Estamos ante la adaptación de una novela de la propia Simonetta Agnello Hornby convertida en un auténtico best seller en Italia primero, para acabar siendo traducido después a diecinueve idiomas. Su autora, convertida aquí en guionista aprovechó para añadir alguna escena que no le encajaba en la novela, e incluso para incorporar un capítulo completo perdido. Así, con esas premisas de entrada, nos trasladamos a la Sicilia de los sesenta, en la que las clases están totalmente definidas, aunque algunos empiezan a cansarse de pertenecer a las más bajas, para asistir a la muerte de la Mennulara, una recolectora de almendras en su juventud convertida después en administradora de los bienes de la familia para la que sirve. Su muerte desata una tormenta de dimes y diretes que muestran a la perfección la Italia rural de mediados del siglo pasado, la opresión hacia los más desfavorecidos y las aventuras de los más inteligentes de estos para, sin que lo parezca, intentar cambiar su futuro.
Solo faltaba a la escritora encontrar un dibujante que hiciera justicia a esa buena historia, y ese ha sido, sin duda, Massimo Fenatti, que con su dibujo engrandece el guion. Un conjunto casi perfecto y, por lo tanto, más que destacable.
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