Vuelve al cine la saga de dinosaurios por excelencia y regresa con un nuevo director de orquesta, el gran Gareth Edwards, quien no ha fallado en ninguna de sus películas –aunque su “Godzilla” sea de lo más normalito–, contando en su catálogo con dos pequeñas joyas de la ciencia ficción modernas como son “Monsters” (10) y “The Creator” (23), así como una de las obras magnas de la saga Star Wars, “Rogue One” (16). Tras su firme paso por la saga de Lucasfilm, Steven Spielberg ha decidido reclutar al director británico para encargarse del reinicio de “Parque Jurásico”. ¿Y cuál es el resultado? Pues una película satisfactoria, con sus pegas, sí, pero que funciona muy bien como producto de entretenimiento veraniego.
Con la firma del guionista original y estrecho colaborador de Spielberg, David Koepp –también director de obras como “La ventana secreta” con Johnny Depp–, la película está ambientada cinco años después de la trilogía liderada por Chris Pratt y Bryce Dallas Howard y nos cuenta la aventura de Zora Benett (Scarlett Johansson) por encontrar el material genético necesario para llevar a cabo grandes avances en medicina. Para ello se adentra en una isla prohibida en la que se realizaban experimentos de mutaciones relacionadas con el Parque Jurásico original.
La historia es sencilla: conseguir el ADN de tres dinosaurios a través de cuatro actos claros (una breve introducción y las tres “cazas”), todo ello manteniendo un ritmo muy bueno desde que se inicia la aventura hasta que llegamos al final, sin decaer en ningún momento. Durante esas diferentes misiones nos toparemos con momentos que recuerdan a “Tiburón” y al género sharksploitation, así como a la saga moderna de “Un lugar tranquilo”. Además, puesto en escena a través de un elenco que supera con creces al reparto de la trilogía “Jurassic World”, destacando especialmente el carismático patrón de barco interpretado por Mahershala Ali.
Es cierto que a “Jurassic World: El renacer” le falta ese aroma a serie B de la trilogía original y se echan de menos momentos más terroríficos, pero como aventura clásica y para todos los públicos –olvidaos de la sangre de los primeros títulos– funciona muy bien. Se ha llegado a decir que esta cinta supone el clavo final para la saga, pero qué queréis que os diga, para mí ese gran desastre fue “Jurassic World: Dominion” (Colin Treyorrow, 22) no esta cinta de Gareth Edwards. Lo que él ha firmado es una pequeña carta de amor a la saga y al género de dinosaurios, aunque no evite la previsibilidad del producto final.

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