Concierto de domingo

Cualquier domingo de octubre podrías quedarte en casa escuchando a Axolotes Mexicanos y lamentándote porque se acerca el lunes y tu fin de semana no ha sido para tanto. Pero el pasado día 13 no fue el caso y la sala Sol se llenó de gente capaz de levantarse del sofá en el día menos propenso a ello.

El grupo formado en Asturias pero ya afincado en Madrid tocaba dentro del ciclo Momentos Alhambra y salió al escenario con mucha energía. El estado de semi embriaguez caracteriza sus directos. En ellos da la sensación de formar parte de una quedada de amigos en la que el público es uno de esos colegas que siempre dan la nota, y la banda es el otro que se motiva y la da todavía más. En especial Olaya, la cantante, que mantenía al mismo tiempo una conversación con la banda, ella misma y un público enganchado y participativo.

La sucesión de temas fue frenética y en ningún momento se bajó el ritmo, obviando alguna equivocación del grupo, ni siquiera en los parones en los que la cantante hablaba. Todo se desarrolló de manera muy fluida y desenfadada, con el público respondiendo siempre positivamente o siguiendo el rollo. Quizás la duración del concierto (una hora escasa) pudo parecer corta, pero a base de disparar canciones de dos y tres minutos el repertorio que tocaron fue bastante extenso .

Cubrieron desde clásicos de su primer EP como Infectados hasta un tema inédito que decía: “Te quiero follar, te quiero matar, no sé lo que quiero, pero quiero más”. La coaa prendió,  el público se aprendió rápido el estribillo y lo coreó como si la conociera desde hace tiempo. Sonaron también algunas de sus canciones más divertidas como Interestelar o Te miro mientras duermes y por supuesto no faltaron aquellas con las que el grupo se luce como Nacida para sufrir, Disparo de amor, Sin ti y su single más conocido, Astor, que quedó reservado para el final. UN final que dejó con ganas de más y la sensación de que este domingo sí que había merecido la pena levantarse del sofá.