Anamnesis

“Las aventuras del capitán Torrezno” retornan un lustro después de la publicación de “La última curda” (18), penúltimo tomo de la saga más relevante que nos ha proporcionado el cómic español en lo que llevamos de siglo. Si en dicho tomo, el arte de Santiago Valenzuela proseguía mostrando una capacidad única dentro de las posibilidades que ofrece el relato metanarrativo, en esta ocasión va todavía más lejos, proporcionándonos una experiencia cuya densidad no es un obstáculo, sino uno de los alicientes por los que resulta embriagador adentrarse en semejante universo, donde los significantes de la soap opera son reinventados de forma locuaz y contradictoria. No en vano, dentro de la idiosincrasia castiza del esperpento llevada a cabo por Valenzuela entran en juego una serie de factores elementales para poder entender la muestra más ambiciosa del noveno arte en este país. Para empezar, los dibujos de Valenzuela siguen aturdiendo por su carácter único. Resulta sublime su capacidad para ofrecernos viñetas de coreografía a lo Eisenstein, pero también para arrastrarnos a la oscuridad de una especie de Velazquez de viñeta jugando a ser expresionista.

Se mire por donde se mire, el maná creativo que fluye en estas trescientas páginas puede llegar a resultar intimidante pero profundamente satisfactorio. Sin duda, una inmersión simpar hasta la mente de un creador que no entiende de límites expresivos en su lenguaje, ya sea en la parte narrativa como en el arte del lápiz y la tinta. Eso sí, se advierte que para adentrarse en “Anamnesis” es inevitable haber leído todos los números anteriores que componen semejante viaje hacia la máxima expresión de lo que podemos entender como barroquismo exacerbado. O lo que es lo mismo, la elaboración de un modelo exacto de lo que se puede considerarse como una Ópera Egipcia del mundo del cómic.

Ni que decir tiene que “Anamnesis” mantiene el pulso de las anteriores entregas, conteniendo el punto de inflexión narrativo de la saga, cuyo espóiler debería estar penado de alguna manera.