Vuelve la burra al prao
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Vuelve la burra al prao

08-06-2012

En Asturias, tierra de gente noble (en líneas generales) pero cabezones como pocos, decimos que vuelve la burra al prao para referirnos a la terquedad extrema. Vuelve la burra al prao y posiblemente el aldeano, que en tozudo no le va a la zaga, insista en sacarla de él y volverla al redil, en una maniobra eterna y por tanto inútil por ambas partes.

 

Llueve sobre mojado. Leo esto y entiendo que me cuentan que los últimos 25 años de música en España han sido una puta mierda, una engañifa. En realidad no ya de “música”, sino de cultura en general, pero como reconozco mis limitaciones tampoco es cuestión de ensanchar el campo... Me llama además la atención que el fraude se limite a los cinco últimos lustros porque supongo que eso es tanto como salvar los precedentes. Y dadas las circunstancias que se vivieron entonces no creo que se recuerde el tardo-franquismo como un periodo especialmente glorioso en el terreno del pop, aunque me puedo equivocar, que hablo de memoria y, sobre todo, de prestado. Además, el texto de La Información señala que la culpa de todo no la tuvo Yoko Ono sino una crítica “sectaria que hace criba de los artistas con alta carga política”.

 

Ya de paso, el texto se une a una tendencia que no para de ganar adeptos últimamente: celebrar los 20 años de nacimiento del “movimiento” independiente en España poniéndolo a parir. Las críticas más destructivas, están llegando además del lado de los periodistas que han hecho y todavía hacen carrera a costa de la historia esta de la independencia. Vamos, como si estas alturas servidor se dedicara a gritar a los cuatro vientos que el Emperador va desnudo. “Pues chatín”, me diréis, “anda que no tuviste tiempo para darte cuenta, anda que no tienes oportunidades cada vez que entrevistas a un grupo de moda para lanzárselo a la cara”. A ellos y a la cabecera que paga.

 

Así que a propósito de todo esto se me ocurren varias cosas. La más obvia, que hablar en términos generales y no de artistas en concreto es tanto como hacerlo del sexo de los ángeles. De hecho cuando empieza el baile de nombres es cuando se desmonta el invento: prácticamente el único nombre propio que se da en el artículo de La Información como ejemplo de artista incómodo que ha sufrido el rechazo mediático es el de David Rodríguez. Precisamente David Rodríguez, la niña bonita de la prensa musical española durante los últimos veinte años. Y no lo digo por decir: yo a David le chupo el culo. Lo que pasa es que el mundo, la gente, la masa, las audiencias, no. Esto es así, y ya está.

 

Jugamos luego a la confusión: “Los puestos de periodista cultural siempre los han ocupado gente de clase media o media alta”. Hombre pues unos sí y otros no. ¿Dónde hay que enseñar las nóminas? Sí que es cierto sin embargo que algunos de los más aficionados a este juego de reinterpretar el estado de la música en clave política de izquierdas son los que proceden de una cuna más ilustre, más involucrados han estado en frivolizar lo “indie” y quienes más cerca se han situado siempre de la teta pública, el mundo al revés.

 

Seguimos. “Se ve como algo barato y de mal tono hacer un artículo sobre Camela, el rock radikal vasco, la cumbia, el techno de Detroit, la salsa, el gangsta hip hop o el reggaetón”. Bueno, el techno de Detroit ha sido objeto de devoción de una revista como RDL cuando estaba en efervescencia (treinta años después no, claro) y hasta se sacó de la manga una revista anual solamente para hablar de ello. El hip hop español viene siendo objeto de atención en medios especializados y también generalistas, que hoy cualquier rapero aparece en El País a propósito de una colaboración con el Instituto Cervantes. El de la Costa Este no tanto, porque sus batallitas nos son tan ajenas como las tradiciones folklóricas de Laponia (y además no nos conceden entrevistas). También recuerdo el desprecio sistemático al que ha sido sometida esta revista en los ambientes más “in” en los que se mueven algunos de estos críticos, por su defensa de un estilo tan callejero como el mestizaje. Y algo similar nos ha sucedido siempre con el metal.

 

Al final la teoría de la conspiración se justifica a costa de igualar a la baja. “Con el objetivo de conseguir una Transición suave, sin ira, la cultura conflictiva fue desactivada, dejando la hegemonía cultural en manos de La Movida, las chicas Almodóvar, los cantautores, los conciertos-mítin del PCE, los nuevos flamencos, Amenábar, Soldados del amor y el indie español de los noventa con letras en inglés”. ¿Indie español? ¿Qué Indie español? ¿El de La Perrera, Los Bichos y Cerebros Exprimidos? ¿El de My Criminal Psycholovers, uno de cuyos componentes hace hoy una labor encomiable al frente del programa de RNE3 Carne Cruda? Hablamos en el texto de La Habitación Roja, pero vamos a hacerlo de Lisäbo... Todas estas críticas, no sé si caprichosas, malintencionadas o interesadas, ignoran cómo fue el nacimiento de lo indie en España a modo de reacción a aquello en lo que se había convertido la Movida: conciertos gigantescos en fiestas patronales, cachés delirantes, sobreexposición mediática (TV a todo trapo) y discos cada vez más chungos. A raíz de eso surgieron una serie de grupos y sellos como Munster, Subterfuge, Elefant, Romilar D que conectaban con el sector más insobornable de La Movida (GASA, la actividad de Corcobado y la gente de Triquinoise, el disco de Aventuras de Kirlian con DRO, el desarrollo de Esan Ozenki,…). Allí había grupos con vocación arty (muchos), otros con un claro componente político y social (la escena hardcore llegó a España con diez años de retraso). En definitiva, aquello fue un crisol que dio grandes discos, otros puramente coyunturales y buena parte de ellos que difícilmente superan la prueba del tiempo. Exactamente como sucede siempre con cualquier época. Los periodistas de entonces, como los de antes y los de después, acertaron unas veces y se equivocaron otras. Siempre es lo mismo.

 

Para terminar lo esencial: cada vez estoy más acostumbrado a que a la prensa musical se nos trate como a un servicio público (que sin duda estamos haciendo) ignorando que revistas y webs como MondoSonoro, RDL, GoMag, Ruta 66, Rockzone, Popular 1, EfeEme, Jenesaispop, Playground, etc, hablamos (hablan) de aquello que les sale, que para eso son empresas privadas sometidas a la tiranía de las audiencias y cuya única salida cuando éstas dan la espalda es chapar el kiosko e irnos para casa. Bienvenidos sean pues esos medios y los periodistas que pasan de Arcade Fire, Planetas y Beach House para contarnos vida, obra y milagros de Camela, géneros como la cumbia o el pasodoble y esos maravillosos grupos vetados por los medios que todavía hoy sigo sin saber qué nombre tienen. Seguimos esperando. Más que nada por aquello que dicen de que no dejemos que sea otro el que haga las cosas por ti, un eslogan muy de izquierdas y que viene que ni pintado en estos tiempos de rescates que corren.

17 comentarios
  1. ljmenendez 8 junio, 2012

    Además de aparecer habitual (aunque no exhaustivamente) en medios como este Go Mag o RDL, durante varios años la electrónica tuvo un gran número de revistas especializadas en los kioskos: desde el anuario de RDL, a Trax, DJ One y bastantes otras que tampoco puedo nombrar porque la verdad es que nunca seguí demasiado... Si esos medios han desaparecido supongo que es simple y llanamente porque no había una demanda para ellos: posiblemente a la gente le guste bailar la electrónica pero no tanto leer sobre ella.

    Además la agenda de los DJs no tiene nada que ver con la de los grupos de pop y rock a la hora de aparecer en los medios. Mulero ha aparecido varias veces en MondoSonoro por sus propias producciones (me viene así a la cabeza una entrevista como Trolley Route, no hace tanto). Producciones que es probable que sus propios fans ignoren o dejen de lado.

    E insisto: no entiendo por qué el que un medio tenga una política editorial determinada le convierte en clasista. A mí no se me ocurre increpar a Cuadernos del Jazz porque no sacan entrevistas con El Guincho...

  2. Mr Fabrik 8 junio, 2012

    El problema de la prensa musical en España es que todo se reduce a cuestión de gustos. La música, por suerte, no es solo cuestión de gustos, sino un fenómeno social, reflejo de conflictos cotidianos (las evoluciones de los géneros negros, por ejemplo, se entienden mal sin esta clave). A lo que remite el indie es a un generación bastante autista, narcisista y con más ganas de distinguirse que de comunicarse con sus semejantes a través de la música (está pendiente un análisis en profundidad). Toda la música más horizontal es ignorada por la prensa . Me refiero a la cumbia, la electrónica más dura, el reggaetón, lo que se hace ahora en África, las mutaciones de la música jamaicana.... Si hablamos de censura (más o menos implícita) basta ver cómo se ha tratado en España a los grupos de América del Sur. Sólo se acepta a los más pijos, tipo Javiera Mena. Sobre África hay mucho que hablar también. ¿Es mejor artista Placebo que Tiken Jah Fakoly? Si quieres saber qué opina realmente el público hay que informar de los dos (y pincharlos igualmente en Radio 3). Dicho esto, a mí siempre me ha parecido admirable que Mondo Sonoro rompiera el tabú y empezase a cubrir grupos de mestizaje. En todo caso, te tomas todo esto en plan muy personal, cuando no es un artículo sobre el indie o sobre tu revista, sino sobre la forma que tenemos de concebir la música.

    Por cierto, mira esto que has escrito:"Revistas y webs como MondoSonoro, RDL, GoMag, Ruta 66, Rockzone, Popular 1, EfeEme, Jenesaispop, Playground, etc, hablamos (hablan) de aquello que les sale, que para eso son empresas privadas sometidas a la tiranía de las audiencias y cuya única salida cuando éstas dan la espalda es chapar el kiosko e irnos para casa". ¿No esto exactamente lo que dice Paolo Vasile cada vez que defiende Telecinco? Y corto aquí, que ya veo que sois una empresa privada sin ningún sentido de la responsabilidad con lo que os rodea ni con vuestros lectores (que lo soy). Un abrazo.

    PD: Tampoco he dudado nunca de que cobres muy poco (una cosa que lamento). Lo mismo se arregla montando una sección sindical. Recomiendo CGT, que son bien majos.

  3. tristanbajer 8 junio, 2012

    ¿Y eso que más te da?
    ¿Quieres analizar un contexto cultural o empezar un batallita personal?

    ¿El problema es el objeto a discutir o el sujeto que lo articula?

  4. Mr Fabrik 8 junio, 2012

    He visto a muchos periodistas musicales disfrutando a tope con Mulero. Otra cosa es que no se atrevan a decirlo cuando llegan a la redacción. Se me escapa cómo puede usted saber quién va y quién no va a verle. ¿Está en la puerta del Fabrik, Razzmatazz y La Industrial Copera pasando lista? Extraño trabajo el suyo.

    En todo caso, si usted tuviera razón, que la critica musical no vaya a ver al único DJ de aquí que pincha en Tresor y suena en los mixes de Jeff Mills ("Exhibitonist") no hace otra cosa que reforzar la tesis de cerrazón estilística. Saludos a Mondo Sonoro y a la Detroit Techno Militia. Buen finde. Nos vemos en los afters.

  5. ljmenendez 8 junio, 2012

    El problema es que estamos metiendo en el ojo de lo mal que lo hacen los medios y el empobrecimiento cultural que eso conlleva y quién hace esa crítica no sabe ni de lo que está hablando porque no ha pisado una rave en su vida... Se está está haciendo un análisis a lo "independiente" (que no "indie", o al menos yo lo he entendido así) y calificándolo de autista narcisista, etc etc etc cuando parte de lo pasaba en 1994 venía de un ambiente punk, autogestionado, gaztetxe, okupa, etc que no tenía nada que ver con eso que se se está contando. Así que sí, sí que me parece importante estar en los sitios y saber de lo que se habla, sobre todo cuando se echa la vista atrás y se escribe un texto que queda ahí para los tiempos.

  6. Entonces, para emitir una crítica ¿tenemos que recibir un carnet con los sellos que califiquen que hemos estado en un rave, en un gaztetxe y que vimos a Anarquía Positiva en el 1994?

    Joder, pues yo no puede criticar nada. Me voy a casa.

  7. ljmenendez 8 junio, 2012

    Hombre, cuando estás escribiendo en un medio sobre un tema conviene conocerlo, si es de primera mano mejor. Siempre se puede echar un vistazo a la Wikipedia, pero no es lo mismo...

  8. ljmenendez 8 junio, 2012

    No he dicho que ningún crítico musical haya visto nunca a Mulero, sino que ninguno de los que defienden la teoría que se expone en el libro "CT o la Cultura de la transición" lo han hecho, y es obvio porque son personas que precisamente son nombres claves del indie y han hecho carrera de ello, su mundo es ajeno al de esa Fabrik que llevas tú en tu nombre... Como mucho se han cruzado una rave alguna vez de lejos en el Sónar, así que hablan de una cultura de clubes que desconocen totalmente. Coño, es que su discurso es un timo!

    A mí me parece perfecto sí a ti te entanta por el motivo que sea (social o meramente estético) la música del Senegal y quieres difundirla. ¡Adelante y buena suerte! Ojalá se le dé difusión a todos los estilos de música, estamos bastante cerca de ello con herramientas como Spotify. Pero de ahí a tratar de fachas y niños bien a todos los que tengan otros gustos y/o intereses vinculados precisamente a su entorno y desarrollo cultural... Lo siento, la bachata y la música subsahariana no estaba en mi dieta cuando crecía. Springsteen, Mecano, The Cure, las asturianadas o los Beatles sí. En mi caso y en el de casi todos los españolitos lo forzado y antinatural desde un punto de vista sociológico es acercarme a la música de Toumani Diabaté, no a la de Beach House o Nacho Vegas. Por cierto, no sé si sabes que MondoSonoro tenía una revista hermana llamada Batonga dedicada a las músicas del mundo: cerró hace unos años porque no era sostenible.

    En realidad si repasas el texto te darás cuenta que no es cuestión de defender ninguna fortaleza si no de intentar que se cuenten las cosas tal y como son (fueron), con sus sombras sí, pero también con muchas luces. Para ti encerrarse en el castillo es no comulgar con esa visión tan sesgada de que toda la música que se ha hecho de 1980 en adelante en España es una mierda, que la causa es que estaba hecha por y para niños bien y hubo un complot de la prensa (involuntario o no. Más niños bien) para silenciar todos los grandes grupos políticos y/o incómodos (que sigo sin conseguir que nadie me diga cuáles fueron). Eso es, lo primero y más importante, falso (Extremoduro portada de Rolling Stone y número 1 indiscutible, un buen ejemplo de como la postura contracultural a menudo arrasa en nuestro país. Dónde queda el indie al lado de Robe...) y además un insulto para muchas personas. Puede ser Mr Fabrik que en realidad lo que pase aquí es como en aquel del chiste que va por la autopista y cuando en la radio avisan de que hay un piloto kamikaze grita "uno no, ¡¡¡cientos!!!".

    Saludo

  9. ljmenendez 8 junio, 2012

    No creo que haya que ser dueño de nada para no estar de acuerdo con afirmaciones como estas. Simplemente como fan de determinados grupos y también como plumilla creo que es natural indignarse cuando se dice:

    - la cultura en la que vivimos desde 1975 está pautada, es previsible, es inocua.
    - "Los medios son muy sectarios".
    -“Los puestos de periodista cultural siempre los han ocupado gente de clase media o media alta. Además suelen ser hombres, bastante esnobs, muy poco interesados en los mecanismos sociales.

    O que se enlace un artículo en el que hay declaraciones mías que se utiliza para señalar a los que "defendemos que los discos con responsabilidad social es la muerte de la música pop”, cuando ni recuerdo haber dicho eso (ni yo ni por lo que he leído ninguno de los que participaron) ni tan siquiera me hicieron una pregunta al respecto. De hecho es que ya que tengo oportunidad vuelvo a decir que no lo pienso. Creo que a los discos "con responsabilidad social" hay que tratarlos conforme a esos parámetros y los que no lo son con otros diferentes. Un disco no es valioso por el hecho de tener responsabilidad social y deja de serlo por no tenerlos, eso sí que lo pienso.

    Y más aún cuando leyendo el artículo tengo la sensación de que le da oficialidad a una historia que cualquiera con un mínimo de rigor sabe que no ha trascurrido tal y como se cuenta. Así que como lo pienso así lo digo: no estoy de acuerdo en que toda la música independiente ni posiblemente de los 80 (aunque me pilló demasiado niño como para meterme a fondo ahí) fuera carente de ideología, fuera previsible y fuera incoua. No creo que lo sea hoy. No creo que Lisabo, berri Txarrak, Angelus Apatrida o buena parte del Hip Hop sean inocuos. No creo que Alberto Montero, El Guincho o Delorean sean pautados. Realmente no lo creo y no sé en lo que me convierte eso...

    Recuerdo a Michael Jackson, Duran Duran, Battiatto, ¡Ramazzotti! y Gabinete Caligari en los 40 Principales, la emisora que escuchaba un chaval cualquiera en un pueblo cualquiera de provincias por lo menos hasta que se hacía adolescente. Supongo que Ketama tendrían algún éxito que también sonaría en la época, pero la verdad es que no lo puedo asegurar porque no lo recuerdo. Y nadie me hablaba de Mali, en el pueblo las familias como mucho habían viajado a comprar toallas a Portugal. Aunque eso sí, en fiestas sacábamos a los gaiteros a tocar a la calle. Es lo que tiene ser un provinciano, que no creces entre festivales multiétnicos. Es una putada, pero ya que hablamos de exclusiones, elitismos, clases sociales, y toda esa historia conviene tenerlo en cuenta...

  10. Mister Fabrik 8 junio, 2012

    Si te han citado mal o fuera de contexto es otro problema distinto.

    Para mí la inmensa mayoría de la cultura popular en España desde 1939 está bastante pautada. Eso no quiere decir que no sea capaz de disfrutar con muchos artistas (a los que considero excepciones). También hay alguno pautado que me encanta.

    Vale que tu ambiente cultural es de provincia, pero ser periodista musical debería consistir en superar esos límites, no en enquistarse en ellos (o al menos en no arremeter contra quien quiere ir más allá). Victor Coyote creció en la Galicia rural y acabó siendo el mejor compositor de música tropical que ha tenido este país. ¿Eso es malo?

    Nunca he creído en discos ideologizados/desideologizados. Toda canción refleja una toma de postura vital y política.
    Además la política no solo está en las letras, sino en la manera de vivir la música. El acto más político de la música popular es sacar un soundsystem a la calle y convertir un espacio de paso y comercio en otro de alegría y relación social, aunque pongas solo discos de El Puma, Rafaela Carrá y Melody.

    Creo que las posiciones han quedado claras. Ahora tengo que irme porque este MDMA sube más rápido de lo que pensaba y mis colegas tienen el coche en marcha para llevarme a Costa Polvoranca. El lunes seguimos.

  11. La cita no está mal, es de Manu González de Go Mag en Twitter. Se pueda consultar en una página que linka Elena.

  12. La cita no está mal, es de Manu González de Go Mag en Twitter. Se pueda consultar en una página que linka Elena.

  13. Mr Fabrik 8 junio, 2012

    Mi colega, el Janfry, insiste en que te diga (vía smartphone) que hay que ser muy ingenuo para pensar que la música puede ayudar en una revolución. En el mejor de los casos, acompaña. Y tienes toda la razón en que Muse y Russian Red tienen mucho más que ver con el entorno social que vivimos que la música de países del sur. El matiz es que algunos pretendemos huir del infierno social que nos han tocado. Tan lejos y tan rápido como sea posible. Si no puede ser cambiando las cosas, al menos que sea escuchando una canción bonita. Simplemente decimos que aquí la prensa da muchas más oportunidades a Radiohead que a Salif Keita. Y no nos mola. ¿Tan grave es que alguien se atreva a decirlo en alto?

  14. ljmenendez 8 junio, 2012

    Ok, yo voy a ponerme el disco de Meteosat.

    saludo

  15. ljmenendez 9 junio, 2012

    Si estuviéramos tan nerviosos y acostumbrados a las homilías de papel aquí no estaría habilitada esta sección de comments para que todo el mundo diga lo que le de la gana, Marta. Tú también.

    Personalmente considero que el debate es importante. Para que no pasen cosas como que en un artículo de un medio generalista como La Información se comente uno de los pocos textos teóricos sobre la música popular en España de las últimas décadas y que en ambos se lleguen a conclusiones que creo que son erróneas (el valor nulo de la música popular de este país) a partir de premisas falsas (la clase social y la ideología de los músicos y, sobre todo de quienes dictan la Agenda desde los medios, que cierran el paso a toda forma musical popular "de los desposeidos" y se niegan rotundamente e independientemente del objeto de estudio a analizar condiciones sociales de creación. Es lo que tiene ser hombre y snob).

    Me parece falso (y ya he dado más arriba varios ejemplos de por qué), me parece dañino y me parece peligroso (por sectario) que ese discurso se instale como"oficial" a la hora de hacer el análisis de los últimos 30 años de música pop. Y como es así lo digo y lo debato exponiendo mis razones. Porque digo yo que no sólo podremos poner en duda mis argumentos y en base a qué los mantengo, sino también los de tu amigo o el artículo de La Información, ¿no?

    Por lo demás de acuerdo con Mr Fabrik en que un mundo mejor es aquel en el que cada cual tiene el derecho y la opción de enriquecerse con cualquier tipo de música. De hecho como bien dice, el urbanita tiene infinidad de oportunidades de acceder a la World Music, habitualmente subvencionada y bien tratada desde las Instituciones Públicas, además de contar con varias revistas especializadas sobre el tema, aparecer habitualmente en las páginas de los suplementos de diarios y contar con su propio (y potente) circuito de festivales. También que las posturas de cada cual están claras y ya estoy dando muchas vueltas sobre lo mismo.

    Saludo

  16. Es verdad que las posturas ya están claras. Lo que estaba discutiendo es lo feo que queda hacer frases rotundas sin molestarte en investigar mínimamente. Pero, vamos, mejor que decidan los que lean esto. Yo no creo que vuelva a pisar por aquí.

  17. Rassana Orlandi 30 junio, 2012

    Me alegra que este post haya sido tan comentado y aunque he leído los comentarios en diagonal por vagancia y/o porque no me gusta perder el poco tiempo libre que tengo, tiene usred razon sr. menéndez, as usual. Y el que no quiera volver por aquí que no vuelva, tiene la puerta bien abierta para salir y, si gusta, no volver a entrar. Para eso existe ese formato, no?

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