Sexy motherfuckers
Entrevistas / Nashville Pussy

Sexy motherfuckers

Joan S. Luna — 01-02-1999
Fotografía — Archivo

Son una panda de macarras,pero de tan sinceros nos caen bien. Sus barbas (las de ellos), sus topsajustados e insinuantes (los de ellas), sus malas maneras, su bravuconeríay descaro les convierten casi en personajes entrañables y, encima,nos demuestran haber sido capaces de publicar un trabajo interesante. Puropunk´n´roll adrenalínico y sexual. ¿Dudan? Pues repasen "LetThem Eat Pussy" y mediten después. Nashville: cuna del country. La versión actualizadadel viejo Oeste americano pasa por uno de sus mejores momentos en las últimasdécadas. Pero no nos equivoquemos, porque ahora hablamos de NashvillePussy: el coño de Nashville, el agujero maldito del rock´n´roll;calenturas musicales de alcance genital. Dos hembras ­Corey (bajo) yRuyter (guitarra principal)- y dos machos en el estricto sentido de la palabra­Jeremy (batería) y Blaine (guitarra, voz y antiguo líderde Nine Pound Hammer)- conforman este grupo originario de Athens (vecinos,por tanto, de los sacrosantos REM). "En realidad el nombre de la bandaviene de una canción de Ted Nugent, una de las personas que másnos ha podido influir", aclara Blaine acertadamente. Nos encontramos acomodados ­es un decir- en un destartalado sillónde la madrileña sala Ritmo y Compás. Frente a mí, Blaine,llevando las riendas de la conversación, y Jeremy ­no pronunciauna sola palabra en toda la entrevista; lo más, algún gruñidoy tragos de cerveza: el más puro espíritu del rock´n´roll-;a mi derecha, Ruyter, en pantalones cortos y con gafas, maquillándoseconvenientemente ­nada que ver con la agresiva imagen que proyectaríaluego en su arrolladora actuación-. Corey, por su parte, permaneceabsolutamente dormida al otro lado de la habitación, y tan sólose incorpora levemente para recibir el constante ir y venir de sustanciasmas o menos tóxicas. El resto del bucólico paisaje lo completanel inefable Kike Turmix y su compañera en los Pleasure Fuckers ­queanuncian el inminente final de su carrera- Norah Findley (ejerciendo detraductora de excepción), a quienes Nashville Pussy conocen de suúltima gira por Estados Unidos. "La verdad es que, al margende los Fuckers, de España sólo conocemos a Shock Treatment"(Ruyter). "Gracias a todos los que han bebido, han practicado sexo y han fumadohierba con nosotros", apuntan en los créditos de "LetThem Eat Pussy" ("Déjales que coman coño"),un título tan explícito como el grupo en sí (remítansea la portada, en la que dos rapados caballeros siguen el imperativo queanuncia el título del compacto). Por supuesto que en Estados Unidosse han encontrado con la omnipresente censura. "Nos han colocado unenvoltorio gris para ocultar la portada, y la pertinente etiqueta acercade las letras. Nos da absolutamente igual porque ya sabemos cómoson las cosas en nuestro país. En cualquier caso, lo que no puedenevitar es que la gente que compre el disco quite el envoltorio, vea la portaday disfrute con las letras". No es por quedarnos en lo anecdótico,pero lo cierto es que estos datos hablan bien a las claras de lo que esNashville Pussy. "Desde luego que sí. Todo el concepto de laportada y el título responde a una idea de Blaine" (Ruyter)."Y respecto a lo que decimos en los créditos, es absolutamenteverdad. Para nosotros, todo eso es tan importante como la propia música;ésta es un pretexto genial para llegar al sexo y las drogas de lamanera más intensa". Sexo, drogas y rock´n´roll. ¿Perotodavía alguien sabe qué es eso? "Es cierto que el rock´n´rollno pasa por su mejor momento, pero no está muerto ni mucho menos;está claro que es el estilo menos comercial de la actualidad, perosigue siendo el que hace disfrutar más a la gente. Nosotros somosun buen ejemplo. Aunque tampoco creo que seamos los salvadores del rock´n´rollcomo muchos han dicho; el r´n´r no necesita salvadores, puede sobrevivirpor sí mismo". Aparte de disgresiones varias acerca del presente y el futuro del rock,la pregunta que más curiosidad despierta en el abajo firmante ­enclave Burning prácticamente- es qué hacen dos chicas comoCorey y Ruyter con dos tipos como Jeremy y Blaine: Jeremy emite un levegruñido al tiempo que ingiere cerveza, mientras Blaine no parecerecibir con agrado mi inocente cuestión. "Ellas son másadecuadas para el grupo; no hay nada más que decir". Ruyter,afortunadamente, demuestra algo más de sentido del humor en su alocución."Realmente son dos tipos con suerte; no tienes más que verles". Kiss y Motorhead quizá sean los dos grupos de cabecera para elhumeante ­actuaciones acompañadas de erupciones de fuego- orificiode Nashville - "Sí ambos grupos me apasionan por igual".Además de conectar inequívocamente con el pujante rock escandinavo."Conocemos a Hellacopters, pero nunca hemos escuchado nada como Glucifer;además hicimos una gira acompañando a Turbonegro, que es ungrupo espléndido. Creo que el rock tiene más vitalidad enEuropa que en Estados Unidos". Alardean de poder pronunciar "fucky motherfucker hasta veintiuna veces en una sola canción"; "GoMotherfucker Go" debe ser el mejor ejemplo de este mérito, indudablevalía para esta banda que factura doce temas urgentes como pocosen apenas veintisiete minutos, producidos por el "Fastback" KurtBloch, "aunque tampoco tenía mucho que producir; grabamos muyrápido, casi en directo". Por cierto, que para los másmorbosos el libreto del compact incluye un exuberante póster quenos acerca más las voluptuosas curvas de la portada. "Me encantala idea de que la gente se pueda exitar con nuestras fotos. Espero que todoslos que se compren el disco se acuerden de nosotras en los momentos másíntimos" (Ruyter). Lo haremos, claro que sí: Let´s fuck.

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