Crónica jonda
Libros / Silvia Cruz Lapeña

Crónica jonda

9 / 10
Toni Castarnado — 13-12-2017
Empresa — Libros del K.O.

“El flamenco está en buen estado de salud. No necesita protección”, decía Paco de Lucía. Y precisamente explicando cómo, cuándo y dónde conoció la noticia del fallecimiento de Francisco (así le llamaban los más cercanos), empieza este viaje profundo en el que no solamente se habla de flamenco. De hecho, esa es su gran virtud, porque ni siquiera es necesario que te guste el género en cuestión o que, ni mucho menos, sepas distinguir los distintos palos de este arte para que su lectura te enganche desde las primeras páginas.

En “Crónica jonda” son más importantes los relatos sobre sus abuelas o la denuncia a una sociedad como la nuestra, tan parca en detalles generosos. Sobrevivir en un mundo en el que a menudo hay obstáculos y precariedad –sobre todo si eres periodista, y además mujer– es algo que se consigue por el amor al oficio.

Silvia Cruz Lapeña primero observa, con detenimiento y cariño, después dispara, siendo en ello tan hábil como puntillosa. Sus viajes en tren (¿por qué un trayecto en apariencia corto es luego tan largo?), las conversaciones en hospitales mientras cuida a otros o el retrato que hace de cada ciudad que visita completan un libro emotivo y fantástico. Y lo es tanto cuando nos habla de esa Sevilla oculta y desconocida por la mayoría, de su Barcelona natal que definitivamente ya no es lo que era o esa Baena linda que la adoptó de niña.

En “Crónica jonda” también pone el acento en festivales y concursos en que el cante y el baile son actores principales, caso de Las Minas o en tablaos que no cumplen con los requisitos adecuados. Pero sobre todo hay intención de que veamos las cosas de un modo distinto, de que entendamos toda la riqueza popular y musical que hay detrás de cada palabra, de cada gesto y de cada canción, que dejemos de fijarnos en las castañuelas a precio de souvenir barato y empecemos a poner la vista allí donde realmente vale la pena mirar. Ese día, Silvia Cruz Lapeña dará por válido todo su trabajo y toda su labor de agitadora cultural. Dará palmas, por ella, por nosotros y por el espíritu flamenco.   

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.