Un destino de hallador

“Un destino de hallador” es el segundo relato que el autor Gess entrega dentro de la serie “Los cuentos del Pulpo”, tras el tan bien recibido “La maldición de Gustave Babel”. Un cómic a medio camino entre el thriller casi cinematográfico, el documento histórico con trazos políticos y sociales, y el género fantástico, en una mixtura a su vez no exenta de importante carga contestataria.

Unas preferencias concretadas con trazo gráfico temperamental, ritmo ágil y la fuerza intrínseca de todos y cada uno de los personajes que pueblan sus páginas. Ubicada en el París de finales del siglo XIX, la historia se centra en Émile Fargesm, un policía que cuenta con un valioso “talento”: es “Hallador”. Una peculiaridad que le permite encontrar personas y llamará la atención de esa mafia parisina liderada implacablemente por Pulpo. Doscientas páginas presentadas en formato grande, papel de gran calidad y concretadas en un magnífico tomo, que nos descubren no pocos perfiles singulares y siniestros capaces de enriquecer el argumento. Una serie que incluye al propio Pulpo, pero también a Léonie, La Bestia, Pluton, Ninon Dos Dedos, La Boca, Picador o esa organización feminista conocida como Las Hermanas de la Ubicuidad.

También transitan por sus viñetas otros “talentos” nada desdeñables, caso de Hipnotizadores, Merodeadoras, Correosas o Domadores luciendo emociones de lo más intensas, mientras que cada capítulo se abre con una cita del “Contrato social” de Jean-Jacques Rousseau incidiendo en la profundidad adicional de la lectura. Todo confluye en el mundo que Gess –artífice único del cómic tras encargarse de todas sus facetas– ha creado para las aventuras de Émile Fargesm, motivando una ficción penetrante y por momentos violenta, pero que nunca pierde el pulso del propio hilo conductor. El lanzamiento se completa gracias al relato corto “Los 3 amores de la Bestia”, ofertando así un añadido con información adicional acerca de uno de los nombres más inquietantes del relato principal.

“Un destino de hallador” es, en definitiva, un acierto tanto en fondo como en forma, además de una referencia ciertamente efectiva y original en la que ni siquiera los evidentes paralelismos con la saga X-Men consiguen que el asunto pierda frescura. Y es que, ubicado en un tiempo pretérito, el mensaje intrínseco (por ejemplo acerca de las diferencias de clases) del lanzamiento bien podría resultar bastante más vigente de lo que sugiere una primera impresión.