Camisa gris
ComicsAlan Moore

Camisa gris

7 / 10
Manu González — 23-03-2022

Cuando el siglo XX estaba acabando, el guionista británico Alan Moore se lió la manta a la cabeza involucrándose en una colección de cómics mainstream para publicar en Estados Unidos bajo un mismo sello editorial. Encontraría una alianza sólida con la WildStorm de Jim Lee, entonces bajo el paraguas de Image. Pronto comenzarían los problemas. Cuando las series estaban diseñadas y los artistas ya estaban trabajando en los diseños y planificación de los números, Lee vendió en agosto de 1998 su compañía a DC Comics. Moore se tuvo que tragar su orgullo obrero de no volver a trabajar nunca más con una gran compañía para que los artistas implicados cobraran por sus creaciones. Solo pidió que DC no interfiriera. Lo hizo un par de veces y Moore se fue.

La editorial se llamaría America’s Best Comics y las series serían “La liga de los hombres extraordinarios”, junto a Kevin O’Neill, “Tom Strong”, junto a Chris Sprouse, “Promethea”, con JH Williams III, y “Top Ten”, con Gene Ha. Todas las series intentaban explicar cómo hubieran sido los superhéroes si Superman no se hubiera inventado. Menos en el policiaco “Top Ten”, donde las metarreferencias a la historias de DC y Marvel llenaban cada viñeta. Aparte de estas cuatro series, America’s Best Comics también publicaba un coleccionable de diversas historias, al más puro estilo cómic de los años cuarenta-cincuenta. Su título era “Tomorrow Stories” y estaba formado por la heroína sensual Cobweb, con su esposa Melinda Gebbie, First American, junto a Jim Baikie, el cerebrín y divertido Jack B. Quick, creado por Kevin Nowlan, Splash Brannigan, con Hilary Barta, y, claro, Camisa Gris, co-creado junto a Rick Veitch.

Veitch y Moore eran viejos amigos desde la época de “La Cosa del Pantano”. Los dos eran de la misma edad, y aunque Veitch era de Vermont, Estados Unidos, y Moore de Northampton, Inglaterra, sus aficiones eran parecidas y su sentido del humor similar. Veitch fue el autor norteamericano con el que Moore tuvo más contacto y afinidad, con largas llamadas telefónicas transoceánicas hasta altas horas de la madrugada. Una de las pasiones de los dos era el héroe pulp The Spirit de Will Eisner. Camisa Gris era el particular homenaje que Moore y Veitch dedicaron a este héroe mítico de la historia del cómic. En historias de ocho páginas, los dos autores homenajeaban al héroe de Central City con un anti-héroe pulp de la ciudad de Indigo City con historias divertidísimas, como la del amnésico que no recuerda ser un asesino y se cree buena persona. Tras doce números de “Tomorrow Stories”, Camisa Gris parecía que se despedía del cómic como sus compañeros de revista, pero no sería así.

Veitch se había enamorado del personaje y podía estirar más la trama mientras hacía un homenaje no solo a Eisner sino a todos aquellos autores de cómic noir y violento de las décadas de los cuarenta y cincuenta que acabaron abruptamente su carrera con el Comic Code. En “Camisa Gris: Indigo City”, Veitch hacía crecer la trama de Camisa Gris más allá de lo apuntado con Alan Moore, contando parte de su juventud en forma de cómic publicado por una editorial de Indigo City. Un ejercicio de metaficción que alcanza cotas deliciosas en algunos capítulos. Veitch dibujó cuatro números, mientras que en los otros dos aportaron su arte gente como Al Williamson y Frank Cho. El personaje también saldría en algunos números de “Tom Strong” y “Promethea”. ECC recopila sus apariciones en un tomo único ideal para todos los fans del pulp clásico, no solo para completistas del barbudo bardo de Northampton.

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