La llama del Antorcha
ConciertosAntorcha Festival

La llama del Antorcha

9 / 10
Toni Caballero — 24-11-2025
Fecha — 29 noviembre, 2025
Sala — Multifuncional de Bayas de Miranda de Ebro
Fotografía — Naikari Díaz

Antorcha Festival no sólo crece, también se propaga. La segunda edición del festival Mirandés congregó a alrededor de 3.000 asistentes en el Pabellón Multifuncional de Bayas para disfrutar de la mejor música punk y oi! del panorama nacional e internacional.

En esta ocasión, la agenda musical matutina se trasladó a la Fábrica de Tornillos. El pabellón colorado hizo de sede para los recitales de Disasters Jack y Chulería, Joder!. Los conciertos gratuitos fueron todo un éxito, comenzando por la banda hardcore punk de Barcelona, con un sonido potente y estética ligada al skate; y posteriormente con el punk-rock de Iratxe, Antón, Eneko y Miryam, directamente desde Ezkerraldea. Ritmos rápidos con letras mordaces, tanto en castellano como en euskera, para ir abriendo apetito.

Una vez zanjada la propuesta matinal, centenares de festivaleros pusieron rumbo al Multifuncional de Bayas. Muchos lo hicieron a pie, conversando y pese al gélido frío mirandés. Ya en el pabellón principal, el primer grupo en 'dar gas' fue Suzio 13. Desde 'Madriz', estos City Punk Rockers empezaron bailando con la más fea, ya que los primeros acordes comenzaron a sonar pasadas las cuatro de la tarde, pero su excelsa energía y bien seleccionado repertorio ayudaron a que los primeros valientes acabarán entregándose a la causa.

Recogió el testigo Sons of Aguirre & Scila, una de las bandas más esperadas de la tarde. El colectivo valenciano de rap, punk y rock golpeó con fuerza en la ciudad, armado con letras de crítica política y social, satirizando temas como el capitalismo, el fascismo, y la desigualdad social. Scila aportó su sonido de metalcore como base. Nadie pudo hacer caso omiso, 'ni mirar hacia otro lado', con lo que ocurrió en su show. No faltaron sus grandes hits, sacaron el fusil y cabalgaron entre Cuba y los machos cowboys antes de morir en un Ebro que ayer cambiaron por su habitual Mediterráneo.

Los históricos Kaos Urbano saludaron ya bien entrada la tarde. Antifascismo en vena, los suburbiales dejaron todo en el escenario con calidad y actitud, como Cantoná. Punk al canto para un respetable que supo valorar la experiencia y el buen hacer; también en la línea de Segismundo Toxícomano, los siguientes en saltar a las tablas y en brillar con clásicos como 'Las Drogas' o 'Por ti', muy coreadas por un público entregado. Dos bandas icónicas como preámbulo para los suecos Perkele, referencia del punk oi! internacional, que presentó su disco 'Teather'". La apuesta internacional también cayó de pie en la segunda edición porque compartir idioma no es imprescindible para sentir la música.

El plato fuerte llegó con Non Servium. Los madrileños repitieron en el Antorcha con un repertorio repleto de himnos y una oferta que saltó desde sus tres primeros discos hasta las creaciones más recientes. Un regalo para los antorcheros, un set especial para los que sostienen la llama. El punto álgido llego con un espíritu del Oi! vive a través del sonido urbano, de los barrios, y de estos pandilleros con décadas de compromiso a las españdas. No faltaron los pogos ni las bengalas. Éxtasis total.

Cerraría la jornada Decibelios, historia viva del oi! nacional, que sólo había tocado un puñado de veces desde que la banda dejó de tocar a finales de los 80; y los enérgicos Arpaviejas, que llegaron con ¡Ramón y su camión' para terminar de ponerlo todo patas arriba.

La segunda edición del Antorcha se erigió en la constatación de lo que ya se podía entrever, estamos ante un festival como la copa de un pino que se ha ganado su puesto, por méritos propios, en la escena. Un festi sigue ganando antorcheros para sostener la llama y cada vez más superficies combustibles para propaga el fuego.

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