La edición de 2025 se recordará como la del crecimiento de MUWI, el crecimiento exigía un cambio. Su números arrojaban cada vez más asistentes y se hacía necesaria una nueva fórmula. Con Bodegas Olarra como wine partner, MUWI ha sabido crecer, creando un espacio que, sabiéndose adaptar al entorno y, ubicado en pleno pleno centro histórico de la ciudad (pocos festivales pueden presumir de ello), ha creado un espacio mucho más homogéneo y amplio, con las zonas del market, barras, conciertos, escenario de djs de continuidad y food trucks, integrados a la perfección. Además, el frontón de El Revellín es ahora una zona dedicada, íntegramente, a sesiones de djs que, simultáneamente al desarrollo de los conciertos, permite un cambio de registro con el marco que ofrece un entorno privilegiado (donde, además, existen zonas contiguas para cenar o descansar) inmerso en pleno Parque del Ebro.
Los conciertos arrancaron el jueves con plena participación riojana. La apuesta salió bien siendo, hasta el momento, la jornada inaugural que más público congregó de todas las ediciones realizadas (2000 asistentes) hasta el momento. Parece que, el hecho de contar con un elenco “autóctono”, fue un acierto, repercutiendo en una mayor afluencia de muwiers. Hubo cabida para padres e hijos siendo la primera toma de contacto con el nuevo recinto que, además, fue gratuita. Pájaro Volador, con un repertorio dinámico que fusiona rumba, reggae o ska, dieron el pistoletazo de salida al festival. Tras ellos, los consolidados Mutagénicos. Su puesta en escena, siempre enérgica, hizo sonar temas de su último disco, "El cuarto", lanzado en 2023, además de dar cabida a algunos de sus temas más reconocibles como "Actualice su fe", cerrando con la versión del "Rumore rumore" de la extinta Rafaela Carrá. Siempre comprometidos a nivel ideológico, mostraron su apoyo total al pueblo palestino enarbolando con su bandera presidiendo todo el concierto. Los últimos serían Psycho Rebel Front (acompañados por Mutagénicos en suuversión de "Isla de Encanta", de los Pixies). Los Psycho fueron contundentes, con una psicodelia envolvente y enérgica, además de diferente a lo que acostumbran a programar los festivales nacionales. Abraham Boba, líder de León Benavente cerraría, en versión dj, la programación del jueves. No sería su única aparición pues su banda formaba parte del line-up del viernes y, además, había estado recitando algunos de sus versos en una de las muchas actividades paralelas programadas por la organización.
From Disco to Cisco fueron los encargados, con sus actuaciones durante la transición entre conciertos, de hacer que la música no se detuviese. También cerraron la noche en el escenario Maldeamores, que ahora se encuentra a escasos pasos de Valbuena, lugar de celebración del “nuevo” MUWI y que, como años atrás, sigue siendo el ocaso de cada jornada.

Entraba el festival en su segundo día. Como ya es tradición, la organización programa, en pleno centro neurálgico de Logroño, en los aledaños de las calles Laurel y San Juan, sesiones y conciertos. Fueron muy disfrutados los sets de Fran Río y Lugg. Ambos mezclaron con calidad y solvencia clásicos atemporales y éxitos actuales. Un año más, el VerMUWI volvía a dinamizar la ciudad.
Ya en Valbuena, recinto principal, Aiko El Grupo abriría la jornada. Su concierto fue enérgico y vibrante, donde guitarras, batería y teclado levantaron, desde primera hora, con la dificultad que acarrea, a todos los presentes. Sonaron las coreadas “A mí ya me iba mal de antes”, “Niños furbito y niñas lo que sea”, “Es la forma que tienes de ocultar algo que hay en tu mente”, “Romantinski” o “Prefiero tener suerte a tener buen corazón” que agitaron al público una y otra vez. También la versión de “Toro”, de El Columpio, que les acercó un poco más a todos aquellos que no conocían la banda. Gran paso por Logroño.
Tras ellas, Rozalén, sin duda el nombre más conocido para el gran público de todos los que componían el cartel de esta edición. Acompañada de nueve músicos y de Beatriz Romero, su inseparable intérprete de signos, fue capaz de sacar un sonido limpio y de calidad, tocando muchos de los estilos que componen la música actual. Su solvencia fue mayúscula, cercana y sensible, comprometida, capaz de conquistar al ecléctico público que estuvo presente, fuesen seguidores o no. "Llévame", "Vivir", "Girasoles" o "La Puerta Violeta", fueron los temas más aclamados que, por su sensibilidad y temas abordados llegaron, incluso, a emocionar a parte del público.

En un giro total aparecía en el escenario Califato ¾. Los andaluces arrancaron con "Saeta" y navegaron entre la calma y la intensidad, pasando por las trompetas y ritmos de la Semana Santa (acompañadas de la proyección de imágenes y de una puesta en escena muy teatral). Su fórmula, mezcla de electrónica y flamenco, se apoya en las figuras de la cantaora María José Luna y la genialidad de su frontman, Manuel Chaparro. "Bulería del Aire Acondicionado", "Tu Cadena", el remix de "La Puerta de Le Parody", "Alegrías" o "Historia de un Amor", fueron algunos de los catorce temas con los que se presentaron en Logroño.
Otro de los momentos esperados de la edición era el de León Benavente. 18 temas intensos que arrancaban con "Úsame / Tírame" y concluían con "Ayer Salí". Puede que la escenografía no tuviese el calado de la anterior ocasión en la que estuvieron en el festival, sin embargo, la contundencia de sus temas y su calidad musical no defraudaron en absoluto. Se recordarán "Nada", "Amo", "Tipo D" o "Ser Brigada", como algunos de los momentos épicos de la jornada del viernes. De nuevo, Boba y los suyos arrollaron demostrando seguir siendo una de las bandas nacionales punteras.

Cerraba, en otra de las tradiciones del festival, el logroñés Edu Anmu. Selección cuidad de temas que, fusionando pop, electrónica y rock, y mezclados con mimo, hicieron que todo el mundo no dejase de bailar hasta el cierre. Además, su set estuvo acompañado de visuales que aportaban aún más empaque a su propuesta y demostraban que sigue en plena forma. Destacar también las sesiones de continuidad de Panoramis, trabajadas y bailongas, de mucha calidad (otro de los clásicos del MUWI) y la buena acogida del escenario del Frontón con César Gallard y Mckenzie a los mandos. Falefou cerraba la jornada en Maldeamores.
El sábado, de nuevo el VerMUWI abría el día. Panoramis e Ipu dj, como había ocurrido el día anterior, hacían que el centro de la ciudad siguiese respirando festival. Iba a ser un sábado que se recordará durante años.
El recinto principal abría con la banda que, sin duda, y después de todas las ediciones celebradas, fue la que mayor público ha atraído a un inicio de día. Salían a escena Los Punsetes. Su concierto fue de menos a más a nivel de sonido. "Opinión de Mierda" fue el primero de los veintiún temas de su repertorio. Tras sonar "Vas hablando mal de mí", "Mabuse", "Idiota", "Arsenal" o "Dos policías", entre otras, serían "Tu puto Grupo", "Me Gusta que me pegues", "Viva", "Tus amigos", "Maricas" y "Una Persona Sospechosa" las que, en un final apoteósico, dejaron claro que están, y que siguen siendo la banda que ha marcado parte de las últimas décadas de la escena. Adriana y su rigidez, además de sus visuales, son siempre alucinantes y, su concierto, sin duda, uno de los triunfantes de este 2025. Y es que el sábado venía fuerte.

Cambiaba el discurso musical con Zetak. Sin lugar a dudas, también en el top de los bolos de la edición. Los vascos sorprendieron a muchos de los que no conocían su música. Es curioso cómo, a escasos kilómetros de La Rioja, hay bandas que, por cantar en euskera, no llegan a calar cuando en País Vasco son auténticos fenómenos de masas. Pues lo que está claro es que, tras su paso por Logroño, su radio de acción se ha ampliado. El suyo fue un increíble espectáculo de sonido e iluminación, una lección de cómo, tanto la creatividad musical como escenográfica, midiendo cada detalle de manera sofisticada (pero con naturalidad desbordante), puede mantener expectante a un público que parecía embelesado. Comenzaron con "Anguleele", de su último álbum, "Aaztiyen". Fue también un repaso de los temas de todos su álbumes como "Nirekin", "Hegan", "Suziri Bi" o "Zoriontasuna", también con hueco para versiones como la del "Pumped up kicks" de los Foster the People, terminando con algunos de sus hits como "Deskontrola" o "Aralarko Dama". Tras su concierto la sensación de que sí, de que se iban triunfantes y como uno de los más destacados.

Las Hinds tomaban el relevo. Sin serlo, quizás la presencia más “internacional” de esta edición que, a diferencia de otras, no presentaba nombre alguno. En 2024, tras cambios importantes en su formación original, lanzaban su último álbum, "Viva Hinds". Tras el hype de sus inicios fueron vilipendiadas por parte de crítica y redes sociales. En Logroño se encargaron de demostrar que lo hacen bien, oye. La basura de la nueva forma de información no debe ser siempre valorada y ellas se encargaron de dejarlo claro.

Carolina Durante era el último de los conciertos de la noche. Los madrileños están en forma, muy en forma. Son referente total y siguen demostrándolo en cada una de sus actuaciones. "Joderse la vida" era la primera de sus veintiuna canciones, la mayoría coreadas, demostrando cómo han calado todos sus discos. Desde aquellos “muertos vivientes” la cosa ha ido poniéndose muy seria. Tienen tantos hits que no pueden sonar todos, llegando a echarlos de menos. Pero chico, qué carisma tiene esta gente. Bailan hasta cojos. Y es que dentro de su ya tradicional oficina se curraron un buen pitote que pasó por MUWI para pasar a engrosar esos recuerdos que perduran, seguro, para siempre. Sonaron temas como "Tempo 2", "Granja Escuela", "Cayetano", "Joder, no sé", "Probablemente tengas razón", "Perdona", "Hamburguesas", "Normal" y el cierre final con "Las Canciones de Juanita". Tremendos.
En el apartado djs, también el tradicional cierre de David Van Bylen con su calidad en mezclas, bailes eternos y hits, combinación que tanto gusta al público nacional y cuya repercusión es bien merecida. Las transiciones entre conciertos, acertadas y elegantes, manteniendo el pulso de la noche, fueron obra de César Gallard. Y en el escenario del Frontón, también calidad con los sets de Lazy Sunday (quien también cerraría el día en el escenario Maldeamores) y Dj Moderno.
Encaraba MUWI su última jornada del domingo. Esta, por sus actividades y horarios suele ser la más familiar, y así se notaba por la presencia de público de todas las edades. Hubo tiempo para varias actividades y conciertos. Paipo, locales, demostraron un gran control de todos los géneros musicales y dieron una lección ecléctica y de fusión, cargada de calidad. También Los Bengala, amigos ya de la ciudad. Su rock crudo y directo cuenta con una buena legión de fans incondicionales y la manera de agradecerlo fue la de no parar de darlo todo encima del escenario. También elegantes los Jo & Swissknife, estos, sí que sí, broche final de la edición.

Durante el domingo tuvo cabida, de nuevo, la propuesta joven de la academia Amadeus, con su Amadeus MUWI Band, futura cantera musical de la ciudad, las sesiones de Paola Feregrino y, de nuevo, Van Bylen, con una sesión familiar y bailada por padres e hijos, y Edu Anmu en su versión The Poprockers! que tanto éxito tuvo en el extinto Menhir, templo de la música independiente de la ciudad. Además, la parte más “infantil” tuvo a Pata Punn!! y Pin Pam Pum djs como protagonistas. Fue un día de exaltación gastronómica con las chuletillas, la paella o las patatas con chorizo como protagonistas. Las tradiciones hay que cuidarlas y eso también lo sabe la organización.
Y es que MUWI se ha reinventado y, ese salto de fe relacionado con el crecimiento y el cambio de recinto ha sido un éxito. Hasta ahora, la edición más multitudinaria y, quizás, a pesar de los buenos momentos vividos en la bodega, la mejor por estructura y accesibilidad, además, de por contar con una destacada calidad musical en su cartel que, a la postre, fue certificada durante las jornadas. La apuesta ha salido adelante. El salto de fe es una realidad. El reto, conjugar música y centro de Logroño y evitar los problemas acústicos derivados de un evento que, por otra parte, dinamiza la ciudad, su cultura, ocio y economía. La organización ya trabaja para la futura edición.
Gran trabajo de Impar Eventos en todas las cuestiones organizativas. También éxito en el apartado de la sonorización, con Fac 26 a la cabeza, destacando en este aspecto la puntualidad y exactitud en todo lo programado. Este es, sin duda, uno de los puntos en los que más destaca el evento. Es un hecho que MUWI sigue creciendo y se ha convertido, sin duda, en un referente de los festivales de la zona norte del país.
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