Rutger Hauer, como lágrimas en la lluvia

Rutger Hauer nunca fue una gran estrella del cine. Al menos no una al uso, apuntada a la ostentosidad y al glamour presumido en Hollywood. Entre otras cosas porque, seguramente, nunca sintió la necesidad de ejercer como tal. Y, sin embargo, su presencia resultaba embriagadora y tan imponente como su corpulencia física, además de desprender un atractivo fuera de toda duda, con esos ojos azules que parecían atravesar la pantalla cada vez que miraba a cámara. El neerlandés era, en definitiva, un actor de aire clásico, de esos capaces de copar toda la atención cada vez que aparecía en escena.

Por si fuera poco, Rutger Hauer dio vida (y personalidad) a aquel replicante llamado Roy Batty que se enfrentaba a Harrison Ford en la inmortal “Blade Runner” (Ridley Scott, 82), dejando para la historia una de la escenas más visualmente eternas y preciosas del séptimo arte. Una secuencia que ahora sirve para que Sanna Fabery de Jonge –hija de los mejores amigos del propio Hauer y aijada del actor– bautice esta cinta que dirige en torno al interprete. “Rutger Hauer, como lágrimas en la lluvia” es un documental lanzado el pasado año y ahora disponible en nuestro país gracias a la plataforma Filmin, que no hace sino reafirmar la idea de que Hauer era una persona pasional aferrada a su círculo íntimo, empeñada en exprimir su propia vida y que, tangencial o casi circunstancialmente, resultó ser un magnífico (e implicado) actor que se ganó la vida rodando películas.

Hauer adoraba grabarlo todo con su cámara y tenía cientos de horas de material que desparecieron en un accidente. El material superviviente ha servido a Sanna Fabery de Jonge como excusa de la que partir, rescatando generosas imágenes privadas del artista para argumentar en torno a ellas su propia película. Una referencia que humaniza al mito (quizá secundario, pero, sin duda, mito al fin y al cabo) y también aborda la bonita e ininterrumpida historia de amor entre el de Breukelen y su mujer Ineke Ten Cate. El metraje cuenta con sentidas declaraciones de colegas de profesión convertidos en amigos, entre los que destacan los testimonios de Whoopi Goldberg, Mickey Rourke, Vincent D'Onofrio o el director Paul Verhoeven, confirmando unos y otros datos acerca de su fuerte personalidad dentro y fuera del plató.

“Rutger Hauer, como lágrimas en la lluvia” termina recordando el mítico papel de Hauer en “Blade Runner”, así como la coincidencia del año de la muerte en la vida real del actor con la del personaje que vitalizó en el que fuera su papel más recordado. Un biopic, en definitiva, al que merece la pena acercarse. No en vano, solo el hecho de ver a Hauer mirando directamente al espectador mientras recita algunos evocadores poemas con esa profundidad manifiesta derivada de su estremecedora capacidad como comunicador, ya lo justificaría por sí mismo.