Las aventuras de Passer P. Malta

El vigués Andrés Magán –también músico, no lo olvidemos– diseña, con cariño y a la antigua usanza, el que es un bonito cómic que toma distancia de su trabajo habitual, poniendo el foto en un público distinto. “Las aventuras de Passer P. Malta” es uno de esos volúmenes apto para todas las edades que puede llegar a convencer con idéntica fiabilidad a niños y adultos, tras narrar las peripecias del propio Passer P. Malta. Se trata del afanoso cartero de la localidad de Villa Flugante que, un buen día, decide despedirse de ese trabajo que ha venido realizando durante los últimos veinticinco años para, a cambio, observar la naturaleza y reconvertirse en escritor. Es el punto de partida de una historia que encontrará su desencadenante definitivo cuando un misterioso paquete llega a manos del protagonista.

“Las aventuras de Passer P. Malta” se sitúa en un punto intermedio entre lo naif y un fino surrealismo, entre lo clásico y lo imaginativo, y expone esa extraña aventura en la que el propio Malta se ve inmerso a lo largo de sesenta páginas. El uso limitado de colores en sus viñetas y su encuadernación en cartoné potencian esta historieta auto-conclusiva que deja con ganas de más, seguramente en una inteligente maniobra perpetrada por el propio autor. Ganadora del XV Premio Castelao en la categoría de obras orientadas al público infantil, este tomo con apariencia de historieta de las de toda la vida es, ante todo, precisamente eso: un homenaje a ese tipo de producto que a estas alturas es considerado casi vintage.