Es complicado hacer un cómic excelente, pero más difícil es hacer dos cómics excelentes en un mismo tebeo. La explicación es sencilla. “En la cabeza de Sherlock Holmes: El caso de la entrada misteriosa” de los autores franceses Cyril Lieron y Benoit Dahan ha conseguido superarse en dos formatos diferentes. Primero: hacer una historia de Sherlock Holmes con todo el regusto clásico y asombroso de los cuentos y libros originales de Sir Arthur Conan Doyle, su creador en 1887. Segundo: construir un cómic tan ameno en lo argumental como experimental en su corpus secuencial, algo insólito en un formato, el experimental, que intenta muchas veces, sin conseguirlo ser elevado y gráfico sin hacer obviando una narración para todos los públicos. El cómic de Lieron y Dahan lo consigue, como el “Imbatible” de Pascal Jousselin.
“Dans la tête de Sherlock Holmes” se publicó en Francia en la editorial Ankama en dos tomos entre mayo de 2019 y septiembre de 2021. Norma, siempre atenta a estas joyas de la BD, lo ha publicado en un tomo único en noviembre de 2021, convirtiéndose en uno de los mejores cómics del año pasado, aunque con el aluvión de novedades de Navidad muy poca gente parece haberse enterado. Cyril Liéron es un clásico de la bande dessinée desde finales de la década de los noventa, pero lo conocemos, sobre todo, por su labor excelente como colorista. Lo hemos podido leer en obras como “Alan”, “Cotton Kid” o “Private Ghost”. De hecho, “En la cabeza de Sherlock Holmes” es su primera obra como guionista. A Benoit Dahan lo conocemos, sobre todo, por sus trabajos para “Simon Radius: Psycho-Investigateur” junto al guionista Erwan Courbier. Ponent Mon recopiló tres álbums de esta serie en octubre de 2021 bajo el título de “Psico Investigador”. Mucho de Simon Radius se ha colado en la narración de este particular Sherlock Holmes.
“En la cabeza de Sherlock Holmes” te mete, literalmente, en la cabeza del residente más famoso del 221B de Baker Street. Seguimos el hilo de sus investigaciones, cómo funciona su arte de la deducción mientras vemos la gran biblioteca repleta de datos que es su cabeza y cómo suele estar ordenada. La obra comienza con uno de los mejores momentos de “Estudio en escarlata” donde Holmes le recrimina al Dr. Watson que le informe de datos irrelevantes para su trabajo de detective. Y, francamente, algo de razón tiene el buen detective, que una cabeza funciona como un ordenador personal donde para llenarlo de más datos, hay que borrar otros. El caso más excesivo es el libro “Johnny Mnenomic”, de William Gibson donde un pirata de datos informáticos se extirpa la memoria de su infancia para ampliar el espacio en su cabeza para transporta más datos entre países sin ser descubierto que sus competidores. El leit motiv de la obra es el hilo de la investigación del Caso de la entrada misteriosa que está dibujado a lo largo de todas las páginas del cómic, una guía que sirve de ayuda para ir uniendo algunas de las estructuras narrativas complejas de Dahan diseña.
Dahan también juega con la página, creando juegos de transparencias o descubrir un rostro descrito por dos personas diferentes uniendo dos páginas por el borde. En un momento el hilo deductivo de la trama se rompe, solamente para ser redescubierto con nuevas pistas un par de páginas más adelante. Dahan lo soluciona con una viñeta que complementa a la que pierde el hilo y se puede detectar doblando una página. Estos juegos metarranativos están muy bien, pero lo sorprendente es una historia típica de Holmes que entretiene y no parece un refrito de otras historias de Holmes, aunque tiene cierta relación con “La liga de los pelirrojos” (1891), caso que los propios protagonistas comentan. Norma ha publicado una edición grande muy cuidada en la que lo único negativo es que nos perdemos el troquelado del segundo tomo ya que la portada solo es el del primer tomo publicado en Francia.

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