Reinas de aquí y de allá
ConciertosBilbao Bbk Live

Reinas de aquí y de allá

8 / 10
Martin P. Corral, Martin del Busto y Dave Blanco — 14-07-2025
Empresa — Last Tour
Fecha — 11 julio, 2025
Sala — Kobetamendi, Bilbao
Fotografía — Aliron Studio (Ju.-Vi.) y Dave Blanco (Sá.)

No peco de subjetividad cuando digo que el Bilbao BBK Live 2025 ha sido el mejor festival de lo que llevamos de año. 3 headliners históricos como el britpop de Pulp -quienes presentaron su primer disco en 24 años por primera vez fuera de Reino Unido-, el soul y R&B de Raye, una de las mejores voces del panorama internacional, llegando a notas prácticamente imposibles, y una de las mayores divas pop de todos los tiempos y emperatriz de la música dance Kylie Minogue. Además de un entorno natural espectacular como Kobetamendi que desearían los festivales de Madrid y Barcelona, hicieron de la 19ª edición una de las más multitudinarias que se recuerda por encima de los 115.000 asistentes.

Aunque si bien los nombres internacionales - entre los que también destacaría el rock de Amyl and The Sniffers, el retrofuturismo de L’Imperatrice o las propuestas electrónicas de Bicep y The Blessed Madonna - fueron más que contundentes, los nombres nacionales desde luego no se quedaron atrás. Y es que juntar a Amaia y Bad Gyal en una misma jornada, antagónicas y aclamadas popularmente más que cualquier otra como “reinas de España” es una drclaración de intenciones de la hegemonía que puede dominar el festival vasco ante cualquier otro competidor estatal. Y no solo fueron ellas, si no que Carolina Durante, -mejor disco de 2024 para MondoSonoro- en el primer concierto de Diego sin muletas y en el aniversario de “Yo Pensaba Que Me Había Tocado Dios”; Judeline, que ya no es la artista emergente del momento si no una de las más reconocidas de su generación; O Rusowsky, que se ha marcado uno de los mejores por no decir el mejor disco nacional que llevamos de año. Por no hablar de las propuestas emergentes de la programación gratuita del Bereziak como Grande Amore, Lúa de Santana o Sanguijuelas del Guadiana. Demuestran que el Bilbao BBK Live es un festival que sabe lo que queremos escuchar y cómo ponerlo en marcha.

La climatología presente en las tres jornadas añadió un toque mágico al festival que funcionó como un ciclo perfecto. Calor, riffs, trance, soul y la propuesta latina única de Ca7riel y Paco Amoroso fueron un inicio perfecto para coger un impulso que terminaría con la actuación inédita en esta gira de Amaia cantando “La Vida Imposible”. En medio de una de las mayores tormentas que se recuerdan de los últimos años que obligó a paralizar el festival durante casi una hora. Afortunadamente la siguió una voz como la de Raye, que se abrió paso entre la lluvia con la fuerza de más de mil rayos para luego llevar caos frenético, bailable y embarrado a los escenarios urbanos y electrónicos que la sucedieron. Afortunadamente tras la tormenta siempre llega la calma, ahí estaba Alice Phoebe Lou para cantar a nuestra alma. Una vez llegada la calma se puede recuperar la euforia, casi instantánea con Carolina Durante y sin duda mantenida por dos grandes divas como Kylie Minogue o Nathy Peluso. Encargadas de cerrar los escenarios principales para quien no consideraron la propuesta de Damiano David a la altura del festival, algo fácil de olvidar si priorizamos calidad a popularidad y nos dejamos perder en el Lasai, Basoa o la despedida frenética queer de The Blessed Madonna. - M.P. C.

Jueves, 10 de julio 

Pablopablo
Con una puesta en escena minimalista, letras llenas de vulnerabilidad, y un paseo por una música enigmática, pablopablo invitó a todo Kobetamendi a entrar en un maravilloso sueño del que nadie quería salir. Acompañado de un saxofonista a su derecha y un batería a la izquierda, pablopablo presentó su primer disco “Canciones en Mi”, y ante la eufórica entrega del público no se olvidó de cantar algunos de sus primeros singles ya convertidos en hits, como “Otra Vida” o “Sidekick”. Un inicio potente de esta edición del BBK que refleja perfectamente que en casa nos sobra calidad musical y en la suya también, aunque no necesite a su padre para brillar. El madrileño tiene luz propia. - M.P. C.

Seguro que muchos agradecieron el cambio de hora porque pudieron ver a Hinds y Pablopablo sin problemas de horario. Pablo estuvo sensacional. Es difícil traducir un disco tan íntimo como “Canciones En Mí” al directo y cumplió con creces. Canciones como “Todavía” o “Siempre Te Quiero A Veces” sonaron aún más épicas. La voz de Drexler habitaba entre su característico falsete y un tono casi conversacional, como si fuera tu amigo. Un amigo con una carrera de música bajo el hombro pero un amigo. También resulta difícil pensar cómo una banda formada por tres personas puede generar dinámicas tan emocionantes. Saxofón, teclado/guitarra y percusión. Ya está. - M.D.B.

Raya Diplomática
El pop-punk marica agresivo de Javi Calvo y su banda conformada junto a Marcos Frías de El Buen Hijo, Alex de Lucas de The Parrots y Elena Rodríguez directora creativa de los vídeos de Stella Maris, abrió por partida doble (como único acto del Bereziak del jueves y sustituto de Wunderhouse abriendo el escenario Repsol) una jornada llena de talento español con nombres como Hinds, PabloPablo, María Arnal, Judeline o Cala Vento. A caballo entre baladas indie épicas como NO ME QUIERO MORIR, ritmos frenéticos a gritos y varios adelantos del que será su primer álbum, la banda no sólo busca ocupar espacios, si no que el colectivo los domine. En Raya Diplomática no se pide perdón ni permiso, su música es rebelde. - M.P. C.

Hinds
Apenas dos horas antes de iniciar su concierto, se anunciaba un cambio de escenario para Hinds; nada más y nada menos que al Nagusia, el escenario principal. Las madrileñas lo dieron todo ante un público entregado (incluso con un sol abrasador) derrochando carisma. “Nunca hemos tocado tan pronto y con tanta buena respuesta”, decían. Presentaron casi todo su último trabajo “VIVA HINDS” y el público no paró de saltar en todo el set. Su versión de “Girl, so confusing” de Charli XCX y Lorde era tan auténtica que podrían haberla escrito ellas. Sin duda, un gran pistoletazo de salida en la primera jornada del festival. - M.D.B.

Hinds

María Arnal
Presentar un disco inédito en directo no debe ser fácil para ningún artista. Sin embargo, lo que trae María Arnal entre manos merece mucho la pena. Un gran ejemplo de que la típica excusa de “no me sé las canciones” no deja de ser una absurda barrera para disfrutar de propuestas valientes, experimentales y personales. Salió acompañada de varias bailarinas, unos visuales muy sugerentes y muchas ganas de interactuar con el público, algo a lo que no estábamos acostumbrados. “Visca Palestina lliure” pronunciaba con orgullo entre canción y canción. Dejó momentos mágicos como el tema dedicado a su tía “Por Tus Penas” en la que no pudo evitar emocionarse. Está claro que tras coronarse como una de las artistas y productoras más polivalentes y experimentales de los últimos años, “Ama” promete ser uno de los discos del año. - M.D.B.

Judeline
Aunque Lara ya estrenó este espectáculo el pasado enero en Sala Santana, se nota lo mucho que ha evolucionado. Si hubiese que describirlo con una imagen sería la clásica estampa del ángel en el hombro y el demonio en otro. Acompañada de su “demonio”, Héctor, su banda y 3 bailarinas, presentaron el universo de “Bodhiria” en el escenario Repsol. Su presencia escénica es hipnótica, vocalmente impecable y todo el concierto rodó sin fisuras. Su banda suena rica, precisa y con mucho sabor. Se nota especialmente en la percusión durante “Canijo” o “Ángela”. El escenario le quedaba algo pequeño, tanto por su alcance (todo el público “gen-z” del festival estaba allí) como por infraestructura (la torre de metal ocupaba casi la mitad) pero solo deja claro que Judeline tiene mucha guerra que dar. - M.D.B.

Michael Kiwanuka
El público estaba expectante ante uno de los nombres más esperados de todo el cartel y enseguida incendió el escenario San Miguel con una atmósfera cálida y acogedora. Es reconfortante ver a tanta gente encima del escenario compartiendo la misma pasión y remando hacia la misma dirección. Tras presentar algunos temas de su útlimo album “Small Changes”, no tardó en entonar clásicos como “Cold Little Heart” o “Love & Hate”. Entre la gente se escuchaba “podría estar cinco horas escuchándole que no me canso” y así es, era como una comida familiar en su casa. Hubo momentos de absoluta maestría vocal y puro disfrute. Su equipo de coristas era sensacional. De hecho, referirse a ellos como coristas chirría porque en muchos momentos cobran incluso más protagonismo que Kiwanuka. Nada de egos ni jerarquías. - M.D.B.

Michael Kiwanuka

Kaytranada
Es difícil pensar en un mejor candidato para pilotar un dj set en el escenario principal que Kaytranada. Ese groove tan característico retumbando por todo Kobetamendi puso el broche final a un gran primer día del festival. Sus producciones llenas de sabor y toques africanos estaban acompañadas de voces tan carismáticas como Ravyn Lenae, Kali Uchis, Aminé o PinkPantheress. El público no paró de bailar imitando los pases del propio Louis en las pantallas (con un magistral juego de cámaras y efectos de distorsión). Es muy interesante verlo tan suelto en el escenario tras haber sido una figura casi ermitaña en el mundo de la música. - M.D.B.

Japanese Breakfast
Tierna y carismática, Japanese Breakfast fue para muchos un comienzo mágico de festival. Con una energía naïve y genuina cada vez más difícil de encontrar en grandes formatos, la banda de indie pop transitó su particular y etéreo espectro del género con percusiones que la acercaron al indie rock, guitarras que la llevaron al dream pop y hasta un gong como seña de identidad de las raíces del proyecto. - M.P. C.

English Teacher
Mi gran descubrimiento del BBK 2025 fue la actuación de English Teacher. Lily Fontaine atrapó a todo el público en los brazos de su cálido slowbeat a caballo entre melodías de post-punk, art-rock y poesía con estructuras poco convencionales. Un set sincero y vibrante para la exploración de los límites entre beat y palabra. - M.P. C.

Pulp
Spike Island, el primer corte del concierto, fue más que suficiente para saber que Pulp serían los grandes triunfadores de la jornada inaugural en su primer concierto fuera de Reino Unido desde la presentación de “More”, su primer disco en 24 años. Poco queda por decir de Jarvis Cocker, vocalista del histórico grupo de britpop y uno de los mejores intérpretes que he visto en directo. Su set fueron manos arriba ante la teatral y espectacular estructura que crearon sobre el escenario, para corear versiones acústicas de míticos temas como “Sunshine” y otros llenos de actitud, euforia y instrumentación como el doble cierre que se marcaron con “Common People”. - M.P. C.

Ca7riel y Paco Amoroso
Lo que más me gusta de la propuesta de Ca7riel y Paco Amoroso es que no hay ningún artista que haga en el escenario lo mismo que ellos. En una escena latina dominada por el dembow y el reguetón, el dúo argentino combina falsetes exagerados, funk hiperproducido, una instrumentación magistral como demostraron en su Tiny Desk y una forma de entender el perreo más cercana a lo queer que a las lógicas machistas que acostumbra la música latina. Su puesta en escena es tan sexual como camp o goofy y ambos derrochan un carisma único comparable únicamente con artistas como Isabella Lovestory o SixSex, pero desde luego ningún referente masculino. . - M.P. C.

Ca7riel y Paco Amoroso

Cala Vento
Cala Vento es el ejemplo perfecto de que dos personas pueden sonar a cinco. Jordi y Aleix demostraron una vez más que el punk-pop emocional no necesita artificios si está cargado de verdad. Su directo fue un torbellino de energía sin filtro que llevó los gritos del público a un tono frenético para hablar de precariedad, desarraigo y la identidad de una generación que canta desde la entraña. - M.P. C.

Bicep
Sin necesidad de grandes artificios, la electrónica líquida de Bicep, influenciada por el Garage, el Jungle o Drum&Bass, elevó al público a una experiencia contemplativa e hipnótica donde cuerpo y mente estaban en planos separados. Cada drop era un susurro medido, más cerca del ambient rítmico que del clímax de pista habitual, sumergiéndonos en un trance sostenido casi psicológico. - M.P. C.

Viernes, 11 de julio 

Grande Amore
En un Bilbao en llamas, ante un Palacio de Justicias en plenas nupcias, Grande Amore terminó de quemar la ciudad con un apoteósico concierto donde los gallegos empezaron casi sin público pero terminaron entre pogos y la procesión de Nuno, vocalista del grupo, a brazos del público. Su post-punk sucio influenciado por el garage puso rápidamente a bailar a quienes asistieron y la reciente incorporación a la banda de María Grep y Clara Redondo dotó al grupo de un magnetismo renovado gracias a nuevos y potentes voces e instrumentos. - M.P. C.

Sr. Chinarro
Nostálgicos de cuando la palabra “indie” seguía teniendo significado se reunieron para ver a un artista pionero que no ha perdido la magistral capacidad lírica de sus primeras obras. El sevillano celebró sus 35 años de carrera con grandes clásicos como “Una Llamada a la Acción” o “Del Montón” y presentó los temas de su último EP “David” en un concierto clave para quienes su baile y movimiento lo dirigen la poesía y el arte de la palabra. - M.P. C.

Julieta
La pop-star catalana consiguió reunir el público más multitudinario de los conciertos de apertura del festival. Julieta lleva años demostrando en Cataluña que allí nadie hace pop como ella y gracias a un trabajo constante y sonidos etéreos electrónicos cada vez más desarrollados está preparada para conquistar al público español con sus ritmos frenéticos, baladas oníricas y coreografía digna de diva. - M.P. C.

Kneecap
Es necesario que la política, el activismo, tome la mano de la música para funcionar como altavoz de causas silenciadas. Y más en un contexto donde un número considerable de grandes festivales dependen de un fondo de inversión israelí en medio del genocidio palestino. Bajo esta misma premisa, Kneecap ofreció el concierto más enérgico y rebelde del festival, incluso por encima de nombres como Carolina Durante, para reivindicar ininterrumpidamente soberanías como la palestina, vasca, o la propia irlandesa de la formación y perlas antifascistas como el grito de “Fuck Franco”. El concierto acabó con el pogo más multitudinario de la edición al que se unió el propio DJ Prova al grito de “Fuck Security”. - M.P. C.

Kneecap

Amaia
Bajo la tormenta, los 20 minutos de actuación de Amaia fueron suficientes para demostrar porque se ganó el título de reina de España. La pamplonica derrochó carisma con su habitual equilibrio entre garra y sensibilidad vocal y antes de abandonar el escenario por las condiciones meteorológicas tuvimos la oportunidad de escucharla cantar “La Vida Imposible”, uno de los cortes más desalentadores de su segundo disco que debutó en su nueva gira en Kobetamendi. - M.P. C.

Raye
El de Raye sin ápice de duda se coronó como el mejor concierto de la edición. Tras detenerse los conciertos previos por la tormenta y en un momento de máxima incertidumbre, la londinense consiguió dirigir el baile de la lluvia a través de notas imposibles que solo unas pocas como Christina Aguilera o Mariah Carey pueden llegar a servir. Aunque visiblemente afectada en un primer momento por las limitaciones de su directo debido al temporal, Raye no tardó en darse cuenta de el poder que reunía su voz cruda, viva y cálida mientras las gotas la azotaban. El público acabó empapado como cuando sumergen a un niño en la pila bautismal y Raye fue la encargada de bendecirlo con sus baladas entre el jazz y el soul y sus ritmos dance y R&B. - M.P. C.

Abhir
Una multitud harta de la lluvia tras los conciertos de Raye y Rusowsky se trasladó a ver a Abhir en el único escenario cubierto del festival. No fue el mejor show de la noche pero sí un momento para desinhibirse y disfrutar de buenas barras mientras secarse y recuperar energía al ritmo de su beat. Además, sus bailarinas junto a unos visuales de estilos hindús y mozárabes hicieron que sus show traspasase la barrera de la músical para convertirse en una completa experiencia sensorial. - M.P. C.

Baiuca
El productor gallego acompañado de las cantareiras Antía Muiño y Alejandra y Andrea Montero terminó el ritual de sanación que empezó Raye. Junto al de Bad Gyal fue el primer concierto tras cesar la lluvia y pareció canalizar el agua entre manos alzadas y cuerpos saltando a través del poder mágico de la naturaleza, propio de su tierra y su música. Entre alaridos e instrumentos rudimentarios, improvisados como se hacía en las aldeas hasta hace bien poco, el público parecía bailar a más bpm que la folktronica del productor. Su concierto fue un ejercicio de liberación de las convenciones que nos rodean en el que consiguió que lo que está siempre y solemos obviar, lo que hace especial a Kobetamendi, nos guiase en la pista de baile. - M.P. C.

Amyl & The Sniffers
Una palabra para describir el concierto de Amyl & The Sniffers es rebosante. Rebosante de vida, de energía, de rebeldía y de locura. Amy es inagotable. Su voz es una especie de megáfono que nunca se apaga y además se mueve por todo el escenario dando saltos y agitando su melena color “rubio Blondie” en medio de la lluvia. Uno se pregunta cómo puede aguantar ese ritmo durante todo un concierto y durante toda una gira. Sin duda, una de las bandas más arrolladoras de nuestra generación y en el escenario Nagusia sonaron mejor que nunca. - M.D.B.

Rusowsky
Uno de los talentos más particulares en emerger en los últimos años es Rusowsky, del colectivo musical/artístico Rusia IDK y lo demostró en el escenario Repsol. Por momentos la lluvia parecía una actriz contratada para ambientar el mundo melancólico de Rus y el juego de cámaras con visuales en la pantalla funcionaba a la perfección. En el setlist no faltaron “pink + pink”, “ALTAGAMA”, y sus temas con Ralphie Choo, quien apareció por sorpresa. Probablemente el evento más emocionante del año para los asistentes nacidos a partir del año 2000. Aunque Rusowsky se caracteriza por sus letras, sus producciones y su universo onírico, también puede convertirse en un buen performer. Sabe jugar sus cartas y aunque no tiene la presencia más apabullante, consigue conectar con el público. - M.D.B.

Polo & Pan
A veces solo necesitamos que sea verano, tener menos problemas y que pongan música para bailar, y Polo & Pan se encargaron de ello en el escenario San Miguel. ¿Qué les dan a los dúos de electrónica francesa para sonar tan bien? Daft Punk, The Blaze… ¿Hay una fórmula secreta? Es imposible no acordarse del set de The Blaze en ese mismo escenario en la edición de 2023, con unas puertas gigantes que se abrían y cerraban. En este caso, la escenografía era elegante pero eficaz, jugando con colores y contrastes inesperados. Trajeron sus ritmos tropicales de house-pop en un momento idóneo. - M.D.B.

Bad Gyal
“La más pegá de España” tuvo la suerte de que no lloviese nada durante su set. La catalana dinamitó el escenario Nagusia con cambios de vestuario, coreografías impactantes, un equipo multicámara y sobre todo, un amplio abanico de hits, desde el más reciente “Da Me” hasta el ya clásico “Fiebre”. Siempre con una mirada desafiante pero desinteresada, se consiguió meter en el bolsillo incluso al público más escéptico. Muchos se sorprendieron al escucharla decir: “tengo la pierna un poco rara y no estoy bailando como me gustaría.”, pero eso solo demuestra su nivel de profesionalidad y compromiso. Bad Gyal es mucho más que autotune y sexo, y su concierto es la prueba de ello. - M.D.B.

Bad Gyal

Sábado, 12 de julio 

Viva Belgrado
La banda cordobesa Viva Belgrado llevó su intensidad emocional al escenario carpa de Bilbao BBK Live, aunque el sonido no terminó de estar a la altura. A pesar de ello, supieron desplegar un repertorio dinámico y nada lineal, moviéndose con soltura entre su vertiente más melódica y otras más oscuras y pesadas. El momento en que enlazaron “Tragaluz” con los temas más densos fue una declaración de intenciones: de la luz a la tormenta, sin pedir permiso.- D.B.

Sparks
Sparks ofrecieron en Bilbao BBK Live una de esas actuaciones que solo pueden firmar artistas con más de medio siglo de carrera a sus espaldas y aún con hambre creativa. Ataviados todos de negro salvo el llamativo y colorido traje de Russell Mael, la banda desplegó un set tan camaleónico como su propia trayectoria. “So May We Start” sonó a Queen y “Beat the Clock” conectó directamente con la era disco italiana y los ecos de Giorgio Moroder, mientras que en otros momentos, la mezcla de guitarras afiladas, bajos marcados y sintetizadores retro —a cargo de un teclista tan desconcertante como entregado— remitió sin esfuerzo al universo de Depeche Mode o al pop art de Bowie. “Drowned in the Sea of Tears”, extraída de su último trabajo, demostró que Sparks siguen en forma incluso cuando se acercan a registros más estándar o sobrios. Brillaron en su rareza, su ironía y su inconfundible teatralidad, en un concierto que no necesitó más artificio que el propio repertorio.- D.B.

Sparks

Heartworms
A pesar de la escasa asistencia inicial —menos aún que en el primer concierto de la tarde en la carpa—, Heartworms supieron imponer presencia y atmósfera en su paso por el Bilbao BBK Live. Su synthpop gótico, oscuro y tenso, encontró su mejor aliado en la expresiva interpretación de su vocalista Jojo Orme, que se debatía entre gestos teatrales y mechones de pelo que a ratos le robaban el rostro. Vestida con una túnica negra que recordaba al mismísimo Billy Corgan en sus años más introspectivos, la artista alternó entre guitarra y micrófono, mientras una batería en directo reforzaba el dramatismo de unos temas que, aunque minoritarios en público, calaron con fuerza en quienes sí estaban allí con la decadencia adherida del post-punk menos comercial. Una propuesta de culto, en forma y fondo, que probablemente encontrará mejores condiciones en las salas de conciertos.- D.B.

Nathy Peluso
Nathy Peluso salió al escenario secundario de Bilbao BBK Live como un vendaval de carisma, justo después de que Kylie Minogue hiciera lo propio en el escenario principal. La artista argentina desplegó un show magnético y camaleónico, cargado de teatralidad, con una banda en directo que supo acompañar cada uno de sus cambios de piel. Arrancó con fuerza con “Business Woman” y pronto se sumergió en territorios latinos y sensuales, como su revisión de “Ateo” o “Envídia”, con unos ritmos lentos pero firmes, o ese tema con aires de pseudo-ranchera en el que se presentaba como “Mafiosa”. Hubo salsa callejera y erótica “La Presa”, y no faltó su vena más urbana, rapeando con la contundencia de una “perra elocuente” en “Sana sana”, donde las raíces afrodescendientes del hip hop latieron con fuerza. A mitad de show, rompió el guión con una sorprendente versión funky de “Morir de amor” de Camilo Sesto, que la conectó con varias generaciones del público. Nathy Peluso, en constante mutación, fue un espectáculo que coronó a Peluso en versatilidad, poder escénico y sonido global sin perder de vista su raíz. - D.B.

Imposible no empoderarse con las letras motivacionales - personales pero transversales - de la de Buenos Aires, y mucho menos cuando las ejecuta con la presencia escénica de quien parece llevar toda la vida sobre los escenarios a pesar de no llevar ni una década haciéndolo; Y con notas soul imposibles que traspasan la barrera del imaginario de Nathy como quien se dedica únicamente al rap y hip-hop. Sin un respiro sobre el escenario la artista presentó su último álbum “GRASA” acompañada en uno de sus temas de Lúa de Santana, estrella emergente del funk brasileño en un poderoso dúo con la supernova que la auspició. - M.P. C.

Nathy Peluso

Sidonie
Sidonie fueron los encargados de cerrar el apartado de bandas en directo en Bilbao BBK Live 2025, y no pudieron estar más a la altura de su reputación. Con una entrega de una hora exacta, la banda catalana firmó un final de jornada perfecto: festivo, directo y absolutamente efectivo. Versionaron a The Cure, se despojaron de los instrumentos para un momento íntimo a capela que sirvió de falso final antes de volver a conectar enchufes y desatar el karaoke colectivo con “Me gustas todo el rato”, “Carreteras infinitas” o “Verano del amor”. Apilados en la parte delantera del escenario, crearon una atmósfera de comunión total con el público, que los recibió como viejos amigos que siempre traen buenas noticias. Hubo tiempo para su faceta más rockera con “No salgo más” y para recordarnos por qué siguen siendo una de las bandas indie nacionales más fiables y queridas en el circuito festivalero. Sidonie ofrecieron un broche ideal: celebración, nostalgia y guitarras bajo las estrellas antes de que los beats electrónicos tomaran el relevo.- D.B.

Alice Phoebe Lou
Con la delicadeza de quien canta al oído y la firmeza de quien tiene claro qué quiere decir, la cantautora sudafricana busca sanar nuestras heridas de la misma forma que cierra la suya, con sus canciones. Su set sirvió para sacudir demonios y repartir buenos presagios para la última jornada del festival. Cuando no cantaba con su voz desnuda a la guitarra nos regaló experimentación folk psicodélica con grooves absorbentes, siempre sin renunciar a esa vulnerabilidad que volvió nuestra. - M.P. C.

Carolina Durante
Derroche de energía el de los Cuatro Chavales. La primera semana de Diego sin una de las muletas con las que lleva toda la gira de festivales le llevó a saltarse más de una recomendación médica y saltar sin piedad desde el escenario para animar a los múltiples pogos que se levantaron ante el Nagusia. El concierto conmemoró el aniversario de “Yo Pensaba Que Me Había Tocado Dios” estrenada el pasado año en el festival junto a Barry B., que no pudo acompañar al grupo esta edición. Aunque con tanto salto constante por parte del público no hubo tiempo para lamentaciones. La única pena fue que el BBK desaprovechase la oportunidad de cerrar con un show que levantó tanto a españoles como extranjeros, sus riffs no entienden de idiomas. Y dejarle el último slot a un entre íntimo y aburrido (al menos después de 3 headliners como son Carolina, Kylie y Nathy) americanizado Damiano David.- M.P. C.

Carolina Durante

L’Imperatrice
El set de L’Imperatrice sirvió como un instrumento sobresaliente para canalizar las altas energías que dejó Carolina Durante en nuestros cuerpos e ir transformándolas en el derroche dance que Kylie Minogue exigiría a posteriori. El grupo nos transportó a un universo retro-futurista donde se mezclan pop, disco, funk y electrónica con una estética ecléctica y cinematográfica. - M.P. C.

Kylie Minogue
La reina del dance-pop ha llegado y Kobetamendi sintió su peso y el de su público como ningún otro, siendo con diferencia el concierto más multitudinario de la edición. La presentación sirvió como recorrido por una carrera histórica de una de las voces más importantes de los últimos 40 años. Desde su primer éxito ochentero “Locomotion”, coreado tanto por quienes lo vivieron como quien no había nacido, hasta su último pelotazo “Padam Padam”, la diva demostró que sus hits y su presencia en el escenario es atemporal, de ahora y de siempre. Su energía no cesó en ningún momento entre numeros cambios de registro, coreografía y vestuario - destacar el mono rojo de lentejuelas, está claro que sabe transmitir su esencia a su público a través de su estética - que no es de princesa del pop como muchos dicen, si no de emperatriz del dancefloor. -- M.P. C.

Fat Dog
El quinteto londinense nos visitaba por primera vez tras convertirse el año pasado en una de las nuevas sensaciones de la escena británica gracias a su álbum de debut “WOOP”, fichando además por el prestigioso sello Domino. Ocurre mucho en situaciones parecidas que las grandes expectativas penalizan a la hora de la verdad, pero este no fue el caso, más bien todo lo contrario: Con su cantante Joe Love como maestro de ceremonias, moviéndose durante gran parte del concierto junto al público en la primera fila, convirtieron la carpa en una gran fiesta. Su locura de sonido, que bebe del electro-punk, rock, ska... además de elementos rave-industriales, atrapó a un público que no dejó de saltar y bailar. Como muestra la canción “Running”, que en directo sonó como una apisonadora.- I.B.

Damiano David
Qué pena que un proyecto auténtico acabe sucumbiendo a las lógicas del mercado. Quien en 2018 capitaneaba el grupo revelación europeo, con una propuesta rock, letras sinceras, auténticas y potentes y además en italiano; Ha acabado convertido en un proyecto de pop triste generalista. Desafortunadamente el italiano no estuvo a la altura de cerrar el escenario principal con sus nuevas baladas, ni conocidas ni capaces de emocionar, y una escenografía limitada a un letrero con su nombre y una camiseta de tirantes blancas. Maneskin se convirtió en una leyenda instantánea y su proyecto en solitario, íntegro en inglés, es el resquicio de una leyenda que perdió su ritmo. - M.P. C.

Damiano David

The Blessed Madonna
Nuestra virgen electrónica por excelencia cerró el escenario San Miguel con una romería queer sobre el escenario llena de diversidad y ballroom. Poco a poco fue añadiendo capas al house disco que la caracteriza con bloques de acid, breakbeat y bajos más profundos a los hits de club que pinchó, entremezclados con rarezas underground a vinilo. La ascensión de Madonna iba de la mano con el ritmo del público hasta llegar a la frecuencia de bpm más alta de lo que llevamos de jornada. - M.P. C.

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