Las locuritas de Úrsula

Lo sé. Sé que decir que te identificas tanto con un cómic que sientes que esas páginas también hablan de ti podría sonar a un tópico. Y todos sabemos que si los tópicos existen a la hora de expresarnos es porque también hay verdad tras ellos. En todo caso, lo que es evidente es que el barcelonés Sergi Puyol la ha clavado a la hora de describir esos sentimientos de desorientación y dudas que todos tenemos en algún momento de nuestras vidas –Úrsula ha cumplido cuarenta años, y claro, tiene sus locuritas–. Pocas páginas hay en esta obra de alrededor de ciento cuarenta con las que uno no empatice o incluso sienta que ha pasado por exactamente ese momento en su propia existencia.

Facturado a base de historias que podrían entenderse como autoconclusivas, Puyol va descubriéndonos la forma de pensar y de actuar de Úrsula. La entendemos en todo momento y, prácticamente, nos convertimos en sus cómplices cuando leemos lo que realmente piensa en sus citas sociales. Tanto es así que uno acaba pensando lo chulo que sería tenerla como amiga, si es que no la tenemos ya con otro nombre y otra apariencia. Porque Úrsula es, como diría aquel, una de los nuestros. Y eso significa quererla, entenderla, pensar en darle un abrazo cuando lo necesita, pero también en pegarle un puntapié en el trasero cuando lo merece. Úrsula somos todos. O mejor dicho, Úrsula somos todos los que hemos crecido entre películas y entre libros, con esa necesidad que surge de algún remoto lugar de tu cabeza –¿o será de tu corazón?– de escribir y con ese sentimiento de que nunca acabarás de aceptar que eres bueno en lo que haces.

En 2010, Jonás Trueba debutó en la dirección de películas con “Todas las canciones hablan de mí”, y esa sensación acostumbra a pasar cuando nos fijamos de cerca en las letras de muchas de nuestras piezas favoritas, pero para lo bueno y para lo malo no todos los cómics hablan de uno. “Las locuritas de Úrsula” quizás tampoco pretendiese hablar de mí, de ti, del de acá, la de más allá, pero –decididamente para lo bueno– eso es lo que ha conseguido Sergi Puyol. Thumbs up.