A principio de la década de los ochenta, cuando nadie sabía situar en un mapa Poniente y Desembarco del Rey, no había camisetas con el logotipo de “Winter Is coming” y no existían ciento de niñas españolas bautizadas con el nombre de Daenerys, el escritor norteamericano George R. R. Martin, autor de la superfamosa saga fantástica “Canción de Hielo y Fuego”, escribía su segundo trabajo junto a la debutante Lisa Tuttle. En realidad, se trata de un libro que recoge tres novellas, historias más cortas que una novela, pero más largas que un cuento, que se estrenó en 1981 bajo el título de “Windhaven”. En 2012, gracias al éxito de “Juego de Tronos”, vio la luz en España con el título de “Refugio del viento”. Desde entonces, hemos podido disfrutar de más libros de Tuttle como las recopilaciones de cuentos “Nido de pesadillas” (15) o “Recuerdos del cuerpo” (15). Tuttle también es famosa por ser la primera persona que ha renegado de un prestigioso premio Nébula. Fue en 1982, cuando su carrera comenzaba: se negó a recoger el premio porque un competidor había enviado su historia a todos los miembros de la Science Fiction And Fantasy Writers Of America, algo que se hace habitualmente hoy en día pero que en los ochenta era una práctica extraña.
Más de treinta años después es la propia Lista Tuttle quien adapta su primer trabajo para el noveno arte. Para ello ha contado con la buena ayuda de Elsa Charretier, conocida por estos lares por sus trabajos para DC en “Bombshells” o “Starfire”, con un estilo a medio camino entre el cartoon y la línea más clásica de autores como Darwin Cooke. Ese aire intemporal de su dibujo es ideal para una serie que sucede en un mundo oceánico llamado Windhaven, con bastante inspiración del Terramar de Ursula K. Le Guin, en el que viven los alados. Con sus alas de metal, recorren largas distancias entre islas remotas para llevar noticias o historias. Considerados una casta superior, los alados trabajan para el señor feudal de cada isla llevando misivas a otros dirigentes e, incluso, declaraciones de guerra. El trabajo de Alado se hereda de padres a hijos, algo que Maris de Amberly Menor considera injusto pues desde niña siempre ha deseado volar y surcar los cielos de isla en isla.
La historia está estructurada en tres pequeñas novellas donde se narra la ascensión de Maris como alada, los problemas que tiene con la academia de vuelo que ayuda a fundar y su fin como alada por culpa de un accidente. A medio camino entre la ciencia-ficción y la fantasía medieval, "Windhaven" es un mundo rico en detalles que en algunas ocasiones queda un poco apagado por el arte más esquemático y minimalista de Charretier, quien se centra más en sus personajes, a los que domina a la perfección, sobre todo Maris y sus cambios a lo largo de las distintas épocas en las que ocurren la historia. Como en muchas adaptaciones de este tipo, el autor confía demasiado en la palabra escrita sobrecargando el cómic con demasiados monólogos internos que Chaterrier podría haber obviado tranquilamente solo con su dibujo. A los muy fans de la historia original les encantará porque se trata de una obra superior a las adaptaciones comiqueras de la saga de “Canción de Hielo y Fuego”.
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