La primera impresión que uno tiene cuando llega a las inmediaciones del Circuito de Jerez es que se encuentra ante una escena de las cruzadas. En el aparcamiento, como si de las huestes infieles de Saladino se tratara, la mayoría de los asistentes se preparan para el asalto, algunos esperarán incluso al amanecer. Una vez dentro, efectivamente, lo mas parecido a una gran fortaleza medieval de cemento y asfalto cuyo patio de armas albergaba este año cuatro escenarios. Y es que tras dos ediciones en el trazado jerezano, es concluyente que Creamfields Andalucía ha ganado en logística pero el recinto no termina de cumplir las expectativas de un evento que se supone, y así lo es por cartel, uno de los festivales más importantes del sur de Europa. Y nos referimos a espacios alternativos a los escenarios -viene a la mente las últimas ediciones en Villaricos- para hacer menos monótona la estancia y evite el continuo éxodo hacia la calle. Rediseñar alguno de los escenarios pequeños con una estética mas recogida y envolvente podía ser una opción, este año había propuestas musicales que lo sugerían.
Nos constan los esfuerzos de la organización en otras infraestructuras como la zona de acampada, aunque 42 grados son insoportables al sol y a la sombra. También las lanzaderas a las playas y a la estación de tren y autobuses dieron un importante servicio.
Una vez este repaso por el continente, aunque ya sabemos que la organización estudia un cambio de ubicación, vamos con el contenido que es lo que nos trajo a Jerez en uno de los fines de semana más calurosos de este verano. En la primera jornada del festival, las primeras actuaciones comenzaban temprano ante un público poco numeroso que iba llegando a cuentagotas al recinto. El live electrónico con tintes poperos del francésYuksek inauguró el escenario principal Barceló. Su televisivo sencillo “Tonight” espabiló a un centenar de personas. Mientras Aldo Ferrari con sus habituales largas mezclas de sonidos funky-breaks y el trío británico Foreing Beggars mezclando el hip hop con elementos sonoros que pasan por los géneros de dubstep, el drum’n’bass o el grime abrieron boca en el Sherry Stage. En este mismo escenario destacó la banda de rock electrónico, Modestep, y Aeroplane mantuvo las ganas de fiesta con su electrónica de baile. La actuación de Orbital era una de las más esperadas esa noche junto con la de The Chemical Brothers (dj set) siendo la de estos últimos su única actuación en España. Los hermanos Hartnoll aparecieron con un conjunto de proyecciones visuales geométricas, efectos láser y sus gafas lumínicas como seña de identidad, para presentar su último disco de estudio en ocho años. Un espectáculo audiovisual que hizo las delicias de una audiencia que ya se contaba por miles. Las percusiones metálicas y sus sesiones progresivas dieron muestra de que el germen de Orbital sigue estando de actualidad. Las remezclas de los británicos The Chemical Brothers fueron de menos a más durante casi tres horas. Siendo el reclamo del cartel para esa noche, muchos de los asistentes se preguntaban si estaban ante uno de los grupos fetiches del panorama electrónico mundial, al intentar reconocer sus rostros entre tanto humo y el bombardeo constante de luces estroboscópicas. Dejaron un regusto decepcionante en su versión dj set, no tanto por la indiscutible calidad de sus cortes, sino por su pobre puesta en escena y apatía sobre un desnudo Alhambra Open Air. El productor Carl Craig, presentó su espectáculo 69 LIVE que conmemora los 20 años de existencia de Planet E, su sello discográfico. Trasladó la mejor música techno de Detroit, con claras influencias de jazz y soul, al circuito jerezano. Para cerrar el escenario Barceló, regreso triunfal de Feed Me un año después al Creamfields. Spor apostó en esta ocasión por sacar a relucir su faceta más electro y sus visuales hicieron el resto. A pesar de algunos problemas técnicos con el micro en el Andalucía Suena, The Zombie Kids hicieron sudar durante dos horas a su legión de seguidores, que vibraron con sus habituales mezclas de electro con house, indie y hip hop. Finalizaron con el “This is love” de Bob Marley viendo amanecer.
Pocas horas después arrancaba de forma accidentada la segunda jornada. Una fuerte ventisca arrancaba una de las pantallas del majestuoso escenario Barceló y el retraso dio al traste con la actuación de Dorian -junto a Flying Lotus las bajas sobrevenidas de este año-. La tarde noche precisaba algo "fresquito" y qhe mejor que Nancys Rubias, que teloneaban a sus “madrinos”, Fangoria. El espectáculo de revista que ofrecieron Alaska y Nacho Canut, con un cuerpo de baile y casi todo enlatado, hizo cantar al unísono al respetable temas que marcaron una generación en nuestro país, como “Un hombre de verdad”, “No sé que me das”, “Quiero ser santa”, “Bailando” y “A quién le importa”. Tras este aperitivo el sábado se metía en harina con dos de los djs más internacionales de la escena patria, Juanjo Martín y Wally López precedieron a los alemanes Modeselektor-una de nuestras recomendaciones más acertadas- que hicieron subir, aún más la temperatura con sus mezclas de UK garage, grime, e IDM, dejando al público preparado para recibir a la descarga adrenalítica de Knife Party, uno de los momentos más explosivos de esta edición. Previamente, en el Sherry Stage, tras el exhuberante directo de Africa HiTech, llegó una de las sesiones más pintorescas de ese escenario, donde los sonidos de ritmos étnicos africanos, flamenco y el house, tienen cabida en las mezclas del artista barcelonés John Talabot, que se ha convertido en una de las revelaciones de la electrónica en los últimos tres años. El back to back DJ set de Four Tet y Caribou duró tres horas. Estos dos exploradores de la electrónica experimental, forman un tándem perfecto para envolver a los asistentes con sonidos conceptuales y atmosféricos, pasando por el jazz, soul music, downtempo, tech, house, etc. La contundencia de Dirtyphonics se plasmó en el escenario Alhambra Open Air, ofreciendo un espectáculo original, sonidos enérgicos como el dusbtsep, drum n’ bass y bass Music, caldearon el ambiente hasta incendiarlos del todo. Para no bajar de revoluciones, el dúo de macarras que conforman Crookers, siguió dando caña ofreciendo un electro-house gamberro, no defraudó a sus “Lots of Friends”. Uno de los platos fuertes del Creamfields, de este año era Miss Kittin, imprescindible ya en las raves y escenas de música electrónica de Europa, mezclar electropop y techno, con arreglos generados por sintetizadores, micros y demás material, hacen de la dj francesa que tenga su propia identidad sonora. Estuvo muy comedida. Volviendo al escenario principal, los 17.000 asistentes se agolpaban para escuchar a Steve Aoki, que presentaba su último trabajo “Wonderland” (2012). Como cualquier vencedor del trazado jerezano, el japonés se subió al “podio” de su mesa de trabajo y bañó con cava a sus multitudinarios asistentes. Su sesión supera el concepto de espectáculo y lo transforma en una experiencia verdaderamente increíble, con toques house, convirtiéndose en una mezcla de dance-pop y disco-rock. Magistral la remezcla de School Boy. El encargado del 'closing sunrise set' del Creamfields 2012 fue el afamado dj holandés Tiësto, que alargó la despedida hasta las 9:30 de la mañana del domingo. Aliado con un sonido brillante ofreció una sesión redundante en hits de efecto inmediato. Las claras del día dejaron ver un publico divertido, trufado de originales disfraces y de caras sospechosamente sonrientes que obligó al tulipán negro de la electrónica mainstream a hacer incluso un bis antes de marchar en su lujoso Mercedes negro.
El ejercito de infieles abandonó pacíficamente la fortaleza. Eso sí, todos a su paso por el reverberante túnel que daba con sus huesos en la cruda realidad del descampado, tarareaban felices el "Seven Nation Army" de The White Stripes. Curioso ¿no?.
creo que no mencionar el increible juego electronico y apoteosico de el live de nathan fake es un fallo, al igual que alagar la sesion de crookers, la cual habiamos escuchado mas de uno hacia una semana en el ARENAL SOUND, también faltaria hablar de la muestra de calidad por parte de Maceo Plex
no es la única actuación de los chemical brothers en españa. Los tenemos en ibiza...
Frit kalkbrenner estubo espectacular no hizo bailar a todos.. Una pena que se solapara con orbital. No tiene nada que envidiar a Paul. Fue un ejercicio de calidad y de buen gusto musical. No me explico que hagáis mención de el?