Batman: Nightwalker

Hace menos de un año, la madrileña Editorial Hidra, especializada en libros de fantasía juveniles, se hizo con el catálogo de la colección Young Adult de DC Comics, una serie de novelas gráficas en tamaño más pequeño que un cómic- book con un perfil muy definido para jóvenes lectores que desconocen el tremendo legado editorial de los superhéroes de DC, o lo conocen poco. Esta serie de cómics recoge vacas sagradas del universo DC (Batman o Wonder Woman) o eternos secundarios femeninos (Raven, Mera) para narrar unas historias más juveniles despojando al héroe de toda su pesada pompa mitológica destrozando el monomito ya existente. Algunos de ellos están irreconocibles, pero las bases de las historias sirven, sobre todo, para denunciar los abusos juveniles: machismo, bullying, maltratos familiares, etcétera.

Como en toda obra de cómic que se precie, el nivel artístico de cada una de estas pequeñas historias que se venden a muy buen precio dependerá del equipo artístico elegido. Actualmente, Hidra ha publicado ocho y el mejor de todos ellos sigue siendo el impresionante “Harley Quinn: Cristales rotos” de Mariko Tamaki y el excelso dibujante Steve Pugh. El segundo puesto se lo disputan varias obras de esta colección, pero “Batman: Nightwalker” sube con fuerza. Para empezar, el guion es del profesional Stuart Moore, quien adapta el libro multiventas que publicó la autora Marie Lu, cuyo nombre sale más grande en la portada, por cierto. Le acompaña otro dibujante de la casa, Chris Wildgoose, conocido por su trabajo en la última Batgirl o la divertidísima “Academia Gotham”. Wildgoose se aleja del estilo más cartoonesco o animanga que tienen muchas de las otras novelas gráficas del mismo estilo. La historia nos presenta a un joven Bruce Wayne el verano que acaba el instituto. Muchos fans de Batman no reconoceríamos al mejor detective del mundo en este personaje de Lu y Moore, pues se trata de un joven voluntarioso, pero bastante inexperto todavía, que acaba haciendo servicios comunitarios en el psiquiátrico Arkham por culpa de una persecución policial que sale mal. Allí conocerá a la joven Madeleine Wallace, perteneciente a una banda criminal llamada Nightwalkers, especializada en matar y robar a ricos de Gotham City. Si te dicen que la joven se llama Selina Kyle te lo crees con los ojos cerrados, pues Madeleine ejerce en el joven Wayne la misma fascinación que Catwoman ejercerá en Batman. El inteligente juego del gato y el ratón de Madeleine pone en peligro al propio Bruce, marcado como uno de los objetivos de los Nightwalkers.

Con un enrevesado guion de odio y redención que hubiera encantado al mismísimo Alfred Hitchcock, cambiando a una rubia por una morena, “Batman: Nightwalker” es una obra notable recomendada para los jóvenes que solo conozcan al Caballero Oscuro por las películas, pero también una recomendable obra para los fans de Batman.