Un año después, el batería se recomponía y grababa un disco en solitario bajo el pseudónimo de Foo Fighters. Y aquí estamos, treinta años después, hablando sobre un clásico.
“Foo Fighters” o el disco de la pistola, como es conocido popularmente, es el largo debut de Foo Fighters, sin embargo, no era la primera vez que Dave Grohl lanzaba un disco en solitario. En 1991, publicó un cassette titulado "Pocketwatch" con una decena de canciones grabadas con su amigo y compañero de piso, el productor Barrett Jones. Y Cobain no solo escuchó esa cinta, sino que tomó prestada "Colour Pictures Of Marigold" –regrabada luego como "Marigold" a secas– y la convirtió en la cara B del sencillo "Heart Shaped Box".
El proceso de grabación del primer trabajo de Foo Fighters, a diferencia de aquel divertimento con su amigo Barrett, fue algo terapéutico. El propio Grohl definió esa semana en el estudio como "una experiencia catárquica" que le ayudó a superar la muerte de Cobain. Con todo, ni la portada ni las letras de este álbum contenían alusiones al gran icono del grunge porque la gran mayoría fueron escritas años antes. Solo unas pocas, contadas, como "This Is A Call" y "I'll Stick Around”, fueron compuestas expresamente para este primer trabajo y tienen alguna relación con el dolor y la rabia tras la pérdida (como explico más adelante).
Merece la pena recordar que este disco homónimo fue grabado en el estudio de Robert Lang, una especie de castillo encajado en una montaña, situado a diez minutos de la casa de Grohl en Seattle. Allí había grabado el hit póstumo "You Know You're Right" con Nirvana en enero de 1994, y unos meses después volvió para participar en el debut en solitario de su admirado Mike Watt, el bajista de Minutemen y posteriormente líder de fIREHOSE. Por cierto, dicen que esta última grabación, en la que también participó Krist Novoselic, pudo encender la chispa.
Grohl reservó ese mismo estudio del 17 al 22 de octubre de 2024 con la idea de grabar unas tres canciones por día. Las grababa de una en una; primero la batería, luego dos pistas de guitarra, y remataba el proceso con el bajo. Muchas primeras tomas eran buenas y eso le permitió terminar hasta quince canciones (incluyendo descartes y caras B como "Podunk", "Winnebago" y “Butterflies").
La primera versión de este disco fue un cassette (en el que se podía leer “rough mixes”) lanzado desde el propio sello DIY de Grohl, Roswell Records, y los músicos escogidos para presentarlo en directo fueron el guitarra Pat Smear y la base rítmica formada por Nate Mendel y William Goldsmith, de Sunny Day Real Estate, banda de emocore que justamente aquel mes de diciembre anunció que se tomaba un descanso.
Repasemos una a una las canciones de aquel disco lanzado al mundo un 4 de julio, el Día de la Independencia en Estados Unidos, ahora hace treinta años:
“This Is A Call”
La inicial “This Is A Call” es una de las pocas canciones que compuso Dave Grohl después de la muerte de su amigo Kurt Cobain. Así, cuando canta en el estribillo “this is a call to all my past resignations”, efectivamente está despidiéndose de su anterior etapa como batería de una banda de éxito y presentándose al mundo como cantante y guitarra de una nueva banda.
Con todo, el resto de la canción no tiene un mensaje diáfano, como ha explicado en alguna ocasión. Siempre dejaba las letras para el último momento en el estudio y frases como “Fingernails are pretty, fingernails are good” siguen sin tener ningún sentido. Musicalmente, el tono jovial de “This Is A Call”, escogido primer adelanto del disco, se aleja claramente de la pesadumbre que rezumaba todo lo que firmaron Nirvana.
“I’ll Stick Around”
Esta canción es otra de las cuatro que Grohl escribió después del suicidio de Cobain y siempre se dijo que estaba dedicada a la siempre controvertida, acaso incomprendida, Courtney Love. “How could it be i’m the only one who sees your rehearsed insanity”, canta en la primera parte. Aunque más evidente es el estribillo si recordamos la guerra desatada por los derechos del catálogo de Nirvana: “I don’t owe you anything”.
Grohl siempre tiró pelotas fuera cuando le preguntaron por el significado de estas y otras canciones de su debut, pero sí admitió años después que “I’ll Stick Around” era un mensaje a la viuda de Cobain en la biografía “This A Call: The Life And Times Of Dave Grohl” (Harper Collins, 11) de Paul Brannigan.
En el videoclip de esta canción con ecos a su pasado hardcore, por cierto, vemos en acción por primera vez a la formación original, encargada de presentar el disco en directo.
“Big Me”
¿Quién no ha visto el videoclip de “Big Me” a cargo de Jesse Peretz? En esta parodia del anuncio de Mentos —rebautizados como Footos—, Grohl muestra su lado más pop y casi naíf. Líricamente es la típica canción de amor y musicalmente es ultrapegadiza, pop de guitarras azucaradas con ecos a The Beatles y The Beach Boys. El propio Grohl confesó en alguna ocasión que la escribió pensando en su entonces mujer, Jennifer Youngblood, quien aparece en los créditos de este fantástico debut como autora de la fotografía de la portada.
“Alone + Easy Target”
El cuarto corte del primer trabajo de Foo Fighters fue escrito en 1991 y grabado como demo. A punto estuvo de ser una canción para Nirvana, porque a Cobain le gustaba mucho, según explicó Grohl. Ciertamente, la canción, debidamente adaptada, con esas dinámicas calma-tempestad, no habría desentonado demasiado en un disco del trío más exitoso de Aberdeen.
Curiosamente, algunos han visto en esta canción de pop distorsionado deudora de Pixies y Sugar un mensaje desafiante a Kurt. Cuando canta “Metronome, I want out”, dicen algunos, podría hacer referencia a ciertas críticas recibidas por el cantante de Nirvana. ¿Le llegó a insinuar que usara metrónomo? Nada de esto está confirmado por su responsable. ¿Y el título de la canción? Kurt y Kris se conocían mucho más, y Dave acababa de aterrizar en la banda. En ese sentido, podía sentirse solo o la pata más débil del trío, según los mismos expertos en materia Foo.
“Good Grief”
Como la anterior, “Good Grief” también bebe descaradamente del power pop distorsionado facturado por las bandas de Bob Mould, Hüsker Dü y sobre todo Sugar, que en 1992 ya había publicado el fabuloso “Copper Blue”. Y de alguna manera, con los años Grohl supo devolverle al maestro tantos años de inspiración. Recordemos la canción “Dear Rosemary”, incluida en el séptimo largo de la banda, “Wasting Light” (11). En ella participa Mould y con esta pieza los Foos reivindicaron su figura y su legado. Y se lo llevaron de gira cuando no atravesaba su mejor momento. “Esta energía positiva fue el combustible que necesitaba”, explica el propio Mould, “para escribir muchas de las canciones que aparecieron en “Silver Age” (12)”.
“Floaty”
Una guitarra acústica eleva “Floaty”, una canción sobre abducciones, una temática que encajaba como un guante en el universo de una banda cuyo nombre se inspira unos objetos voladores no identificados durante la Segunda Guerra Mundial y cuyo sello (Roswell Records) hace referencia a la ciudad de Nuevo México conocida por el supuesto incidente ovni más famoso de la historia, ocurrido el 2 de julio de 1947.
“He floats, floats away”, repite Grohl una y otra vez en una de las canciones más originales del lote.
“Weenie Beenie”
La estrofa “One shot, nothing” de “Weenie Beenie” no tiene nada que ver con la muerte de Kurt Cobain, como algunos y algunas quisieron entender. Esta es otra de esas canciones escritas en 1991, mucho antes del disparo que terminó con la vida del músico cuando estaba en la cima de la fama con solo veintisiete años.
En la misma línea, muchos encontraron de mal gusto la presencia de un arma en la portada de este debut post-Nirvana, cuando en realidad no tenía nada que ver con el suicidio de su amigo. En todo caso, la icónica portada evoca nostalgia al recuperar la pistola desintegradora de Buck Rogers, el protagonista de la aclamada serie de ciencia ficción de 1979 “Buck Rogers In The 25th Century”.
Musicalmente, “Weenie Beenie” es una auténtica punkarrada y destaca también por el megáfono con el que Grohl canta. No le gustaba su voz, demasiado nasal, dijo en alguna entrevista.
“Oh, George”
Una de las canciones menores del debut de Foo Fighters es “Oh, George”, una pieza que se dijo en su momento que estaba inspirada en George Harrison, el Beatle favorito de Grohl. La frase clave es “always waited for my turn”, en referencia a la fuerza creativa de la dupla Lennon-McCartney, capaz de eclipsar el talento de sus otros dos compañeros. Grohl afirmó en una ocasión que “Oh George” es la peor del lote, pero yo no sería tan duro.
“For All The Cows”
La novena canción del debut, “For All The Cows”, habla de la ambición, de las ganas de tener dinero y fama. “Es curioso cómo el dinero permite a todos echar un vistazo y ser dotados”, canta en la parte tranquila, casi jazzy, de una canción que explota tras afirmar “the cow is you”. ¿Venderse o no? Esa es la cuestión tratada en un tema con mucha dinámica escogido tercer adelanto del homónimo.
“X-Static”
Por si quedaba alguna duda, Dave Grohl es el autor de todas las canciones incluidas en este largo debut y tocó todos los instrumentos en todas las canciones. Hay, sin embargo, una colaboración en “X-Static”. Greg Dulli, líder de The Afghan Whigs, aportó una guitarra adicional de la manera más casual.
Grohl y Dulli hicieron buenas migas durante la grabación de la banda sonora de la película “Backbeat” (94), que retrataba la primera época de The Beatles. Cuando Grohl estaba grabando su primer disco en solitario, Dulli pasaba por Seattle y fue invitado a pasar por los estudios de Robert Lang. Iba a saludar y, con suerte, a escuchar alguna canción terminada. “Estaba viéndole grabar y me preguntó si quería tocar la guitarra. No llegué a levantarme de la silla. Me pasó la guitarra”, ha explicado el carismático Dulli.
“Wattershed”
El penúltimo corte del disco homónimo de Foo Fighters es un homenaje al pasado hardcore punk del alma mater del proyecto. Un riff machacón, una caja muy seca y una voz al límite sustentan este trallazo con guiños a músicos admirados por Grohl. Para empezar, que se escriba “Wattershed” y no “Watershed” (cuenca hidográfica en inglés), con doble T, es un guiño a Mike Watt, quien invitó al batería a participar en dos canciones de su disco “Ball-Hog Or Tugboat” (concretamente “Big train” y “Against the 70’s”), publicado también en 1995.
Pero hay más reivindicaciones musicales. La estrofa “I wanna listen to Flowerhead” rinde homenaje a la banda de grunge psicodélico de Austin, Texas que en 1992 publicó su primer disco y se disolvió poco después del estreno de los Foos.
“Exhausted”
La canción más larga del disco, con casi seis minutos de duración y un sonido enmarañado, pone el broche a este excelente disco debut. Una voz melancólica y una interesante rueda de seis acordes genera justamente una sensación de cansancio e incluso opresión, de bucle extenuante solo interrumpido por el riff central.
La aparente bajada de intensidad, entre acoples y golpes de batería, y la oportuna explosión cien por cien instrumental puede parecer un truco muy manido, como rematar este corte con un fade out, pero en “Exhausted” tiene todo el sentido y sigue funcionando de maravilla treinta años después.
En resumen, cuando Dave Grohl y su amigo Barrett Jones se juntaron en Lang Studios a mediados de los noventa para grabar en tiempo récord una pila de viejas canciones no podían imaginar que estaban sentando las bases de una de las bandas de rock más grandes del siglo XXI.

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