La música también se 'conserva'

La noche asturgalaica arrancó con Grande Osso, la dupla DJ de moda en Galicia, habituales en festivales como Osa do Mar, Atlantic Fest o FIV. Iago y Dani subieron a los platos y, en cuestión de minutos, los madrugadores lo agradecieron. A continuación, llegó el turno de Drugos. Había expectación por verlos en Celeiro, en donde la banda ofreció una de sus últimas paradas antes de iniciar su Tour 2026. El grupo, formado por Jano (voz y guitarra) y Luis (guitarra), llegaba con las bajas de Nacho (bajo) y Ale (batería), pero desde el primer acorde quedó claro que aquello no iba a restar ni un ápice de fuerza al directo.

“Siento que estoy levitando” abrió la noche, antes de que el repertorio siguiera la dinámica habitual del grupo: un arranque más contenido que fue ganando intensidad a medida que avanzaban los temas. Alternaron cortes de sus dos discos —“Amor o Dinero” (22) y “Todo Arde” (23)—, caso de “Estoy sangrando”, “Rápido y lento”, “Parece invierno”, “Sal a matar”, “Piedad” o “Tu voz”, junto a hits como “Los martes”. Su estilo característico —una fusión de guitarras eléctricas con toques latinos y flamencos— aportó al directo una textura muy particular. Algo en su ADN recuerda a sus compatriotas Puño Dragón, aunque manteniendo una personalidad propia que se aprecia en la originalidad de sus letras, como en su último single, “M. Pombo”. Para la recta final reservaron “Treinta monedas”, “Artemisa” y “Puntos cardinales”, un estallido de energía que hizo que incluso los más rezagados se lanzasen hacia el frontal del escenario.

Todo apunta a que Drugos será una banda habitual en los festivales y salas de referencia, y noches como la de Celeiro explican por qué. Seguro que todos los asistentes estarán muy atentos a las novedades de la gira de su próximo y tercer disco: Haz ruido mientras puedas. El cierre de la noche lo firmó de nuevo Grande Osso, con lo que siempre transmiten: risas, baile y abrazos. Final feliz. La Conservera de Celeiro demostró una vez más que en la Mariña Lucense pueden organizarse grandes conciertos sin depender de la metrópoli, aseverando su sentencia: 'La cultura también hace falta conservarla. Y aquí en Celeiro se conserva. Y muy bien'.