Segunda pantalla para la serie más macarra que te puedas echar a la cara en la actualidad . “Pudridero 2” (en EE UU está a punto de publicarse el quinto volumen, y Ryan asegura que habrá más mientras los cada vez más numerosos fans de la serie lo demanden) ya no cuenta con el factor sorpresa que nos llevó a señalarlo como uno de los lanzamientos del pasado 2012 en MondoSonoro, pero mantiene toda su capacidad para situar en el extremo una historia a priori sencillísima y que podría alargarse hasta el infinito, como un capítulo de "Bola de Dragón Z" al que se le hubieran suprimido los diálogos y en el que no hubiera problema alguno a la hora de mostrar de forma explícita sangre, sudor y vísceras.
Carantigua sigue pateando culos en una historia que todos parecemos tomarnos mucho más en serio que el propio autor, quien describía los motivos que le llevaron a arrancar con la serie tal que así: "Quería hacer un cómic donde hombres grandes, monstruos feos, se reventaran a hostias unos a otros (...) el tipo de cómic de acción o aventura que podrías encontrar si abrieras el viejo cuaderno de notas de un chaval de catorce años". A partir de ahí busquen todas las excusas conceptuales que ustedes quieran en la desesperada lucha por la supervivencia de sus protagonistas, en la mutación y regeneración de la carne y hasta en la obsesiva arquitectura geométrica de los diseños de espacios y personajes obra del dibujante bostoniano (curiosamente disfrazada de underground y trazo fanzinero, que bebe por igual de las más febriles barrabasadas de serie z yankis y japonesas). Siempre que tengan claro que las respuesta de cualquiera de sus protagonistas ante tanta zarandaja sesuda sería arrancarles los testículos y colgárselos de pendientes.


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