Faraday, festival de ensueño
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Faraday, festival de ensueño

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02-07-2010
Empresa — Medusa
Sala — Platja del Far - Molí de mar
Fotografía — Dani Cantó

Es complicado que una cosa hecha con esmero y dedicación
salga mal. Con esta premisa, el Faraday cierra cada año  la edición con un balance más que positivo. Los
que conocen el festival saben que detrás de él existe una filosofía que va más
allá de una simple reunión de bandas. Contar con la presencia de cabezas de
cartel como Clem Snide y The Wedding Present, el viernes, Jeff Tweedy, el
sábado, o la gran sorpresa de Nick Lowe, el domingo fue lo que consolidó éste
como el pequeño gran festival de las costas del Garraf, un año más. El viernes
abrieron Fred i Son, con su pop
ochentas y Me & The Bees que el
día siguiente repetiría junto a Desmond en el Faraday A Viva Veu que este año
programaba una serie de conciertos acústicos durante el día en distintas
situaciones del paseo marítimo de Vilanova. Muy acertado fue el folk delicado
de Pájaro Sunrise, que a media tarde
enamoró a los aun pocos asistentes al recinto del Faro. Los platos fuertes del
primer día fueron los de Clem Snide,
que subieron al escenario una hora antes de la medianoche para ofrecer un show más
bien largo (poco más de una hora) y, a veces ñoño, tocando el disco “Zuma” de Neil Young con el añadido que
supuso la curiosa colaboración con el carismático cantautor Valenciano, Senior i El Cor Brutal, que subió a
cantar en catalán la primera canción “Don’t Cry, No Tears”. Finalizó el repertorio
con la interpretación de temas propios como “Something Beautiful” o “Denise”. The Wedding Present rompieron con la
dinámica que desde el inicio se había creado con actuaciones como las del
carismático truhán Abraham Boba o la
preciosidad de Bigott, que en el
contexto que nos ocupaba mejoraba globalmente el resultado. Los de Leeds
validaron su reputación con un gran repertorio basado en clásicos y temas de
sus últimas refrencias. Is Tropical
y Mujeres pusieron el punto y final
al día. Los catalanes con su show de garaje habitual e Is Tropical con los
beats electrónicos para los que echaban de menos un poco de baile. El sábado, a
pesar de resumirse bajo el nombre de Jeff Tweedy, también destacó por el debut
en la península de los británicos Apples,
un cuarteto absolutamente sorprendente que nos hace volver a confiar en los
ochenta con el pop perfecto de la escuela inglesa más imprescindible. Destellos
a XTC, Elvis Costello o Aztec Camera. Inauguró el día Marina Gallardo que a pesar de su disco precioso, aún le faltan
algunas tablas en el directo. Siguieron Delco
cuando el sol ya no apretaba y ellos apuntaban hacia el indie rock de toda la
vida pero con un enfoque muy bien conseguido. Consiguieron mi confianza y no
perder el ritmo de la
actuación. Otro
sorprendente reencuentro tuvo lugar con El Petit del Cal Eril, que finalizaban
gira antes de volver al estudio. Para la ocasión contaron con formación
especial que incluía flauta travesera, y el resultado fue increíble. Más
psicodélicos que nunca y con mucho regusto a sesentas tipo The Zombies. A las
diez de la noche, todo estaba preparado para recibir a Jeff Tweedy, líder de Wilco, que subió al escenario tranquilo, y con
la compañía de seis guitarras acústicas. Se mostró sosegado y muy próximo al
público, centrado en interpretar, básicamente, las canciones de su banda
principal. El americano, agradecido en todo momento, destacó las
características del emplazamiento, y mostró mucha calidez respondiendo a
peticiones del público, e interactuando en varias ocasiones. Terminó el
concierto dedicando a su mujer “I’m The Man Who Loves You” y fue uno de los
momentos más mágicos de la
noche. La
cuota nacional del día la cumplieron con Los Punsetes, quienes respondieron con
su rock oscuro y la carismática pose estática de su cantante Ariadna. Otra
sorpresa fue Linda Mirada que casi
debutó en directo con un show de pop naïf y de tinte electrónico
italo-juguetón. Aunque la líder indiscutible de esa cuota estatal venía
encabezada por Maika Makovski, con
un concierto compacto, preciso y contundente. Maika es el puro ejemplo de
actitud y talento, dejando absolutamente absorto el público que llenaba el
escenario grande del festival. Los últimos fueron de Errors, escoceses modernos que respondían a la dosis sintética y
rock electrónico con texturas de drone pasadas por el colador del post-rock que
terminaban en un resultado más que recomendable por aquellas horas. El festival
terminó el domingo, que como el año pasado se alargaba un día más, con una de
las actuaciones más esperadas. Nick Lowe
hizo un concierto precioso, magno y apoteósico, convirtiendo ese momento en uno
de los mejores. No existe mejor manera de acabar un festival.  

Un comentario
  1. Marino - Que9 recuerdos revvien, contemplando esas caras llenas de felicidad en este deda, tan especial paara vosotros. Esa sonrisa pedcara , interior, la tuya, David, que ha perdurado en el tiempo desde aquellos, ya lejanos, tiempos.Enhorabuena a ambos y felicitaciones por unas fotos increibles.Un abrazoMarino

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