On The Road: Crocodiles

Crocodiles, la banda de San Diego que mejor ha sabido reencarnar el sonido chirriante del noise-rock, vuelve a visitar nuestro país (consulta las fechas al final de este artículo). Estarán presentando su último álbum, Love Is Here (Deaf Rock, 2019). Brandon Welchez (cantante y guitarra de la banda) responde a nuestro cuestionario sobre la vida en la carretera.

¿Qué es lo mejor y lo peor de salir de gira?
Ser capaces de viajar tanto ha sido una bendición en nuestras vidas. Por supuesto, de no ser por el grupo ninguno de nosotros habría podido visitar la mayor parte de ciudades que hemos conocido en estos años. Puede que ahorrando dinero habría conseguido hacer un viaje a Europa en los últimos veinte años. Lo mejor de girar ha sido hacer amigos en todas partes y conocer en profundidad culturas diferentes de la nuestra. Lo peor, que la agenda de gira no te deja apenas tiempo para dormir. Terminas pasando un mes con una rutina de resaca, borrachera de nuevo y siempre muy, muy cansado.

¿Tienes alguna manía antes de salir a tocar?
No, no tenemos ningún ritual específico, no somos gente demasiado supersticiosa. Bebemos juntos mientras escuchamos la música que nos gusta y generalmente eso nos pone a tono para salir a tocar.

¿Cuál es vuestro principal hit en los conciertos?
Las canciones de los inicios de la banda, creo que porque en esos años recibimos más atención al ser una nueva banda sobre la que todo el mundo quería escribir. I Want To Kill y Mirrors probablemente sean aquellas que hagan reaccionar más al público.

¿Y cuál es la mejor banda para compartir gira?
La verdad es que nos lo hemos pasado realmente bien con la mayoría de bandas con las que hemos girado. En los últimos diez años debemos haber girado con más de treinta grupos, y de todos esos es probable que no hayamos disfrutado con menos de cinco.  Y tengo recuerdos especialmente buenos con AJ Davila de Davila 666, The Raveonettes, Holy Fuck, PINS, The Horrors y Dum Dum Girls.

¿Hay alguna banda con la que siempre habéis deseado tocar y todavía no hayáis tenido la oportunidad?
Estoy seguro de que sí, pero no se me ocurre ninguna. Entre festivales, giras y conciertos aislados a lo largo de la última década hemos tocado con muchas grandes bandas.

¿Encontráis diferencias con el tipo de público en los conciertos de Crocodiles en función del territorio?
Creo que más o menos el público es el mismo en todas partes. Los fans de diferentes partes del mundo tienen algo en común. Hemos visitado desde Marruecos a Chile, Japón o Finlandia y encontrado que la gente que viene a vernos tienen mucho más en común que cosas que los diferencia.

¿Cada concierto es diferente o tocar puede llegar a convertirse en una rutina?
Intentamos ser una máquina bien engrasada, lo que en ocasiones se traduce en cierta rutina, pero intentamos asegurarnos de que hay algo de frescura en cada concierto. A veces eso significa un tipo de energía que viene del público y de la que nos alimentamos,; otras es algo interno entre los músicos sobre el escenario. Nunca ha resultado aburrido para nosotros.

¿Cuál es vuestro lugar favorito para tocar?
Si te soy sincero, y no lo digo porque esté respondiendo a una revista española, siempre hemos disfrutado muchísimo tocando en España. España, Francia e Italia han sido muy especiales para nosotros.

¿Recuerdas el peor concierto de vuestra carrera? ¿Y el mejor?
El peor concierto que recuerdo tuvo lugar en nuestra primera gira europea, en 2009, Éramos por entonces un dúo que tocábamos con caja de ritmos. Sentíamos muchísima presión y parecía que había mucha gente que quería vernos. El concierto en Brighton debería haber sido genial. Estaba lleno y al público se le notaba con ganas. Hicimos la prueba y todo fue bien, pero cuando llegó la hora de tocar, la caja de ritmos no funcionaba. Luchamos con ella delante del público, intentando hacerla funcionar hasta que finalmente nos dimos por vencidos. No teníamos otra caja de ritmos para una emergencia y un plan b. Así que finalmente tocamos unas cuantas versiones de memoria con nuestras guitarras. Tocamos algo de Buddy Holly y Undertones. El público nos abucheó, nos llamó "cabrones" y la mayoría se piró de la sala y pidió que le devolvieran el dinero.

¿A qué artista intentabas imitar frente el espejo de tu habitación cuando eras adolescente?
Con 12 o 13 años llegué a obsesionarme con el punk rock, y mis héroes de aquellos años fueron John Lydon de los Sex Pistols y Darby Crash de los Germs. No sé si les imitaba frente al espejo, pero me inspiraron profundamente sus palabras voces y estilo.

¿Cuál ha sido el accidente más estúpido que has tenido de gira?
Me he lesionado varias veces en conciertos. Una vez, en pleno momento de pasión, estaba tirado en el escenario, cantando. Charlie no me vio y accidentalmente me pisó en la cara. Me reventó el labio y me puse a sangrar a lo bestia, pero llegué a terminar el concierto. Al terminar tuve que irme al hospital a que me pusieran grapas. Por suerte era el último concierto de la gira, así que no hubo que cancelar nada.

¿Conoces a alguna banda de nuestro país?
¡Me encanta el punk ibérico! Adoro a Eskorbuto, Los Nikis, La Polla Records, y los diferentes proyectos de Alaska, entre otros. En España se ha hecho grandísima música. ¡Perlas ensangrentadas es una de las mejores canciones de todos los tiempos! Y Soy una punk de Aerolíneas Federales, por supuesto.

¿Cuál es tu comida española favorita?
Me gusta comer marisco cuando visitamos las ciudades costeras. Cosas simples como anchoas pinchadas en un palillo. La comida es una de las cosas que esperamos con más ganas cuando sabemos que vamos a visitar España.

¿Cuántas veces habéis tocado en España? 
En estos años hemos tocado en España muchas veces, pero si te soy sincero no sé exactamente cuántas. Recuerdo una noche en Madrid, solo y totalmente borracho, dando tumbos por las calles, incapaz de encontrar mi hotel aunque creía que estaba cerca de él. Un ángel vestido con pieles rosas y cuero salió de la oscuridad en mi ayuda y me condujo a un lugar seguro. Fue un momento mágico.