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Estrenamos el nuevo álbum de la alemana Fee Reega

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Redacción — 25-05-2014
Fotografía — Redacción

"La raptora" se publica oficialmente para su presentación en Oviedo el próximo sábado 31

Aunque todavía muy joven, Fee Reega es una vieja conocida del público español desde que hace unos años decidiera instalarse en España, inicialmente en Madrid para después marchar junto con su pareja sentimental (el también músico Pablo Und Destruktion) en Asturias. Al lado de Pablo o por si sola Fee se ha pateado la geografía española dando conciertos que han afianzado su propuesta hasta convertirla en una de las voces más peculiares, personales e interesantes del folk que se factura en nuestro país (porque a Fee la consideramos ya uno de los nuestros).

"La raptora", este nuevo álbum que publican al alimón Pauken Grabaciones y Truco Espárrago, está compuesto íntegramente por canciones en castellano y es el disco más hermoso de los que hasta la fecha ha facturado Fee. Puedes escucharlo a continuación comentado por la propia artista en exclusiva en MondoSonoro hasta su publicación oficial el próximo sábado 31 de mayo, el día en que también se presentará oficialmente en la sala Paraíso Local de Oviedo.

1.- "Wenedikt Erofeev, el gran bebedor"

Cuando tenía 13 años leí "Moskau-Petuski" un nuevo clásico de la literatura rusa, escrito en 1969 por Wenedikt Erofeev. Es una novela corta que describe un viaje de tren y durante el libro el protagonista se pone más y más borracho. En este momento todo eso tuvo un gran impacto para mí:
las bellas letras mezcladas con el alcoholismo, las palabras sucias y el frío de la Rusia que solo conocí de los libros. Tomé chupitos de agua imaginándome que eran los cocteles extraños que toma el personaje en el libro: mezclas entre perfume, vodka, productos de limpieza y pasta de dientes. Admiré el anarquismo de estos personajes que se la sudaron completamente.

El año pasado vi un pequeño documental sobre este mismo autor, un video que le muestra al final de su vida: solo pudo hablar por un micrófono en el cuello porque tenía cáncer de laringe, vivió en un piso gris y triste en las afueras y su mujer le ayudó a tomar vodka de una taza cada poco, como una madre que da leche a su hijo. Me acordé de mis emociones románticas de joven e intenté volver a sentir y ver lo bello en toda esa miseria. Tal vez parezca naif pero no es para negar la realidad -creo que algo de inocencia es necesario para sobrevivir-. Quise escribir esta canción para devolver algo de dignidad a hombres y mujeres como él que son unos fracasados ante la sociedad (ante mí no), e iluminar sus existencias un poco. En total, es un homenaje.

2.- "Varsovia, la gran ciudad"

No exagero si digo que el texto de "Varsovia" me salió en cinco minutos, en un piso construído durante la Unión Soviética en Varsovia. El día anterior había comprado de mi último dinero un bote de espray y toda la noche estuve buscando un buen sitio para hacer un graffiti. Cuando finalmente encontré un edificio donde nadie me iba a ver y empecé a pintar las letras en la oscuridad, mi corazón palpitó y me sentí viva. Canciones como esa no se pueden cantar si no parten de la verdad porque sonarían ridículas. Por eso escribí sólo lo que se me pasó por la cabeza durante esos días: frío, hambre, dolor y odio. La instrumentación, especialmente los últimos 40 segundos, reflejan bastante exacto lo que tenía dentro en este momento: violencia. Sin embargo lo considero una canción de amor.

3.- "La automuerte"

Después de esto cogí un autobús que me llevó en 26 horas de Polonia al sur de Alemania donde vive mi familia. Al llegar me enteré de que mi tío se había suicidado pero nadie lo sabía hasta dos semanas después. La policía no nos dio información así que nos fuimos a la ciudad donde vivía e intentamos entrar violentamente en su piso y abrir su buzón para poder reconstruir más o menos en qué día se había muerto. Quise escribir una canción para él sin difuminar los hechos. En los últimos años no pasa un año sin que me entere de un suicidio de alguien que conozco, los trenes en Alemania del Sur tienen muchos retrasos porque alguien se tira en las vías y me pregunto por qué en las regiones donde más riqueza y trabajo hay, los números de suicidio son los más altos. Muchos no están bien dentro del bienestar. Pero pese a las distintas razones y culpas que puede haber y el dolor que causa para los que quedan, siempre he respetado si alguien decide que no quiere vivir más y por ello fue importante para mí responder el por qué con la respuesta más obvia y quizás más dolorosa: «te moriste porque lo querías».

4.- "La raptora"

La raptora es una mujer que rapta niños por la calle, parece muy amable y ofrece dulces y bombones y alguna moneda. Promete una vida ideal que cumple todos los sueños que puede tener un niño. Ellos se van con ella y ella les hace pasar por sus propios hijos. En casa les prostituye a gente rica, luego les mata, corta su pelo, arranca sus uñas, quita la carne de sus huesos, envasa su sangre, corta las partes de sus cuerpos con una sierra de mano y los cocina en grandes ollas. Añade algún ingrediente y fabrica cremas faciales y productos de belleza que luego vende a los ricos en los teatros. Un día en 1912 se encontrarán restos de decenas de niños en su apartamento y la encerrarán en una prisión donde la matarán sus compañeras a ostias, pero hasta que pase todo eso sigue camelando a todos con dulces palabras y matándolos en casa.

5.- "La sangre, cachorro"

El año pasado en Gijón di una clase de alemán para tres niños pequeños durante un rato, pero no me vieron como figura de autoridad. Jorge, que tenía siete años me respondió a absolutamente cada pregunta: «Sangre». Y para saludarme dijo: «Qué pasa, cachorro?». Era muy pesado y por venganza apunté sus expresiones y me aproveché de ellas, utilizandolas para canciones. Y me hizo pensar en mi propia infancia: fui a una guardería donde prohibieron ir al cine, escuchar cintas de cassette y tener mala ostia. Un día mi único amigo (que era un chico con retraso mental) me dijo: «si no te gusta aquí, deberías escapar». Entonces forjamos un plan: mientras él entretuvo a las niñeras con un ataque de ira, yo salí a cuatro patas del edificio y fui corriendo a casa. Una hora después me encontraron ahí, escondida en el jardín y cuando me llevaron de vuelta a la guardería sentí una desesperanza acojonante. Con cuatro años ya quise ser libre y me acuerdo de este día mejor que de cualquier otro de la infancia. No lo olvidé cuando Jorge me estuvo tocando los huevos en clase, tuve paciencia con él y luego me libré de las agresiones en casa con las canciones.
Escribí una canción sangrienta y erótica y en la grabación la dejé escaparse y correr adónde quiso, hasta canté algo de ópera.

6.- "Kamchatka, isla de volcanes"

Siempre quise aprender ruso. Un día en Berlín pregunté a un ruso desconocido por grupos buenos que cantan en ruso y me apuntó cuatro nombres en un papel. Llegué a casa y busqué el primer nombre. Escuché un par de canciones. hmm. Busqué el segundo nombre - KINO - escuché la primera canción, y luego la segunda, Kamchatka. No lo pude creer. Había encontrado el grupo que necesité como el aire, sin haberlo sabido. No entendí ni una sola palabra pero me identifiqué totalmente. Me aprendí "Kamchatka" de memoria, escuchando cien veces la canción y apuntando cómo sonaba. El grupo ya no existe desde 1990 cuando Viktor Tsoi murió en un accidente de coche, pero en los 80 fueron muy importantes en Rusia. En enero de este año empecé yendo a clases de ruso. Ahora tengo una profesora ucraniana que me cuenta lo último sobre la crisis ahí y tengo letras cirilicas pegadas en mi teclado. Quise entender lo que canta este hombre.

"Kamchatka" de Kino es una canción sobre la peninsula de Kamchatka, que está llena de volcanes, pero al traducirla cambié la letra y ahora la peninsula es una calle donde hay venta de oro y prostitución y las mujeres son los volcanes que ahí no pueden echar su fuego.

7.- "El vividor, mujeres y alcohol"

Casi todas las canciones de este disco hablan sobre personajes excéntricos, que de una manera u otra destacan de la sociedad. Se puede aprender mucho de los marginales, ellos marcan los bordes y enmarcan lo que está dentro.

Quiero hablar sobre los marginados o los que se excluyen y hablando sobre ellos y sobre qué tipo de gente son, hago mi critica a la sociedad y a la politica. Yo soy una inmigrante por elección y además vivo una vida bastante inestable por lo tanto pertenezco a los que se excluyen.
Casi desde hace 4 años vivo en España y vi gran parte de la actual crisis. La mayoría de mis conocidos no tienen trabajos o solo tienen trabajos de supervivencia. Ahora son tiempos de buscarse la vida e incluso estar obligado a hacerlo. En Alemania fui una excepción, dentro de todo el mundo que estaba en trabajos fijos o con un camino claro, yo cambié de «trabajo de pan» cada cuatro meses y cuanto más insegura mi vida, más me gustó. Ahora aquí veo este tipo de vida insegura mucho, pero no porque la gente lo elige sino porque no les queda otra. Y es frustrante.

El vividor es una persona que no quiere mantener una vida convencional porque no se puede conformar con las convenciones y se escapa de ellos. Las mujeres y el alcohol no son esenciales para ser un vividor, lo que es esencial es decidirse por una forma de vida con menos seguridad cuando se tiene la elección.

8.- "Tres amigos"

La amistad es importante y a veces uno no elogia suficientemente a sus amigos aunque son personas claves en la vida y reflejan a nuestro propio caracter. Aunque también he tenido importantes amistades con mujeres, mis amistades con hombres casi siempre eran más profundas y duraderas.

Aquí hablo de tres amigos en particular pero también de tres campos de conocimiento: las matemáticas, la música y el arte. Estas tres personas están apasionados por su campo y esta dedicación absoluta me fascina de ellos. Cuando alguien cercano está tan entregado a una cosa, es contagioso y puede ser una inspiración y un estímulo enorme, a mí siempre me ha pasado. Un amigo es alguien que siempre está ahí aunque no físicamente. Por eso incluyo Picasso en la canción: en tiempos cuando me sentí sola, en cualquier ciudad en cualquier país me solía encontrar con un cuadro de Picasso o un florero de Picasso, o un dibujo, o un grabado. Cada museo tiene su Picasso y cada vez que vi una obra suya en una ciudad nueva me pareció como un saludo personal de un amigo, como un mensaje o un guiño y cumplió el mismo objetivo como una conversación íntima. También pasa con algunos otros artistas, pero ninguno es tan fiel en este sentido como Picasso. Por eso los museos son tan importantes para mí cuando voy de gira.

Era tiempo para dedicar una canción a los amigos, visibles o invisibles.

9.- "Corner´s, el bar"

«No cierres el bar, no cierres el bar, no cierres el bar» - cerró el bar. Pero los que tuvieron el gran placer de conocer el Corner´s en Oviedo sabrá de lo que hablo en esta canción. O los que conocen sitios similares. Es solo un ejemplo para todos los grandes bares, puntos de encuentro, que están cerrando o ya cerraron, ya llevan 30 o 40 o 50 años y los dueños quieren jubilarse o los tiempos han cambiado demasiado para ellos.

Bueno, queda Cuny´s detrás de nuestra casa en Vallobín, pero Cuny también quiere jubilarse este año. Son bares que dejan fumar o que ponen música de épocas pasadas, son dueños elegantes y carismáticos que han visto de todo y te lo cuentan, es una decoración muy fina y extravagante que no se encuentra en ningún bar moderno. Cuando los bares llevan mucho tiempo, sus muebles y paredes parecen contar historias y sus clientes de toda la vida realmente lo hacen y cuando escuchas, aprendes mucho. Tengo una debilidad por estos sitios y nunca me desepcionan, únicamente cuando cierran y se convierten en un D´Cañas o Copas Rotas o un «Colchones de la esquina». No puede ser. No cierres el bar. O si puede ser, traspasalo a alguien digno que lo continúe con gusto.

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