El inicio de este disco es un pequeño engaño: los primeros acordes de «Rexa», totalmente respetados, podían hacernos pensar que estábamos ante una simple filtración electrónica de los temas originales de Manta Ray. Nada más lejos: estos acordes no son otra cosa que un guiño, pistas a seguir; a veces melodía («Suspicion» –excepcionales Professor Angel Dust & The PH Force-, «Sandum»), otras un hilo de voz («Smoke», «Stars In Your Eyes» –demasiado respetuosos John Landis Fans en su lectura tan ortodoxa, tan blues, de la voz de Thalia Zedek-). Puertas que se abren para una reconstrucción formal que va de los scratches iniciales de Easy en «Rexa» al ambient con que Memorabilia transforma «Sad Evil Eyes» (casi irreconocible, de no ser por los lamentos de José Luís García). Atrevimiento generalizado que alcanza sus mayores hitos cuando Vanguard decide colmar de electro un tema tan oscuro como «O.F. King», o el giro metalizado con que Funk Empire impregnan a «Wide-O-Blues» (casi en el trip hop). Más electro en «Smoke» (remezclada por The Congosound) y el desencadenamiento del drum’n’bass en «Sandum» (Funk Star Brothers), seguramente el tema que, en el original, más cercano estaba a la electrónica. Coqueteos con el big beat en «X-Track» (Chop Suey & Watch TV), el funk ralentizado de Alex Martín Ensemble en «Déjà Vu», y la doble lectura –en los ocho minutos que dura su adaptación- que Braille realiza de «A Love Song»: minimalista y drum’n’bass a un tiempo. Ritmos rotos en Manta Ray, ensamblados en esta pieza que los artistas de Cosmos han reconstruido. Un disco sobresaliente que revela los múltiples recovecos del de Manta Ray. Pequeñas Puertas… puertas abiertas de par en par.
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