Un buen viaje

No había comenzado aún la cita “markusiana” y los devotos de Marcos ya estaban gritando a los cuatro vientos su nombre. Había muchas ganas de explotar, de fulminar todas esas comeduras de cabeza acumuladas durante la semana, saltar y volar por los aires. “Venir de Vallecas y ver esto lleno es mucho, es increíble tío. Estamos estrenando en casa “Makinavaja” y con nuevos músicos. Muchas cosas nuevas, nos lo vamos a pasar bien”, soltaba el líder a un público caliente y con ganas de fiesta.

Todo funciona en la propuesta de Depresión Sonora, es increíble la entrega del público al proyecto a toda costa. Con un clásico sold out de La Riviera, Marcos atravesó canción a canción apoyado por una masa que cantaba todas las canciones en versión karaoke y como si fueran mantras de vida. La energía adolescente acumulada se derramaba por todos lados, había tensión, pero también empatía. Esa noche se generó una sensación de comunidad que no es nada fácil de conseguir y se aseguró que Depresión Sonora no ha hecho más que comenzar su buen viaje. “Me gustan mucho los conciertos tío, me gusta mucho ver a la gente que lleva tres años viniendo”.

A pesar de algunos pequeños fallos técnicos y de coordinación que ralentizaron el paso de tema a tema. La bola de euforia de los asistentes no paraba de hacerse más y más grande conforme avanzaba la cita. Desde ese inicio con “mala” ya no había quien lo pudiera parar. Es genial ver cómo los temas de “Makinavaja” ya se han convertido casi en clásicos para los seguidores del proyecto y además generaron algunos de los momentos más potentes del encuentro. Aunque, evidentemente, por allí pasaron temas fundamentales para Marcos desde que construyó este espacio en el que soltar toda su “mierda” y despejar demonios. Pasó por todo: se trajo al presente con banda a “Ya no hay verano”, generó momentazos alrededor de los mejores cortes de “El Arte de Morir muy Despacio” como con “Fumando en mi funeral”, pidió una vez más que guardáramos los “putos” teléfonos para dar paso a “Apocalipsis virtual” y certificó que esa versión de Carolina Durante con su nombre es la mayor “autofelación” que se ha hecho en su vida.

El único que estuvo parado durante todo el concierto fue el Teletubbie que veía cómo el público obedecía y se abría sin pensarlo creando macro pogos por orden del propio Marcos y que más tarde el líder acabaría sobre ellos creando un poco de histeria colectiva en las primeras filas. El que será el único concierto de sala en España de Depresión Sonoro este año cumplió su misión y sentó las bases de un show que ahora toca perfeccionar para reventar el Coachella, así como el resto de fechas que tiene por USA para 2024. Parece ser que Marcos está empezando a sentir que tiene el mundo entre sus dedos en apenas tres años.