Tras las novelas publicadas por Virginie Despentes y su posterior adaptación a la pequeña pantalla en forma de serie (disponible en nuestro país a través de Filmin), ahora el personaje de Vernon Subutex muta en novela gráfica de la mano del dibujante Luz. Llega así la primera parte de las desventuras protagonizadas por este anti-héroe parisino, materializado en cuidado formato de calidad y gran tamaño. Una obra como la de Despentes merecía sin duda una adaptación de tales proporciones y, en manos de Luz (artista conocido por su participación en la publicación satírica Charlie Hebdo), resulta todo un éxito, tanto cuando se trata de trasladar el personaje a viñetas como a la hora de mantener intacta la esencia existencial latente tras la historia.
El trazo aparentemente despreocupado del autor resulta en realidad impactante (cuando no intimidante dado ese enésimo detalle que inunda cada rincón), a lo largo de las trescientas páginas que cuentan las desventuras de Subutex, otrora encargado de la tienda de discos ‘Revolver’ sita en la capital francesa, que en pleno auge funcionó como paradigma de modernidad y punto de encuentro para aficionados de muy distinto pelaje. Un hito concluyentemente pretérito ya que, en la actualidad, Subutex se encuentra defenestrado y desahuciado de su piso de alquiler, por lo que no tiene más remedio que subsistir tirando de viejos contactos rescatados de los buenos tiempos. Así aparecerán otros personajes –igual de interesantes y definitivamente más determinantes que secundarios– que completan, enriquecen y enredan la trama, en una nómina que incluye al famoso músico Alex Bleach, Anaïs, la destruye carreras “La Hiena”, el guionista Xavier Fardin, Marcia, o el detestable Dopalet. La presente referencia es, ante todo, una lúcida reflexión acerca del paso del tiempo hacia ese inexcusable destino que supone la entrada en la edad madura, que sugiere posibilidades al respecto y prueba el peso que las decisiones terminan teniendo en cualquier devenir. Así mismo, el volumen también funciona como crítica ácida sobre una sociedad caníbal y definitivamente rendida al postureo, además de dominada por el poder enfermizo de las redes sociales.
Un cómic trazado entre pasado y presente, que proyecta los reflejos de un plano temporal en el otro mientras los protagonistas repasan su juventud y lamentan (o no) su vida actual. Salpicada constantemente de referencias musicales y a medio camino entre el drama y el humor negro, el cómic ‘Vernon Subutex’ (Salamandra Graphic, 21) presenta otra relectura de un personaje que bien podría terminar convertido en mito. Ese que señala a un parásito melómano y de alma punk, dotado con indudable carisma y una fuerza empática ante la que es fácil sucumbir. Porque, ¿quién no ha querido en algún momento negarse a asumir las responsabilidades (en muchos casos impuestas) inherentes a la edad adulta para, a cambio, seguir guiándose en exclusiva por instintos y pasiones?
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