
Película de culto en los Estados Unidos y casi desconocida en Europa, “The Legend of Boggy Creek” es uno de los títulos pioneros del género, además de la influencia más directa de “The Blair Witch Project”, reconocida por sus mismos directores, Daniel Myrick y Eduardo Sánchez. La cinta de Charles B. Pierce es un falso documental con recreaciones dramáticas basada en hechos reales sobre el mito del Bigfoot en el estado de Arkansas. La película, que vista ahora resulta algo naif, aun mantiene cierto encanto, algunos momentos terroríficos (la aparición final del monstruo está bastante conseguida) y sentó las bases de los falsos documentales que vinieron después.
“The Last Broadcast” (1998) de Stefan Avalos y Lance Weiler
Bueno, con esta película pasa una cosa curiosa. Os cuento. Estrenada supuestamente un año antes que “The Blair Witch Project”, “The Last Broadcast” guarda un parecido más que razonable con la peli de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez. Ahora bien, ni de largo llega a los logros artísticos de la Bruja de Blair. Dicho esto, “The Last Broadcast” presenta también el Mcguffin de unas cintas de video encontradas, en este caso las de unos locuelos presentadores de un programa de televisión local dedicado al mundo de lo paranormal que se adentran en un bosque para encontrar al demonio de Jersey. Con una primera hora realmente potente, la película se acaba desinflando en su tramo final debido a una resolución muy de estar por casa. Con todo, si sois fans de “The Blair Witch Project”, no la deberíais dejar escapar.
“The Black Door” (2001) de Kit Wong
Vamos con otra peli que no es la bomba pero si una serie B súper agradecida que te hacer pasar más de un susto con enjundia. Con “The Blair Witch Project” también en el horizonte y con guiños al universo de H.P. Lovecraft, la cinta de Kit Wong también versa sobre cintas de video encontradas (en este caso una terrorífica grabación en super 8 con una de las escenas de terror más impactantes y conseguidas del cine reciente) y satanismo. La película, como algunos de los falsos documentales aquí citados, tiene un arranque convincente, para luego ir perdiendo fuelle a medida que avanza a la trama. Con todo, y como decía antes, estamos a una apañadísima serie B que merece ser descubierta por todos los fans del género.
“Lake Mungo” (2008) de Joel Anderson
Sin duda alguna, “Lake Mungo” es una de las joyas recientes del género del falso documental de terror. Es una favorita personal y una de las películas que más me han acojonado estos últimos años. Con un pie en “Picnic At Hanging Rock” y otro en “The Blair Witch Project”, esta cinta australiana contada como si de un documental de televisión se tratase, versa sobre la extraña muerte de una adolescente y los extraños sucesos paranormales que suceden a su familia tras el entierro. Con una trama muy bien trenzada e inteligente, una puesta en escena muy creíble y un final a lo “The Ring” de Hideo Nakata que te deja clavado en el sofá, “Lake Mungo” demuestra que aun se puede ir más allá dentro de este sub-género.
“La cuarta fase” (2009) de Olatunde Osunsanmi
Para acabar esta lista he elegido otra de esos títulos que bien merecen una segunda oportunidad. Injustamente ninguneada en su estreno español, “La cuarta fase” es un resultón falso documental de terror nacido a la sombra del fenómeno de “Paranormal Activity”, eso si, algo superior a la cinta de Oren Peli. Centrada en el fenómeno de las abducciones alienígenas (un tema que me apasiona desde chaval, lo reconozco) “La cuarta fase” mezcla grabaciones en video supuestamente reales de una psicóloga que investigó unos casos de abducción en una pequeña localidad de Alaska, con dramatizaciones de los hechos a cargo de actores (Milla Jovovich es la prota, que además se encarga de anunciar al inicio de la proyección, de forma tramposa para que negarlo, que es una película basada en hechos reales). Si bien queda claro desde un buen principio que todo es un fake (aunque tengo que reconocer que un par de amigos míos picaron el anzuelo, no diré su nombre para no avergonzarlos en público), las supuestas grabaciones reales están realmente conseguidas, presentando al menos tres o cuatro momentos de puro terror verbenero muy pero que muy acojonantes. Solo por eso ya merece que le deis una oportunidad.
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