Carlos Vermut, "Diamond Flash" y las películas enigma.

Hasta hace poco le conocíamos en la faceta de ilustrador, autor de cómics y prometedor cortometrajista, pero a partir de ahora hay que seguirle la pista como uno de los nombres más interesantes del cine español. Vermut debuta en el largometraje con “Diamond Flash”, un gran acertijo en forma de película y una genial ensalada de géneros. El 8 de junio se estrena en Internet a través de Filmin.

Es difícil comparar “Diamond Flash” con otras películas. De hecho es un film tremendamente personal y, en cierta forma, radical, para ser una primera película. Es más, de “Diamond Flash” o se es fan a muerte, o no gusta nada. No hay término medio. ¿Tuviste claro desde un principio que tú película iba a polarizar al público de esta manera?

Sí es cierto que cuando me aventuré a hacer la película buscaba llegar a un nivel de complicidad mayor con un determinado tipo de espectador por encima de llegar al gran público. Por lo tanto sí que era consciente de que estaba sacrificando a una gran parte de los espectadores para conectar con ellos. Tampoco quiero refugiarme en ello porque sí creo que se puede conectar con los espectadores y a la vez hacer una película con gran aceptación de público, pero en este momento mi prioridad no era esa. Creo que es una película completamente emocional y la gente que conecta o la rechaza suele ser por motivos mucho menos tangibles que la fotografía o la narración.

En “Diamond Flash” el equilibrio de géneros es maravilloso. Hay un poco de todo, guiños al cine de superhéroes, al giallo, a la comedia absurda, y hasta al drama más desaforado. También es magistral el dominio del tono que, lejos de desconcertar, hace aun más atractivo al film. Esa cualidad tan del cine oriental, la de ensalada de géneros y cambios de tono constantes, no es algo fácil de conseguir. ¿Te costó mucho encontrar el equilibrio entre todos esos elementos?

En mi caso todo eso nace de la intuición y, de hecho, hay gente a la que sacas de la narración cuando la expones a esa ensalada. Uno no racionaliza eso, no suelo escribir basándome en cosas como aliviar la siguiente escena, lo hago de manera muy emocional. Yo adoro eso como espectador, la sensación de que cualquier cosa puede pasar y que, como bien dices, está muy presente en el cine oriental. En directores como Miike, Sion Sono…

Si tuviera que poner “Diamond Flash” en un programa doble con otra película española lo haría con “Dispongo de Barcos” de Juan Cavestany, otra joya del cine DIY patrio. ¿Te ves cercano a ella?

Me veo cercano a ella más por motivos emocionales que tangibles. Me veo cercano porque creo que son películas que nacen de lugares similares de dos personas distintas.

Entrando a fondo en eso del DIY, “Diamond Flash” es casi cine de guerrilla, hecho con un presupuesto muy bajo, lejos de las grandes productoras y del mainstream, pero lleno de ideas geniales e ingeniosas. ¿Cómo fue toda la experiencia de levantar este proyecto y llevarlo a cabo? ¿Ves factible tener la misma libertad creativa de “Diamond Flash” en tu próxima película?

No lo sé. Cuando haces una película de estas características aprendes por la fuerza, no te queda otra. No quiero dejar de hacer películas y ahora mismo no me planteo si la siguiente va a contar con un presupuesto mucho mayor o voy a tener que rodarla con un Iphone. Si soy honesto, lo único que me apetece es contar las historias que quiero contar y no me importa sacrificar el presupuesto, si fuese necesario, para conseguirlo.

Uno de los aciertos de la película es todo el plantel femenino de actrices, capaces de dar credibilidad y emoción a los personajes que pueblan la insólita trama del film. ¿Cómo fue el trabajo con ellas? ¿Tenías claro que parte del encanto de “Diamond Flash” iba a recaer en ellas?

Lo que si tengo claro, cuando estoy escribiendo un guión, es que el peso de la película va a caer sobre los actores. Creo que ellas todos están maravillosos porque han sabido hacer suyos esos personajes. Me gusta trabajar invitando al actor o la actriz a que busque el personaje dentro de él o de ella. En su propia manera de moverse, comportarse o hablar. Aunque parezca lo más fácil, me parece que tiene más elemento de reto que buscarlo en referencias externas.

“Diamond Flash” es una película enigma, un rompecabezas que el público debe resolver durante las dos horas de duración. ¿Planteaste el film como un gran acertijo?

 De hecho la clave de Diamond Flash es que el acertijo no se resuelve desde la razón, si no desde lo emotivo. Aquellas personas que han podido resolver los enigmas lo han hecho por llegar a empatizar de algún modo con el comportamiento de los personajes.

Además de lo de ‘película enigma’, otras de las cualidades de “Diamond Flash” es su naturaleza pop. La película esta llena de referencias y guiños a la cultura popular, o hasta el mismo poster del film, muy cuidado y de espíritu sesentas… ¿Querías darle ese aire multi-referencial a la película desde un principio?

 Sí. Me gustan la cultura pop y no me importa compartirlo con la gente, porque de algún modo hay en juego mucho de: "Me molan los vasos tiki ¿A ti también?" Por eso decía que es una película personal, porque no está dirigida a todo el mundo, no intenta agradar a todo el mundo, pero sí espero que aquellas personas que conecten con ella lo hagan de verdad y, uno de esos elementos, como señalas, son todas las referencias culturales y cosas que me gustan.

Siguiendo con la preguntar anterior, ¿hasta que punto tu faceta de ilustrador y autor de cómics te han influenciado a la hora de pasarte al cine con “Diamond Flash” y tus primeros cortos?

Pues sobre todo me ha ayudado a simplificar. A tener claro qué quiero contar e ir al grano porque en el cómic todo es muy inmediato y la narrativa lo es todo, es la argamasa que une el guión y el dibujo. La narrativa en cine es todo, es el cine y surge desde conceptos que a la vez son muy abstractos. No es guión propiamente dicho y no es sólo la fotografía… El cómic ayuda a plasmar todos esos conceptos.

 

Si te digo que para mi “Diamond Flash” es una especie de versión cañí y DIY de “Mulholland Drive” de David Lynch, ¿te sientes a gusto con esa comparación?

Sí. Aunque David Lynch no tiene la intención realista que sí existe en Diamond Flash. No creo que Diamond Flash sea una peli rara. Todo lo que sucede, de hecho, está basado en el conflicto que existe al unir el universo propio de los superheroes en un contexto real. Lynch en algún momento determinado convierte la narración en un sueño  inexplicable , pero en Diamond Flash eso no sucede.

Como decía antes “Diamond Flash” es un film muy personal y difícil de comparar con otras propuestas, pero seguro que tenías algunas películas o directores en la cabeza que te sirvieron como inspiración. ¿Nos puedes revelar algunos de ellos?

En lo conceptual me interesan mucho Lars Von Trier, Tarantino, Almodovar, Sion Sono, Haneke, Vigalondo… Pero en lo formal creo que el que más me interesa es Haneke.

La película de momento solo se ha podido ver en festivales y a partir de este mes de junio lo hará en Filmin. ¿Crees que “Diamond Flash” puede abrir una nueva forma de distribución de cine en España más allá de las salas de cine?

Se estrena el 8 de junio en Filmin. Creo que existen otros ejemplos de películas que están estrenándose en internet, como "El Señor" de Juan Cavestany o "El Cosmonauta". Todas estas cosas surgen poco a poco, cuando proyectos de este tipo consiguen encontrar un modelo que las mantenga y que aúne producción, distribución y exhibición.