El arpista gallego por excelencia Emilio Cao representa el aspecto más íntimo de la música gallega, poesía y melodías a partes iguales. Él, compositor y cantautor, es quien ha puesto al arpa en su lugar dentro de la música gallega. Otro fichaje veterano fue el del grupo Na Lúa, con más de diez años en activo. Primero se reeditó «Ondas Do Mar De Vigo» y luego apareció su sexto álbum «Os Tempos Son Chegados». Son un fiel reflejo de ese apego a la tierra y de una inquietud innovadora. Un miembro fundador del grupo, hoy día acompañando a Carlos Núñez, es Pancho Álvarez del cual han editado un interesante trabajo que se centra en la recuperación de la tradición de los violinistas y cantantes ciegos: «Florencio, O Cego dos Vilares». Dos chicas debutantes completan el catálogo: la cantautora Maite Dono y la gaitera Susana Seivane. Hoy día parece que el peligro de la música folk gallega está más en la propia moda en que se encuentra que en quedar fuera de los medios. Algunos avisan que es temporal y otros claman contra la proliferación de plástico y advierten que no todo lo gallego por ser gallego es bueno. En todo caso hay que celebrar todas las iniciativas hechas con rigor y buen gusto.
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