Ve la luz un nuevo volumen de la saga ‘Ranciofacts’, en este caso en forma de monográfico centrado en el mundo del celuloide y que, una vez más, presume de generosas dosis de mala baba bien entendida. Pedro Vera no se corta un pelo a lo largo y ancho de la presente referencia, en su empeño de pasar revista a los más de cien años de historia del cine bajo el prisma ineludible y común de ese tipo de humor extremadamente ácido, inteligente e irreverente que maneja en propiedad.
Cien páginas con el reconocible trazo creativo –tanto en guion como en grafismo– del historietista, en el que el murciano desgrana todo tipo de tópicos (cuando no directamente exabruptos que rozan lo hilarante) acontecidos en torno al séptimo arte. El autor desenmascara estilos con una visión afilada e irónica, pero también hábil cuando se trata de focalizar los propios clichés y dejar a la vista aquellos entresijos repetitivos dentro del western, el género policiaco o de acción y aventura, los superhéroes, la comedia (romántica o de adolescentes), el cine bélico o la ciencia ficción. Entre otras víctimas, Vera dedica también sendos capítulos a figuras concretas (humanas o no) del mundillo que merecen espacio propio, fauna entre la que se incluyen críticos de cine, frases machacadas, o la casposa pareja formada por Bud Spencer y Terence Hill.
‘Ranciofacts de Cine’ sirve así mismo para desmontar teorías más serias y reconocidas acerca del cine de calidad, cuestionando todo lo que algún día creímos saber sobre el asunto. Con interesante prólogo del cinéfilo Andrés Trasado, el título explota a fondo cada una de sus viñetas, en un resultado que cunde exponencialmente y otorga valor propio al detalle, materializando una referencia con mucha miga que, tirando de otro tópico, provoca no pocas carcajadas.
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