”.
El momento que mejor definió todo este encuentro llegaría con el cierre. “Vamos allá, vamos a hacer la canción más bonita y más larga que tenemos, y no estamos hablando de nuestro pene”. Bromas aparte, Carla, de Mourn, contemplaba ojiplática en una esquina de la sala, pegada al escenario, cómo “Orion’s Belt” despedía el encuentro. La cantaba, saltaba, les grababa con el móvil y desprendía una dosis de admiración que demuestra que la gran triunfadora de esa noche fue simplemente la buena música.
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