The Music Master

Afortunadamente, el mundo del arte en cualquiera de sus manifestaciones suele resultar inabarcable, y la tarea –en ocasiones tan ardua como casi siempre reconfortante– de investigar en busca de nuevas rarezas que merezcan la pena puede terminar convertida en una (placentera) obsesión alargada hasta el infinito. Eso también incluye, por supuesto y de manera especialmente intensa, a los ávidos coleccionistas de cómics. Por eso son tan de agradecer iniciativas de escudriñamiento como esta por parte de la editorial Libritos Jenkins, quienes ponen (de forma cómoda y concreta) a disposición de los aficionados volúmenes como el presente lanzamiento.

“The Music Master” recopila, en un único tomo y por primera vez traducidas a nuestro idioma, todas las aventuras de John Wallace, convertido en Music Master tras revivir gracias al poder de la música. Un superhéroe definitivamente alejado de los tópicos latentes en afamados colegas de profesión, creado por el guionista Stephen A. Douglas y el dibujante Bill Everett. La referencia agrupa aquellas peripecias que, en plena edad de oro del cómic norteamericano –ubicada en los años cuarenta–, fueron apareciendo periódicamente dentro de la publicación mensual Heroic Comics. Se trata, por tanto, de material original (que no vintage) protagonizado por la idea casi surrealista de un violinista que, gracias al poder que le confiere la música, adquiere superpoderes tales como la capacidad de volar (dejando a su paso una vistosa estela en forma de pentagrama) o volatilizarse a voluntad propia. Atributos, todos ellos, que no dudará en emplear contra aquellos malvados sin escrúpulos que se crucen en su camino. Será así como el protagonista se luzca, capítulo tras capítulo, obcecado en la misión de perseguir incasable al siempre necesario villano –entre los que se encuentran unos nazis que tampoco escaparán a su ira–, mientras sortea no pocas trabas.

Ciento setenta páginas a color, copadas por diálogos pretéritos y encantadoramente clásicos, con unos dibujos de elegancia igualmente tradicional que cuentan con nada menos que ochenta años desde su publicación original. “The Music Master” es un cómic que, de algún modo, propone la mirada inocente (casi naif) y desprejuiciada de la infancia, rememorando en pleno disfrute una época en la que el mundo parecía ser bastante más sencillo. También la industria del entrenamiento, con el título como alegato convencido de ese placer que milagrosamente desprendían las páginas vendidas por el quiosquero de turno con religiosa regularidad.